Sin voz y sin voto

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Luego de casi ahogarnos por las carcajadas que nos causaron Audrey, Brock y Leyden, hablamos con nuestra mamita un rato, en si los chicos hablaron con ella sobre su vida en sus respectivos reinos, a diferencia de Audrey, Marwaen y yo, los demás no convivían con nuestra mamita Ethel a menudo como nosotros que la mirábamos siempre y solíamos hablar con ella por horas. Los chicos la escuchaban atentamente al igual que ella a ellos cuando contaban una anécdota de su vida, todos estábamos escuchando atentamente sus palabras y sus pequeños consejos hacia nosotros, ella sin duda tiene una posición muy preciada en nuestros corazones, es una persona increíble que merece recibir el mismo cariño que ella da a los demás sin esperar nada a cambio.

Luego de aproximadamente una hora, un guardia llego buscándonos diciendo que nuestros padres necesitaban de nuestra presencia en el salón de reuniones, nos despedimos de nuestra mamita diciéndole que pronto volveríamos para tomar té de manzana en la noche y contar más historias, ella respondió con una gran sonrisa que nos esperaría el tiempo necesario.

Salimos escoltados por el guardia que nos guio al salón, cuando llegamos a la entrada el toco la puerta para anunciar nuestra llegada ante nuestros padres. Cuando entramos hicimos una pequeña reverencia y nos posicionamos en frente de cada uno de ellos esperando las indicaciones que se nos darían, mis padres se pusieron de pie y me dieron una pequeña sonrisa antes de hablarle a todos los presentes en el salón.

-Tengan una buena noche mi querida familia o como debería llamarlos de manera oficial, reyes y príncipes de esta humanidad. –nos vio mi padre a nosotros mientras decía esas palabras-

Por alguna razón tenía un presentimiento de que mi padre diría algo que no me agradaría en absoluto, posiblemente tenia mis sospechas de lo que estarían tramando todos ellos en nuestra ausencia.

-Como es de su conocimiento hace menos de un mes fuimos atacados nuevamente por las olas de Terios, la construcción de nuestro reino Entoria empezó inmediatamente después de los sucesos que ocurrieron, nuestra población está pasando un mal momento, pero no por eso debemos de frenar nuestras tradiciones. En este caso sería la festividad de la noche de las flores. –dijo mi padre con una sonrisa la cual yo no podía compartir a diferencia de los demás-

En mi mente paso la idea de que quizás mi padre no estaría hablando en serio viendo lo que hace poco pasamos era i imposible que él estuviera dispuesto a realizar esa actividad tan grande en nuestro reino sabiendo que muchas familias estaban de luto por la pérdida de sus seres queridos luego del inesperado ataque que sufrimos.

-Majestad con todo respeto considero el hecho de que deberíamos esperar un poco para realizar dicha actividad, creo que las circunstancias no son las mejores para celebrar –expreso el viendo a los ojos a mi padre-

-Creo que ninguno de ustedes está entendiendo lo que estamos diciendo, con ustedes esto no es para dialogar si lo haremos o no, es una orden que como príncipes tienen que cumplir al pie de la letra como se les ha enseñado desde pequeños -se unió a la conversación el rey Alfredo de Aclasia-

-Majestades con todo respeto opino lo mismo que el príncipe Lewis –dij0 Audrey con la cabeza baja-

-Padre creo que el pueblo de Entoria está pasando por una situación difícil, las condiciones no son las adecuadas para dicha celebración –respondió con algo de molestia Birenth al ver como su padre y el resto de reyes nos excluían de la toma de decisiones-

-Lamentamos si ven esta decisión como la menos indicada, pero de alguna manera tenemos que hacer que el pueblo deje de tener miedo por lo que ha pasado –se unió a la conversación la reina de Prouston, dalia-

-Pero solamente debemos de aceptar que bajamos la guardia porque en años no había surgido un ataque en ningún reino, nadie se imaginó que atacarían y menos en Entoria. Solo tenemos que dejar que el pueblo pase un momento viviendo su lu… -respondí alzando la vista a los reyes, pero un golpe sobre la mesa me hizo callar y bajar la cabeza nuevamente-

-No entra en discusión hemos dicho Xiel –Pronuncio mi madre ya enojada porque nosotros estuviéramos opinando de una decisión ya tomada-

El salón se quedó en silencio unos segundos hasta que escuchamos como nuestros padres nos decían que eso era todo lo que tenían para comunicarnos, nos dieron unas breves indicaciones de nuestros deberes en esta actividad.

Aunque no estábamos de acuerdo con la celebración de la noche de las flores estaba claro el nivel de nosotros y el de ellos en lo que son tomas de decisiones, por lo tanto, como padres y reyes de los reinos al final nosotros les debíamos respeto…

 Eternal Curse Of The MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora