¿El señor está aquí? Se estaba ganando mi alma y mi cama

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Narra Mayte

Después de que pasara una tarde magnífica a lado de los amores de mi vida y de mi gordito precioso siendo tan amena la tarde con ellos, decidí darme un baño mientras Manuel voluntariamente les contaba una historia a mis chiquitines antes de dormir, me relaje bastante en la ducha y recordé ese pequeño encuentro con la hermana de Manuel aunque dentro de mí aún tenía la pequeña duda de si en realidad era su hermana por otra parte confiaba en que Manuel jamás ocultaría algo tan importante como la existencia de un hijo, no me di cuenta del tiempo qué pasó hasta que salí de la ducha y miré la hora 23:30PM, me espanté pues era tardísimo así que me coloqué una bata atando los listones alrededor de mi cintura para después dirigirme hacia la habitación de mis hijos que al llegar me topé con una hermosa escena a mi parecer, estaba Manuel sentado casi acostado en la orilla de la cama y ambos gemelos acurrucados en la misma cama mientras Manuel los abrazaba ya dormido, me acerqué con cuidado y moví el brazo de Manuel de encima de los niños haciendo que esté me mirara espantado y le hice una seña para que no hiciera ruido, así fue Manuel se levantó con cuidado de la cama y los arropó delicadamente para que no se despertaran haciéndome sonreír me dirigí sin hacer ruido hacia la puerta y miré como él me miraba nervioso haciéndome sonreír confundida.

Manuel: Maytis, me tengo que ir-Dijo aún adormilado mientras salíamos de la habitación y negué con la cabeza mientras cerraba la puerta.

Mayte: Manuel es tardísimo, ¿Cómo crees que te vas a ir?-Dije mirándolo cruzándome de brazos.

Manuel: Maytis, ¿Cómo crees que me voy a quedar?-Dijo mirándome con una sonrisa.

Mayte: ¿No puedes pasar esta noche conmigo?-Dije acercándome a él y este me abrazo colocando sus manos en mi cintura.

Manuel: No lo sé-Dijo pensativo-May es que si me gustaría quedarme a dormir contigo-Dijo mirándome a los ojos y dejó un beso corto en mis labios.

Mayte: ¿Entonces?-Dije mirándolo con el confundida-No veo cuál sea el problema-Dije  con el ceño fruncido.

Manuel: Es que con esa bata te miras preciosa-Dijo mirándome con una sonrisa y mordí mi labio mientras sonreía y sentía que me sonrojaba-Pero no quiero perder mi virginidad de nuevo-Dijo mirándome burlón y lo miré seria pues podría apostar que Manuel ya la había perdido más de 100 veces aunque aún dijera que era después de estar conmigo.

Mayte: Te deseo que pases buena noche Manuel y discúlpame por no acompañarte a la entrada pero muero de sueño-Dije mirándolo con una sonrisa fingida mientras me acercaba a dejar un beso en su mejilla para después comenzar a caminar a mi habitación.

Manuel: May-Dijo siguiéndome-Si no pasó la noche contigo no será buena-Dijo abrazándome por detrás haciéndome sonreír.

Entramos a mi habitación y Manuel comenzó a dejar un camino de besos por mi cuello, fue bajando sus manos por mi abdomen hasta llegar a los listones que ataban mi bata y al desatarlos se dio cuenta como no llevaba nada debajo haciéndolo sonreír y sus pupilas se comenzaron a dilatar me giré quedando frente a él  y este comenzó a besarme apasionadamente comencé a quitarle la camisa y este terminó de quitarme la bata, baje mis manos hasta su pantalón mientras continuábamos con el beso yo trataba desesperadamente quitarle el cinturón después de dos intentos lo logré, desabroché su pantalón, baje el cierre y comencé a bajarle rápidamente el pantalón dejándolo solo en bóxer, Manuel se se paró del beso para comenzar a besar mis senos mientras jugaba con mis pechos dejando mordiscos, lamidas y succionaba yo metí mi mano en su bóxer y comencé a jugar con su amiguito haciéndolo temblar y quedarse quieto jugando con mis pechos mientras jugaba con Manuelín, cuando menos pensé Manuel se estaba estremeciendo y se había logrado venir, Manuel tenía la respiración agitadisima y yo acariciaba su cabello, después de unos segundos se logró recomponer y comenzó a dejar besos por todo mi cuerpo y poco a poco fue bajando hasta llegar a mi zona más sensible comenzó a jugar con ella y tomé una almohada para callar mis gemidos, después de un rato sentí como estaba jugando con nuestras zonas sensibles a punto entrar cuando me quito la almohada de la cara y comenzó a besarme al entrar en mí haciéndome callar el gemido, así fueron las siguientes embestidas con Manuel callándome a besos, después de un rato Manuel fue aumentando el ritmo y puso su mano en mi boca mientras lo hacía más rápido y con menos delicadeza haciéndonos llegar al clímax, no sé cuanto tiempo pasó de nuestra guerra de amor por llegar al cielo incontables veces más pero pude ver como el sol se comenzaba asomar por la ventana mientras me encontraba acostada entre los brazos de Manuel mientras acariciaba su pecho.

Cambiando el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora