Lejanía

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Mis padres se apresuraron a abrazarme y yo les devolví el abrazo, las lágrimas se empiezan a desbordar de mis ojos recordando el suceso que ocurrió con el niño, los momentos vuelven a mi como un torbellino de recuerdos en los cuales veo claramente la sonrisa del niño y como sus hoyuelos se marcaban demostrando la esperanza que fue arrebatada por su muerte.

Me separo de mis padres y mis lágrimas siguen cayendo, trato de regular mi respiración para hablar.

-¿Dónde está? -pregunto aún con lágrimas en los ojos-

-¿Dónde está quién hija? -dice mi padre desconcertado-

-La mujer...su hijo está muerto por mi culpa -respondí con las manos en mi cabeza-

-Xiel no es tu culpa, muchas personas inocentes murieron y todos tratamos de ayudar sin éxito alguno, lo importante es que lo intentaste, no debes torturarte con este suceso - señaló mi madre-

-Es que yo le prometí a él y a su madre protegerlos y no lo logré, les fallé con una promesa -susurré tratando de no llorar otra vez-

Ambos me abrazaron susurrando palabras como un "todo estará bien" "no es tu culpa" quería creerles, pero en el fondo sabía que no podía, ni siquiera creía en mi como para creer en ellos...

Unos gritos se escucharon detrás de la puerta, era Drey, mi madre dijo que podía pasar y una Drey con cabello desordenado y un rasguño en su mejilla entraron por la puerta.

-Xiel ¿Estas bien? Dime que lo estás, no sabes lo preocupada que me encontraba por ti, no vuelvas a irte así, llévame la próxima vez, no puedes estar tú sola -dijo ella tan rápido que parecía una especie de trabalenguas-

-Si nos disculpas Xiel y princesa Audrey, tenemos asuntos que atender, volveremos más tarde, debes descansar mi niña -dijo mi padre y yo solamente asentí-

Cuando salieron de la habitación, Drey me vio como si tuviera años de no verme, soltó un suspiro y hablo por fin.

-Mi mamá y Marwaen regresaron a Forlez ayer -menciono cabeza baja-

-¿Fue por el ataque? -pregunte-

-En parte si, Xiel volveremos a ver a los chicos -dijo ella con un brillo insual en sus ojos-

Los recuerdos regresaron a mi cabeza, días donde no teníamos que estar preocupados por momentos por nuestros juegos, nuestras risas y nuestros sueños sobre nuestra libertad absoluta...pero aún así dentro de todos esos recuerdos había un vacío que no tenía explicación.

-Creo que eso es bueno -declaré mientras jugaba con los dedos de mis manos-

-Tenemos tiempo de no hablar con los demás, por decir que fueron nulas las veces en las que los vimos y eso fue hace mucho pero mucho tiempo, los únicos cercanos somos Marwaen, Lewis, tu y yo -soltó un suspiro y se dejó caer en la cama-

-¿Crees que será un problema para nosotros? Ya sabes, me refiero el hecho que no sabemos como será nuestra relación, además ni sabemos el motivo por el cual vienen -murmuré viendo el techo-

-Supongo que es por este ataque, tu padre llamo al resto para una reunión de emergencia, la situación parece que no va mejorar y si ya nos atacaron una vez no dudes que lo volverán hacer y no sabemos donde empezará -dijo con las cejas alzadas-

-Entonces que así sea, tenemos que hacer algo al respecto -dije poniéndome de pie-

Audrey se mantenía en mi cama con los ojos cerrados, dejo salir el aire contenido y me vio con una sonrisa.

A veces me sorprende la manera tan rápida en la que cambia de humor.

-Deberiamos ir a ver a Lewis, le debemos la vida por haberte encontrado -dijo poniéndose de pie-

Asentí en respuesta y salimos de mi habitación rumbo al cuarto donde se encontraba Lewis, entramos con cuidado de no hacer ruido pero vaya sorpresa la que nos llevamos al ver a Lewis viendo la pared como si fuera la mayor obra de arte.

-Lewis ¿Cómo te sientes? -Preguntó Drey con una sonrisa-

-Me duele todo, solo eso puedo decir Audrey -respondió haciendo una mueca por el movimiento que hizo-

-Ambas esperamos que te sientas mejor pronto, fuiste muy valiente allá afuera -mencionó Audrey-

Lewis no respondió y posó su mirada en mi, su expresión seria me causo algo de miedo y a la vez alivio de ver que estaba bien, como siempre alejado de mi sin decir una sola palabra.

Luego de ese momento que parecía eterno el asintió cerrando sus ojos, me atreví a verlo con detenimiento, pude ver los golpes que tenía en sus manos y sus dedos lastimados, su rostro tenía un golpe.

-Gracias -dije luego de unos segundos de silencio-

Lewis ladeó la cabeza y negó soltando un suspiro.

-Solo hago mi deber, no pienses que es por algo más -su gesto cambio a uno completamente serio-

-No dije que lo hiciste por algo más, no te des tanto crédito, solo quería darte las gracias pero tus actitudes como siempre dejan mucho que pensar -cerré mis puños y di media vuelta saliendo de aquella habitación-

Luego de varios minutos caminando llegue a la antigua colina donde solíamos jugar antes, muchos pensamientos llegaron a mi luego de esa pequeña discusión con Lewis, quería saber porque él era así conmigo, no recuerdo haberle hecho algo de pequeña ¿O si? Solo sabía que quizás el me odiaba y no estaba lejos de no ser mutuo.

Prefiero pasar mi tarde aquí tratando de pensar en alguna solución a todo lo que viene, tratar de investigar no estaba lejos de ser una locura, pero viendo el hecho que mis padres no me dejarían salir del palacio luego de esto tendría que recurrir a otros medios para poder hacer esto, supongo que hablaré con los chicos sobre esto y espero que podamos hacer un plan para poder al menos defendernos de lo que se aproxima, como dijo Audrey no sabemos en que momento o  circunstancias volverán atacarnos y esta vez estaremos preparados aún mejor que antes y les daremos mucha más batalla y se que venceremos solo es cuestión de tiempo...

 Eternal Curse Of The MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora