Narra Mayte
Estaba atormentada por todos los pensamientos que pasaban por mi cabeza, Fernando había cruzado un límite no solo conmigo, con Manuel, decirle que si tenia la seguridad de que la nena fuera su hija me hacia enojar, no podía creer que desde el hospital donde según yo lo había mirado preocupado, él se empeñaba en romper lo que nosotros teníamos y romper esa ilusión de Manuel con nuestra hija.
Mayte: Manuel, saldré un momento-Dije mirándolo aún abrumada con la situación.
Manuel: ¿A dónde vas?-Dijo mirándome preocupado.
Mayte: A la comisaria-Dije acercándome a darle un beso corto.
Manuel: Te acompaño-Dijo mirándome fijamente y asentí.
Mayte: Le pediré a Rosario que se haga cargo de los chiquitines y de la nena-Dije sonriéndole y asintió poniendose de pie.
Me acerqué en busca de Rosario encargándole a los amores de mi vida, le comenté que Manuel me acompañaría y podríamos tardar bastante, evite mencionar que iríamos a ver como avanzaba todo con Fernando, Chucho fue nuestro chofer, no hizo preguntas sobre que haríamos en la comisaria solo se dedico a conducir, después de media hora llegamos, nos bajamos y nos miramos fijamente, notaba intriga en la mirada de Manuel y algo de preocupación.
Mayte: ¿Todo bien?-Le susurré y asintió.
Manuel: Sí, solo que me tiene confundido toda esta situación-Dijo suspirando y negó con la cabeza para después sonreírme-Tú tranquila, si entre el licenciado Rodriguez y De la Barrera no pueden solucionarlo le pediré a mi abogado que intervenga, algo tendrá que salvar-Dijo sonriendo de lado y le sonreí asintiendo.
Mayte: No creo que sea necesario llamar a otro elefante-Bromeé y este se rio bajito.
Manuel: A cuantos elefantes sea necesario llamar para que tú y el par de dos están tranquilos, les llamaremos-Dijo acercándose y lo abrace.
Manuel era el hombre de mi vida, siempre resolvía todo, buscaba soluciones aunque para mi no lo hubiera él siempre afirmaba que la habría y en esta situación no la veía muy clara, después de un largo abrazo acompañado de un largo suspiro al separarnos, nos tomamos de la mano, nos miramos e intercambiamos sonrisas, entramos a la comisaria donde se encontraba Alejandro hablando por teléfono al verme me sonrió con cierta preocupación, terminó la llamada y se acerco hacia a nosotros.
Alejandro: Pensé que ya no vendrían-Dijo saludándome con un beso en la mejilla-Manuel ¿Qué tal?-Dijo saludando con un apretón de manos.
Manuel: Que te digo-Dijo sonriendo a medias-¿Qué has solucionado?-Pregunto mirándolo fijamente.
Alejandro: ¿La verdad?-Dijo mirándome fijamente y asentí-Nada-Dijo mirándonos preocupado.
Mayte: Es que solo a Fernando se le ocurre hacer tal pendejada-Dije molesta y miré cómo Manuel me miraba arqueando una ceja al igual que Alejandro me miraba sorprendido-No me miren así-Dije mirándolos seria y Manuel se sonrió.
Manuel: Maytis, tranquila algo habrá que se pueda hacer-Dijo mirándome fijamente.
Mayte: ¿Y si retiro los cargos?-Dije mirándolos y estos se miraron entre sí.
Alejandro: Bueno, de eso quería hablarles-Dijo mirándonos, Manuel se colocó a mi lado puso su mano en mi cintura-Con los cargos la condena serian entre los 10, 8 o 3 años que anteriormente te mencioné-Dijo mirándome y asentí recargandome en Manuel-Pero se le sumarían los 5 años que el juez le quiere dar, ya no serian 10 años sino 15 años de condena-Dijo mirándonos y Manuel me miró preocupado.
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Cambiando el destino
أدب الهواةEl destino, que palabra tan compleja, indescifrable, incalculable, la vida algunas veces nos llega a sorprender cambiando nuestros planes de la manera más inesperada, llegando a cambiar lo que nosotros creíamos que era nuestro destino, Mayte Lascura...