Capítulo 36

1.3K 95 38
                                    



Alex se ajustó el nudo de su corbata frente al espejo de su oficina, su mirada aún reflejaba un cansancio profundo fruto de esas semanas tan estresantes que había tenido, si Elena hubiera estado allí le hubiera pedido el favor de que le maquillara un poco las marcadas ojeras antes de tener que salir a hablar con los reporteros.

Los últimos meses habían dejado en Alex un gusto agridulce, sus recuerdos estaban poblados con secuencias que se reproducían en su cabeza sin darle un respiro, la muerte de Ivan, los ataques, el secuestro, las pesadillas, el drama, y... Rhys.

Escuchó unos golpes en la puerta de su oficina, y seguido de esto Rhys entró.

-¿Estás listo? Ya están todos esperando por nosotros.

A pesar de que el día que les esperaba se veía bastante estresante, Rhys parecía estar tan tranquilo como siempre, como usualmente era él, tenía puesto un traje que Cristina le consiguió ya que este no tenía uno por haberse quedado a dormir en su casa la noche anterior, aun llevaba su pierna cubierta en una férula de yeso, pero no parecía costarle trabajo caminar.

-Si, ya estoy listo.- respondió Alex, y se pasó la mano por su oscuro cabello para ordenarlo un poco más.- Solamente quiero hablar contigo un segundo.

Lucía nervioso lo que era un indicativo de que lo que estaba por decir no era algo bueno.

-Verás.... si no me equivoco, tú no has estado en muchas ruedas de prensa, y quiero advertirte que los periodistas suelen ser muy pesados.

-Lo sé.

-No, no creo que lo sepas, es solo que siempre están buscando un pequeño detalle para hacerte tropezar, son como unos chupasangre que buscan sacarte todo por donde puedan, incluso información que no quieres darles. Información personal.

Rhys alzó sus cejas con intriga.

-Temes de que divulgue información comprometedora sobre nosotros.

Alex sintió repentinamente la cara caliente.

-N-no. Quizás. Pero no es solo por... esto que tenemos.

Alex jugueteó con sus manos nervioso, aun no le habían puesto nombre a lo que sea que tenían, Rhys le había dicho que fueran amigos justo antes de decirle que odiaba en realidad ser su amigo.

-¿Qué otro motivo puede haber?- preguntó Rhys, no parecía alguien enfadado para ser una persona a la que acaban de insinuarle que su amigo-no-amigo no quería que la prensa los envolviera románticamente, aun siendo que así era.

Alex suspiró resignado, y le miró con un gesto de culpabilidad.

-Muchas personas tenían la idea equivocada de Ivan y yo. Pensaban que la razón porque me había ascendido a mi corta edad y me daba mejores oportunidades, era porque él y yo,  estábamos...ya sabes.

-Alex, sé que eso no son más que rumores.

-Si.- indicó pasándose la mano por el cuello.- tu lo sabes. Pero las otras personas...

-Crees que dirán lo mismo si se enteran de que estás conmigo.- le cortó Rhys.

Alex asintió, con pesadumbre. Obviamente le había dado vueltas y vueltas en esa cabeza neurótica suya, pensó Rhys, lo conocía lo suficiente para saber que se atormentaba lo suficiente él solo.

Rhys sonrió con malicia, y le pasó una mano por la mejilla, dejando que la yema de sus dedos recorrieran ese punto débil al costado del cuello del hombre.

-¿Yo te gusto?

-¿Por qué me preguntas eso?-  inquirió Alex con las mejillas enrojecidas, avergonzado por el suspiro que se escapó de sus labios, era bastante tímido al momento de exponer sus sentimientos, y Rhys lo sabía.

Make me love you (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora