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Jules se acercó abrazando al chico quien no se movió, no sabía que él había entrado:

- ¿Te sientes mal?

Lo sostuvo un rato para después comenzar a besar su cuello suavemente, ambos toparon con pared sin darse cuenta y el rostro de Emile se volvió un poco rojo:

- Jules...

Los besos fueros suaves y sus manos se movieron por la cintura de Emile comenzando a levantar su blusa y acariciando su espalda con suaves toques

Sus dedos están fríos y crean descargas en el cuerpo de Emile, Jules sabe que él es realmente sensible por lo que cada toque hace temblar al chico, Emile cerró los ojos y sostuvo las manos de Jules:

- Amm es- espera no podemos aquí

Jules acercó su rostro al de Emile, lo miró con ojos sobrios y serios, pero sin ser aterradores, aun así Emile sintió que había algo extraño en él:

- ¿No podemos que?

Él jugaba aún acariciando el cuerpo ahora rosado de Emile quien apretó con sus dedos la ropa del hombre frente al tembloroso, sus piernas tiemblan:

- Esto... no podemos

Un beso en su frente, otro en su mejilla y otro cerca de sus labios mientras sus manos comenzaron a bajar hasta sus pantalones jugueteando:

- ¿Realmente quieres que me detenga?

Emile apretó sus ojos, en este momento siente que solo las manos de Jules lo mantienen de pie pues de no ser él estaría en el suelo, la forma suave en la que lo toca se siente realmente bien y quería ser honesto, pero no se atrevió a abrir la boca para responder

En cambio puso sus brazos alrededor del cuello de Jules y dejó que lo tocara, el hombre sonrió también exitado tocando la parte baja de Emile

- Emile

Había algo en escuchar a Jules susurrar su nombre que hizo que su piel se erizara:

- Emile abre los ojos... mírame

No era una orden, sonó como una petición o suplica apaciguada, sin ser aterradora por lo que lo hizo mostrando las bellezas olivo a Jules, al inicio tenía miedo de que al verlos pensara en la otra persona:

- Abre la boca

Los labios de Emile temblaron y lentamente abrió la boca, cuando fue suficiente Jules pudo ver que estaba nervioso, no lo forzó y lo beso profundamente, había un sabor a fresa en su boca, sus manos hicieron movimiento suave en el pene de Emile quien se tensó al sentirlo:

- Amn

Lo tomo por sorpresa y quiso terminar el beso, pero Jules aún no estaba satisfecho y lo mantuvo sin disminuir la velocidad en su mano

Emile sostuvo la muñeca de Jules y giro terminando el beso:

- Ju- Jules

- ¿Qué sucede?

Aun lo tocaba y Emile tembló de placer, sus piernas parecían perder su fuerza con cada movimiento:

- Espe... voy a...

Jules sonrió y siguió moviendo su mano de arriba a abajo, es Emile este, es él y no hay nadie más;

- Ahh~

Emile había contenido sus gemidos todo este tiempo apretando sus labios, solo cuando el líquido blanco salió un grito lo acompaño, se deslizó al suelo mientras Jules lo miraba:

- Ahh

Emile cubrió su rostro avergonzado, Jules se inco frente a él con líquido en su mano que no parecía importarle solo hizo que el chico en el suelo se avergonzaba más:

- Tus labios saben a fresa...

- Mi... ¿Mis labios?

No podía pensar como claridad, acababa de venirse en su trabajo y era un sentimiento extraño, Jules quería continuar:

- Era mi bálsamo, mis labios tiene bálsamo de fresa

- Sabe realmente bien

Emile río por sus palabras, el hombre lo había dicho tranquilamente:

- Yo amm

Jules no lo dejo seguir hablando pues volvió a besar sus labios y Emile, ambos inhalaron y exhalaron aire caliente que lleno la habitación de calidez lujurioso

No se querían detener y la mano de Jules se deslizó hasta la parte trasera de Emile usando su propio líquido como lubricante preparando:

- ¿Se siente bien?

- Se... se siente bie-

Antes de terminar unos golpes hicieron que los movimientos pararan en seco:

- Disculpen molestar pero... Los maquilladas quieren tomar sus cosas...

Emile se asustó por la posición en la que estaba justo ahora y cualquier rastro de exitacion desapareció, Jules respiro con molestia:

- ¿Cerraste la puerta?

- No lo hice...

El chico se puso pálido y no supo en donde esconderse, aunque quisiera no podía levantarse, sus piernas parecían palos de espagueti temblorosos, Jules pudo ver su ansiedad, tomó su propio abrigo y lo puso sobre Emile para luego tomar una toalla y limpiar su mano:

- Tal vez se fueron, vamos...

Daniel habló sosteniendo la manija de la puerta a punto de abrirla, sin embargo, la puerta se abrió sola, pero solo menos de la mitad y la alta figura de Jules lo sorprendió, aún luce serio, pero su humor parece mucho mejor que antes:

- Saldremos en un segundo...

La maquillarte estaba prestando atención y vio la ropa descolocada del hombre sonrojándose sin atreverse a hablar, Daniel no tuvo tiempo de dar una respuesta pues la puerta se volvió a cerrar

Emile acomodo su ropa ayudado por Jules quien lo ayudó a mantenerse de pie y salir, Emile mantuvo su rostro bajo para evitar que vieran su expresión aún sonrojada:

- ¿Ya comiste?...

- oh? A no...

Jules le sonrió, ambos subieron al auto y comenzó a conducir hasta un buen restaurante, Emile pensó para sí mismo que era divertido pues hace solo una hora estaban haciendo ese tipo de cosas, ahora están comiendo y bebiendo vino
Emile giro mirando a Jules quien parecía perdido en su propia mente

Él es alguien apuesto, Emile recordó la primera vez que lo vio, él parecía alguien serio y difícil de complacer, en ese entonces fue tan confusa su relación, pero ahora se siente como si hubiera sido otra persona:

- Si me sigues mirando así pediré una habitación en el hotel de enfrente y no trabajaras mañana

El chico se avergonzó y giro alrededor para confirmar que nadie más escuchara eso:

- ¿Crees que no sé que terminaremos llegando a casa?

Él también puede jugar, sonrió y bebió del vino, Jules se sintió satisfecho

- Jules

- ¿mm?

Fue una idea intrusiva que incómodo a Emile quien puso la copa de nuevo en la mesa:

- ¿No sabes nada sobre Harry?

El rostro de Jules se hizo sombrío dejando a un lado la comida:

- Eres bueno también para arruinar el momento Emile

- No quiero eso pero...

Jules lo sabe, desde el accidente Emile se despierta en mitad de la noche temblando y llorando o le cuesta dormir, no es bueno admitiendo la ansiedad que le causa

Dos Veces Dos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora