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Luego de la cita, ambos caminaron hacia la orilla de la playa, mientras que Lana veía el mar, él la veía a ella. La rubia se quedó quieta, apreciando la hermosa vista que tenía frente a ella, Tom la abrazó de espaldas, poniendo sus brazos alrededor de su cintura y colocando su barbilla sobre su hombro.

- Me alegra tanto tenerte conmigo... - el susurro del de trenzas hizo que se estremeciera un poco, ella acarició sus manos, mientras él continuaba abrazándola - Nos vamos? - preguntó dulcemente mientras depositaba un beso en su cuello, Lana asintió, separándose de él.

Tom quiso tomar su mano, pero Lana ya tenía las manos en sus bolsillos, empezaba a hacer frío, y más estando en la playa. Gracias a que Tom había elegido un lugar privado, no había fans alrededor para interrumpirlos.

Como siempre, el gemelo le abrió la puerta a la rubia, ella miró hacia la ventana, dándole una última vista al mar, una vez que Tom se sentó en el asiento del piloto, éste se acercó a ella, Lana pensó por un momento que iba a besarla, pero el simplemente le abrochó el cinturón.

- Esperabas algo más? - preguntó burlonamente mientras sonreía, Lana rió sarcástica mientras se cruzaba de brazos.

- A veces me caes tan - antes de que pudiera terminar de hablar, Tom le dió un beso en la mejilla, ella lo volteó a mirar - Intentas calla - otro beso más, pero ésta vez en los labios, el cuarpo de la rubia se aflojó mientras Tom tomaba su nuca firmemente, sus labios empezaron a moverse en completa armonía, encajaban a la perfección, ella le mordió el labio inferior levemente, permitiendo que sus lenguas se conozcan. El de trenzas gimió bajo mientras sentía como Lana iba intencificando el beso, empezando a acariciar su cintura por debajo de su camiseta, por qué se sentía así? No es como si una mujer nunca lo hubiera tocado, pero se sentía jodidamente bien. Ésta se separó de él, dejándolo con la respiración agitada - Esperabas algo más? - sonrió mientras repetía las palabras que él le había dicho anteriormente.

Tom le desabrochó el cinturón, tomándola de la cintura para sentarla en su regazo, teniendo sus piernas a los lados de su cadera, colocó sus manos sobre su cintura, acariciándola cuidadosamente, como si fuera el cristál más delicado del mundo. La piel de Lana se herizó al sentir los frios anillos de Tom sobre su piel, inconscientemente suspiró un poco, rápidamente apretó los labios para no emitir sonido alguno, no le quería dar esa sactisfacción a él.

- No lo había notado... - susurró viendo el piercing de la chica, ésta rió mientras se acomodaba en su regazo - Mierda, no hagas eso - dijo casi en un gemido, la rubia rápidamente entendió.

- Tan rápido? Esperaba más viniendo de ti - se burló ella, moviéndose "accidentalmente" una vez más, Tom recostó su cabeza en el pecho de Lana mientras la abrazaba fuerte de la cintura.

- No podré conducir así... - susurró sonriendo, la rubia soltó una carcajada - Me... ayudarías? Por favor - dijo en tono de súplica mientras la miraba desde abajo, aún abrazándola.

- Tengo licencia, me puedo encargar - respondió en tono de burla, él comenzó a bajar sus manos hasta su trasero, apretándolo levemente - No vas a convencerme, casanova - susurró ella, él la soltó, recostándo su cuerpo en el asiento.

- Que injusto - bufó Tom mientras Lana salía del auto con algo de dificultad, el de trenzas también salió, no sin antes acomodar su camiseta, cubriéndo... Eso, Lana se sentó en el asiento del conductor mientras que Tom estaba ahora de copiloto - No eres alemana, cierto? - la rubia negó mientras empezaba a manejar hacia la ciudad de nuevo.

- Je suis Français - Tom la miró con una ceja alzada - Francesa - él asintió mientras miraba al frente

- Nunca salí con una francesa - dijo sonriendo - Me alegra que seas la primera - ella rió levemente.

- Y tu eres guitarrista, cierto? Nunca escuché sus canciones - Tom se reincorporó en su asiento, mirándola algo sorprendido.

- Bueno, tendré que hacer un concierto privado para ti - respondió mientras acariciaba su muslo, Lana le dió un golpe a su mano, provocando que él la mirara mal.

- Esto me recuerda a que una vez salí con un guitarrista.

- Pero no más guapo que yo.

- No, era bastante guapo- Tom la miró con el ceño fruncido - Tenía cabello largo, ojos verdes, barba, era -

- Detén el auto - Lana hizo una mueca confundia - Hazlo - la rubia confundida accedió, quédandose a orillas de la carretera - No vuelvas a hablar de otro hombre así, mucho menos cuando estoy contigo - su voz sonaba tan seria... Y atractiva. Tom la agarró de la barbilla, haciendo que lo mirára - Eres mia ahora - ella parpadeó varias veces para luego soltar una carcajada.

- El mar te afectó el cere - unos labios la interrumpieron, sintió la desesperación y deseo con la que la besaba... Se sentía tan autoritario - Quién dijo que soy tuya, eh? Ni siquiera somos algo - murmuró entre besos, sintiendo como él le apretaba la cintura, el de trenzas se separó levemente de ella, aún rozando sus labios con los ajenos.

- Yo, lo acabo de decidir ahora - respondió con una sonrisa burlona, empezando a besar su cuello - Que no somos algo? Eres mi linda vecina... Amiga, y antes de que te des cuenta, serás mi novia - sus palabras solo provocaron que Lana suspirara, lo empujó levemente, éste lo miró divertido.

- Deja tus tonterías, ni siquiera puedo conducir en paz contigo de copiloto - arrancó el auto nuevamente, conduciendo por la desolada carretera, ya era bastante tarde, la luz de la luna y la de los faroles del auto eran lo único que alumbraban el camino.

(...)

Al llegar a sus casas, Lana salió del auto, no sin antes ser seguida por Tom.

- Lana... Mis palabras en el restaurante fueron completamente sinceras - la rubia soltó el picaporte, devolviendo su vista hacia el, el y esos ojos marrones que tanto detestaba - Mañana ven a casa, no quiero quedarme con las ganas de hacer ese concierto privado que te dije - Tom se acercó a ella, dándole un beso en la mejilla, un suave y dulce beso, lleno de sentimientos, antes de que el se vaya, Lana tomó su muñeca.

- Te creeré - murmuró lo suficientemente alto como para que el la escuchace, éste sonrió de oreja a oreja, volviendo a sentir aquellas mariposas en su estómago, se podría acostumbrar a esa dichosa sensación, dudó un poco, pero Lana lo tomó por las mejillas, besándo sus labios, aquellos carnosos y suaves labios que desde hace tiempo anhelaba sentir contra los suyos. Sin pensarlo dos veces, Tom colocó sus manos sobre la cintura de ésta, atrayéndola más a el, Lana se separó de él, mirándolo a los ojos, entrecerró los ojos por un segundo, para luego hacer una pequeña mueca, apretando sus labios antes de volver a hablar - Creo que eres un poco más guapo que el otro guitarrista con el que salía - el de trenzas rió mientras acariciaba su cintura.

- Te veo mañana, rubia - exclamó dándole un último beso, ésta vez en la frente.

- Debes pensar en un mejor apodo - reclamó ella con una sonrisa, Tom negó con la cabeza mientras empezaba a caminar hacia su casa.

- Eres mi rubia, siéntete especial - gritó dándole la espalda, aunque ella no lo podía ver, sabía que estaba sonriendo, idiota...

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1260 palabras

Sorry, Who are you? - TOM KAULITZ (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora