Alex abrió la boca sorprendido cuando Maximov se bajó los pantalones por completo, liberando su pene, grande y bastante erecto. Lo primero que Alex pensó fue que era imposible que semejante tamaño pudiera entrar en él, porque no había forma, si lo hacía no iba a poder sentarse mañana en la reunión y en serio iba a ser mortificante.Pero por otro lado su interior se apretó un poco, se contrajo, ansiando ese pene dentro, el único pene que quería tener dentro, que pertenecía a Maximov, el hombre más idiota y guapo que conocía, joder, con sus tatuajes flexionandose al compas de sus músculos, sus abdominales bronceados.
Alex envidiaba un poco ese cuerpo, le gustaba entrenarse en el gimnasio, pero su complexión era más delgada, sus bíceps estaban pero no eran ni de cerca grandes como los de Rhys, y su piel, tán pálida, como si jamás hubiera salido al sol, además era tan fácil dejarle marcas, su trasero con las nalgadas que Maximov le había dado iban a quedar esas marcas unos días allí. Eso lo excitaba, todo eso debería molestarle, intimidarlo, pero lo excitaba tanto.
Bajó su vista al enorme falo de Maximov duro contra su abdomen, y otra vez una pequeña sensación de pánico se apropió de él.
-Deja de verlo de esa forma, o no pondré reparos en lo que ocurra a continuación.
-Yo... este...- Alex se enderezó un poco, inseguro.- ¿Estás completamente seguro que puede entrar en mi y no doler?
Rhys se rió ligeramente y le besó la mejilla.
-No tenemos que hacerlo si no quieres, puedo usar mis dedos contigo, o chupartela.
-No.- Alex negó.- Si quiero hacerlo.
Realmente quería, si, estaba un poco intimidado por el tamaño de Maximov, no iba negarlo, no obstante sus ansias eran aún mayores, quería hacerlo, quería sentir ese poderoso miembro dentro suyo, moviéndose.
- Bebé, voy a prepararte ahora, se que lo que va ocurrir no es a lo que estás acostumbrado, por lo que si sientes alguna molestia quiero que me lo digas, nos detendremos si me lo pides.
-Está bien.- jadeó.
-Es distinto tener solo dos dedos dentro que este.- apuntó su erección y Alex realmente no necesitaba que se lo dijera.
-Quiero hacerlo.- corroboró.
Rhys asintió. Y sus ojos volvieron a oscurecerse.
-Voy a metertela hoy, Alex. Por si no lo has entendido. Y tienes prohibido venirte hasta que lo haga. Si me desobedeces, el castigo de antes habrá sido un chiste comparado con lo que te haré. ¿Está eso claro, precioso?
Alex tragó saliva, y asintió.
-Bien.
Alex se bajó la vista cuando escuchó una cremallera y su corazón de aceleró cuando notó como Maximov sacaba un bote con lubricante y unos condones de su bolso, joder, eran muchos muchos condones. No iba a usarlos todos con él ¿cierto?
Repentinamente recordó todos esos videos de porno gay que había visto, e intentó relajarse no obstante sus músculos no captaban el mensaje porque estaban ligeramente en tensión, no le gustaba no saber como era lo que iba ocurrir, lo que le sorprendía era que a pesar de lo expuesto que se sentía, le gustaba que fuera Rhys quien podía verlo así.
-Precioso.- dijo Rhys, inclinándose para besarle los omoplatos, y la nuca.- Esto va a ser un poco incómodo al principio.
-Me meterás tus dedos.- respondió Alex satisfecho con saber esa información.- Ya lo sé, ya lo hiciste una vez, no soy este inocente chico hetero que no sabe como va el sexo gay.
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Make me love you (Gay)
RomanceAlex tiene 34 años, ha trabajado 10 años para Industrias Maximov, y espera que luego de todo el arduo trabajo su esfuerzo sea recompensado de alguna forma, y ¿Qué mejor que de ser ascendido a nuevo Director Ejecutivo? Pero, ¿Qué puedes hacer cuando...