¿Tus ojos cafés?

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La adrenalina del momento y la fuerza que recorría mi cuerpo causo que quisiera dar lo mejor de mí para callarla, que dejara de lado su arrogancia que me esta sacando de mis casillas.

-¿Quién rayos te crees que eres?-solte viendo una de las marcas que ella me causo-

-¿Te sientes menos princesita?-insinuó viéndome a los ojos-

-Creo que lo mejor es que guardes silencio-gruñi al sentir una punzada en el pecho-

-¿Y si no qué? ¿Vas a lastimarme con uno de tus rayitos de electricidad? Eres una patética-preguntó soltando una carcajada-

-Sabes Sharon de todo corazón te pido que no hables, es mi turno de dejarte en claro cual es tu lugar en este momento y si me disculpas no quiero malgastar mi tiempo en alguien como tú-demande viéndola a los ojos-

Sharon intento atacarme nuevamente con una espada que materializo con cristales, pero no fue lo suficientemente rápida como para alcanzarme, del suelo múltiples montículos de piedra salieron creando un escudo que detuvo el ataque de Sharon. Algo ardía en mi interior, era una llama que parecía correr por cada articulación de mi cuerpo, me sentía libre, sintiendo que nadie podría detenerme en este momento.

El viento sacudía las hojas de aquellos árboles que adornaban mi alrededor,el cielo se tornó de colores oscuros y las personas observaban esperando una ganadora.

Como si fuera una experta, eleve mis manos al cielo, al tiempo que de estas comenzaron a surgir pequeñas chispas azules que se extendieron por mis brazos y que a su ves tomaron forma poco a poco de una espada, la cual cayó en mis manos, era ligera, la examiné por unos momentos viendo los múltiples detalles tallados en esta.

La empuñe en mis manos con fuerza haciendo que de esta salieran pequeños rayos disparados a mi alrededor.

Con la fuerza que no sabía que corría en mi interior hice caer los muros en un instante dejando ver a una Sharon cansada y con notables gotas de sudor recorrer su frente y mejilla.

-Ya te rindes o quieres seguir-dije viendo la espada que posaba en mis manos-

-No te dejaré el camino fácil-dijo levantando su espada en mi dirección-

-Deberías tomar un descanso, podrías desmayarte-solté antes de correr en su dirección empuñando la espada hacia ella-

La velocidad con la que me movía en estos momentos es increíble, sentía mis pies arder y a mi corazón latir bien puesto. Sharon múltiples veces trataba de lastimarme con aquella espada, pero fallaba en el intento, me sentía imparable y con una incontenible felicidad. Es un sentimiento que estoy experimentando por primera vez.

El saber que estoy logrando superarme, saber que puedo llegar a ser mi propio creyente, saber de lo que soy capaz de hacer y por lo que estoy corriendo ahora mismo...Una victoria.

Habían pasado un par de minutos en los que Sharon trato de lastimarme, fallando por completo, estaba fastidiada, su pecho subía y bajaba en un intento por agarrar aire y sus ojos me mostraban lo enfurecida que se encontraba.

-Esto es todo, no dejaré que me dejes en ridículo -dijo alterada-

Nuestras armas chocaron causando que pequeñas chispas salieran de estas, nuestras manos se mantenían en alto manteniendo el arma en su lugar, ninguna quería perder al parecer, pero no la dejaré ganar, que se trague mi victoria, Soy Xiel Darcless y no dejaré que nadie me lastime con cosas del pasado.

Con todas mis fuerzas levante mi espada, el movimiento hizo que la espada se escapara de las manos de Sharon, dejándola expuesta y sin nada para defenderse, ella levantó su cabeza, dejándome ver su mejilla en la cual pude ver un corte del que salían pequeñas gotas de sangre las cuales limpio con su muñeca. Levantó su vista y juro por los Dioses que vi fuego en ellos.

 Eternal Curse Of The MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora