Mi debilidad

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Narra Manuel

Después de que Jorge revisara a Mayte me quedé inquieto pues mis miedos se hacían presentes carcomiendo mis pensamientos pues pensaba en cada posibilidad que había y en cada posible solución que podría haber pero el miedo de que Mayte corría riesgos al igual que la nena me ponía a temblar.

Jorge: No te asustes, Mayte y la bebé estarán bien, confía-Dijo dándome unas palmadas en mi brazo.

Manuel: Estoy lo que le sigue de asustado-Confesé lleno de sinceridad.

Jorge: Vendré a hacer chequeos semanales o si tienes alguna inquietud no dudes en llamarme y aquí estaré-Dijo sonriéndome y asentí agradecido por eso.

Manuel: Te lo agradezco-Dije sonriéndole con amabilidad y este me abrazo.

Jorge: No tengas miedo hermano, todo saldrá bien solo si te recomiendo que Mayte no vuelva a estar en una situación con demasiada presión y por lo que dijo de su padre también recomiendo que no este cerca al menos en lo que ella se estabiliza para no tener más problemas y que sean mas riesgosos-Dijo mirándome y asentí.

Manuel: Eso ultimo no creo poder controlar ya que trabajan juntos ademas es su padre-Dije mirándolo y asintió.

Jorge: Entiendo pero si eso afecta su salud deberías de ver cómo no lo haga, podrías hablar con el sobre el tema-Sugirió.

Manuel: Quizá lo haga mañana-Dije mirándolo y este asintió.

Jorge: Ni que decirte-Dijo negando con la cabeza y se sonrió-Nos vemos en la comida del domingo, Mayte puede ir para entonces supongo que estará menos estresada-Dijo mirándome y lo mire con una sonrisa.

Manuel: Que bueno que me lo dices, nos servirá a los cuatro ir a casa de mi mamá-Dije mirándolo y este sonrió.

Nos despedimos una vez más y Jorge salió de la casa, recibí una llamada de un numero desconocido al responder era aquella mujer con la que había firmado el contrato quien decía llamarse Lydia Coronado, me pidió si podía pasar a su oficina pues ya estaba casi todo listo para que me entregara las llaves, rápidamente le dije que iría hacia allá, subí las escaleras y le eche una mentira piadosa a Mayte pues le dije que iría a comprar las vitaminas que Jorge le había recetado, salí de la casa y conduje en mi auto hasta el lugar que me había indicado la asesora de inmobiliaria, al llegar mire que era un edificio modesto y que estaba tranquilo el lugar, entre y en recepción pregunte por la oficina de Lydia Coronado casi de inmediato me hicieron pasar a la sala de espera, al estar apunto de sentarme salió un hombre que se carcajeaba con Lydia, Alfonso el padre de Mayte no me imaginaba encontrarme con él y mucho menos allí.

Don Alfonso: Mijares-Dijo mirándome fijamente con aquella seriedad que ya me esperaba.

Manuel: Alfonso-Dije mirándolo fijamente mientras lo saludaba extendiendo mi mano y este la tomaba.

Don Alfonso: Tenemos un tema del que hablar-Dijo mirándome fijamente y asentí mientras soltaba su mano.

Manuel: Es bueno encontrarte aquí, pensaba ir a buscarte pero las cosas se alinean-Dije mirándolo fijamente y este se carcajeo.

Don Alfonso: Yo que me voy a andar alineando con tu destino cabrón-Dijo burlesco y sonreí pues se había roto un poco la tensión que aun estaba presente en el ambiente-Te quiero pedir una cosa-Dijo acercándose a mi.

Manuel: Que bueno porqué yo te quiero pedir otra-Dije mirándolo fijamente y este me miro con el ceño fruncido.

Don Alfonso: Ahora resulta que los patos le tiran a las escopetas-Dijo mirándome fijamente con una sonrisa de burla.

Cambiando el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora