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Marshall sostuvo el sobre, este día llego más tarde de lo normal para evitar encontrarse con su propio jefe, pues hoy él tiene bastantes reuniones por lo que estará ocupado

El chico entró a la oficina nervioso solo para dejar el sobre en el escritorio y salir sin ser notado, después tomo todas sus cosas del escritorio y salió del lugar dándole una última mirada a lo que por muchos años fue su trabajo

- ¡Renunciaste!

Joel no pudo evitar sorprenderse, Marshall bebió más cerveza rápidamente con la mirada baja:

- No me sentía nada cómodo... solo dejé mi carta de renuncia y me fui...

El rubio sabe el tiempo y esfuerzo que Marshallle dedico a ese trabajo por lo que entiende la razón de que el chico beba de tal forma, aunque finja que no es nada apenas comience a beber todos sus verdaderos sentimientos saldrán:

- Cada que lo veo lo recuerdo, recuerdo esa noche, estar drogado es más incómodo de lo que se dice pues estar consiente de que no tienen el control de tu cuerpo es...

Sin decir más se bebió toda la cerveza sobrante, Joel abrió los ojos sorprendidos:

- Bebe despacio, tú soportas bien el alcohol pero aun así…

- Vulnerable...

La voz de Marshall es suave y un poco lenta gracias al alcohol, su cabello levemente largo está medio sostenido por una coleta, pero no es lo suficientemente largo como para ser sostenido por completo, algo de cabello sobre el rostro del chico:

- No importa…

Más cerveza fue servida y la misma fue bebida por el triste chico, realmente se esforzó por olvidar los últimos días:

- Mi socio dijo que podrías trabajar en su compañía así que descansa Mar... todo estar bien

Joel es como un cálido aliento, no importa cuantas lágrimas salgan de Marshall, el siempre estará dispuesto a secarlas con su propia manga sin quejarse, es la representación de una amistad sincera

En cierto punto Joel perdió la cuenta de cuanto bebió este chico, pero supo que fue demasiado cuando termino completamente dormido, dando un suspiro pago la cuenta y cargo en su espalda a Marshall quien lo dejo ser sin despertarse:

- Vamos a casa, lo hiciste bien, ahora vamos a descansar…

El rubio comenzó a caminar buscando un taxi, pero un repentino golpe lo sorprendió, un hombre de mas o menos su altura lo mira con ojos aterradores:

- ¿Puedo ayudarle?

Joel pensó tener una conversación, pero apenas presto atención a la línea de visión del hombre noto que estaba mirando a Marshall y no a él:

- Entregámelo...

- Disculpe?

Jules puso sus oscuros ojos en los de Joel con molestia:

- ¿Qué parte no entiendes?

- No regalo personas... Quítate del camino

El rubio intento esquivarlo, pero Jules sostuvo a Marshall sin dificultad alguna, Joel giro rápidamente:

- Joel ¿no? Me lo llevaré un día, puedes llamarlo mañana y él responderá, sigue molestando y haré que ese restaurante en donde trabajas desaparezca ¿Entiendes?

Por un momento a Joel le pareció haber visto a un demonio hambriento frente a él, intento seguir al hombre apenas reacciono, sin embargo, Jules entró a un auto y se fue, de hecho el rubio supo que no era posible llamar a la policía pues ese hombre parecía costar mucho

Jules observó al chico dormido recostado en sus piernas con un sentimiento extraño, suavemente quito el cabello en su rostro:

- ¿Crees que puedes renunciar cuando quieras? Debería ponerte una correa

Marshall se mantuvo en un sueño profundo, cuando despertó bebió algo de agua del vaso que Joel suele dejar en la mesita de noche en este tipo de situaciones, cabeza punzante y solo cuando sus ojos se acostumbraron a la luz se dio cuenta de que esta no es su propia casa:

- ¿En dónde..?

Habitación desconocida, repentinamente la puerta se abrió y la persona que menos quería ver apareció:

- Señor...

Jules entró con un cigarrillo en la boca, esta vez su cabello oscuro está levemente despeinado ¿es esta su forma casual? El hombre miró a Marshall un tiempo antes de hablar:

- Date un baño, apestas a alcohol, después hablaremos, la ropa en la capa es ropa a tu medida...

Sin decir más salió de la habitación ante la mirada confundida de Marshall, sin saber muy bien qué más hacer obedeció, se dio un baño y se vistió rápidamente para luego salir de la habitación, era de esperarse un departamento lujoso, pero sigue asombrando a Marshall:

- Señor Jules...

- Siéntate

El pelinegro negó con la cabeza acomodando su cabello hacia atrás sintiéndose tenso:

- Estoy bien así... gracias

- Haz lo que quieras... ¿Por qué intentaste renunciar?

Marshall esquivo la mirada del hombre sentado en el sofá:

- Ya no... me siento cómodo...

- Quiero que sigas trabajando para mí...

Sus palabras fueron frías, Marshall se sorprendió y levantó la mirada solo para encontrarse con dos oscuros ojos aterradores:

- Yo... no quiero seguir trabajando ahí, realmente agradecido la oportunidad, pero... no quiero seguir así

En realidad tiene miedo de que todo empeore y dejarlo antes de que sea más doloroso o difícil parecía ser la mejor solución, o al menos eso creyó:

- Haha..

¿Haha? Marshall giro aturdido, lo menos que esperaba en esta situación era una risa, Jules dejó ver sus colmillos en una sonrisa burlona:

- Si no hay nada más... me retiro

El pelinegro camino rápidamente e intento abrir la puerta, cuando no abrió a la primera lo intento una y otra vez, solo entonces comprendió que había sido encerrado:

- Cerrado...

- Tu amigo... lo conocí ayer

Marshall giro aún con una mano en la manija sorprendida:

- ¿Joel?

- Mmm... trabajar en un buen restaurante y es bastante bueno ¿no es así?

Jules le dio otra bocanada al cigarrillo para luego levantarse del sofá tranquilamente, cada acción fue seguida por los ojos olivo de Marshall quien siente un dolor punzante en su propio pecho:

- Lo es...

- Y tú no quieres perjudicarlo ¿o si?

Marshall no es tonto, rápidamente entendió las intensiones de Jules y se limitó a observar el suelo, su voz comenzó a quebrarse:

- No...

- No te escuche ¿Qué dijiste?

El ambiente es malo, Marshall no está molesto, más bien está aterrado y sofocado por todo, su personalidad tranquila ha llevado a que muchos quieran aprovecharse de él durante toda su vida por lo que se volvió alguien más serio, así generalmente las personas lo evitan o incluso lo llaman raro pero nadie se aprovecha

Pero, ahora esta persona que descubrió sus puntos débiles y está dispuesto a explotarlos si es necesario:

- No quiero perjudicar a Joel...

Dos Veces Dos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora