Alemania, Miércoles 6:30 a.m
Tom caminó hasta el avión, no le dijo nada a nadie, ni siquiera a Lana o su hermano, se recostó en su asiento mientras cerraba los ojos, sabía que tendría problemas al volver, pero no le importó. Apenas había pasado un día sin ver a su novia y ya la extrañaba.
Apenas su avión aterrizó, llamó a Lana, la cuál atendió luego del tercer tono.
– Por qué me llamas tan temprano? — dijo una somnolienta rubia.
– Conoces la torre ifel?
– Me llamas solo para eso? Claro que si, soy francesa, idiota — respondió mientras bostezaba.
– Ve allí lo más rápido que puedas — la rubia se sentó en su cama mientras fruncía el ceño.
– Por qué?
– Solo hazlo — Lana aceptó dudosamente, eran las ocho de la mañana, demasiado temprano para ella, ya deducía que planeaba su novio, lo conocía lo suficiente como para saber que seguramente iba a estar allí, en Paris, solo por ella.
El de trenzas caminaba alrededor de la torre ifel, con sus maletas en mano, gafas oscuras y con la capucha puesta para no ser reconocido, pudo ver a lo lejos la silueta de la chica que tanto le encantaba, reconocería ese largo cabello rubio con mechas negras en cualquier lado y más esa pequeña cintura con aquel tatuaje en su espalda baja.
La abrazó por detrás, ganándose un golpe por parte de la rubia, ésta se giró rápidamente, encontrándose con su novio retorciéndose de dolor.
– También me alegra verte — dijo el mayor sonriendo mientras se tocaba el estómago.
– Mierda, me esperaba algo como esto, pero no que vengas tan rápido — Lana exclamó irritada mientras lo ayudaba a enderezarse.
– No pensarás que te dejaré sola, y además con tu madre queriendo que te cases con alguien que no sea yo — sintió sus manos sobre sus caderas, atrayéndola más hacia el, haciendo que sus cuerpos se junten.
– Dónde te quedarás? — cambió de tema rápidamente, ni siquiera quería pensar en ello.
– Contigo, obviamente — contestó acercando su rostro al de su chica.
– Claro que no.
– Claro que si.
– No puedes.
– Por?
– Mhn, no lo sé, quizás porque aquí vivo con mi madre, la cuál me odia a mi y todo lo relacionado conmigo? — Tom suspiró, para luego darle un beso en la mejilla.
– Quiero conocer al prometido de mi novia, podré? — la rubia le dió un beso en los labios, colocando sus brazos alrededor de sus hombros.
– Lo llamaré, es bastante guapo y amable — respondió burlonamente, sintiendo como el agarre de Tom se hacía ligeramente más fuerte.
– Ah si? — susurró rozando sus labios con los de la rubia.
– Si... Pero mi novio es aún más guapo — el mayor sonrió antes de unir sus labios con los ajenos, abrazando su cintura mientras la besaba, extrañaba tanto sus labios, sus suaves y carnosos labios – Tu hermano y amigos saben que viniste? — susurró Lana mientras acariciaba su mejilla, sintiendo como las manos del de trenzas bajaban hasta su trasero, apretándolo levemente.
– No quise arruinar la sorpresa, además si decía algo, no me dejarían venir — recibió un golpe por parte de su novia.
– Llama a Bill ahora y dile, harás que se preocupen todos — Tom maldijo en voz baja y siguió la orden de su chica.
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Sorry, Who are you? - TOM KAULITZ (TERMINADA)
Fanfiction- Y tu eres? - preguntó ella con un leve tono sarcástico, mientras le daba una calada a su cigarrillo; él sonrió de lado. - Ya deberías conocerme, hermosa - Tom acomodó uno de los mechones de Lana detrás de su oreja, acercando su rostro al de ella...