En el último tramo

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Narra Manuel

Llegó el momento de retomar el ritmo después de mi viaje a España, los días posteriores a mi regreso se convirtieron en una especie de paraíso cotidiano, la armonía familiar se manifestaba en cada pequeño gesto, Mayte parecía irradiar una belleza más deslumbrante a medida que los días pasaban, La pequeña, nuestra adorada nena, crecía a pasos agigantados, su curiosidad por el mundo en constante aumento, llenándonos de asombro y orgullo a partes iguales, la complicidad entre el par de dos y Jos crecía a diario, convirtiéndolos en cómplices inseparables de risas y aventuras.

En la empresa la estabilidad reinaba, los engranajes de la empresa giraban con una fluidez excepcional, como si cada pieza del complicado rompecabezas encajara a la perfección, dos meses y medio habían pasado desde mi regreso, y mi vida profesional tanto como personal parecía haber alcanzado un estado ideal, una especie de sueño del que no deseaba despertar, donde cada día representaba un nuevo logro y un motivo más para sentirme satisfecho, hoy en particular, tenía una reunión crucial con Emmanuel, Iriarte y los Lascurain en su empresa para discutir los detalles finales de este gran proyecto que estaban sobre la mesa, listos para ser discutidos y pulidos hasta alcanzar la perfección, además, era el día marcado para el regreso de Mayte a su labor en la empresa, tras su licencia por maternidad, la combinación de estos eventos daba un tono de expectativa y emoción al día, la reunión con los Lascurain representaba un paso fundamental para el proyecto, un paso que ansiábamos dar con éxito, y el regreso de Mayte a la oficina traía consigo una energía renovada y un aire de novedad que se sentía como un impulso adicional para todos en la empresa.

Agustín: Yo personalmente estoy feliz que estes de vuelta en la empresa-Dijo sonriendo.

Don Alfonso: Me alegra que estes retomando de manera presencial tu trabajo, porqué te necesitamos-Dijo sonriendo y mis cuñados lo miraron sonriendo-Bueno, te necesito, tengo un proyecto muy bueno y confío en ti para dejarlo en tus manos, sé que lo llevaras de la mejor manera-Dijo sonriendo mirando fijamente a Mayte quien asentía, yo por mi parte sonreía sabia que ella estaba hecha para proyectos grandes.

Mayte: Me halagas papá-Dijo riendo y Alfonso le guiñó un ojo-Espero poderme adaptar muy rápido porqué con mi nueva rutina se me complica poquito-Dijo haciendo un mohín y este asintió.

Don Alfonso: Eres una Lascurain, ya lo hiciste una vez con dos bebés y podrás con tres-Dijo guiñándole un ojo y me quedé pensativo, no dimensionaba la manera en la que ella había podido ser madre y empresaria a la vez y no por el pensamiento machista, sino porqué la nena había noches en las que no lograba dormir nada y por ende nosotros tampoco, entonces no me imaginaba al par de dos llorar a la vez, quizá alguna noche de enfermedad multiplicada por dos y un sin fin de cosas más al doble, realmente sentí admiración por ella.

Fernando: Una disculpa por mi retraso, el trafico no me dejaba avanzar-Dijo entrando a la oficina con un semblante bastante apenado, Alfonso asintió con seriedad, sabia que odiaba la impuntualidad.

Don Alfonso: Déjate de palabrerías y toma asiento-Dijo señalando un asiento vacío a lado de Isabel quien miraba molesta a su padre-De hecho estábamos por iniciar la reunión, cierto Isabel?-Dijo sonriéndole haciendo que sus hermanos rieran bajito.

Isabel: Claro, necesito que termine pronto porque tengo cosas qué hacer-Dijo sonriendo forzosamente.

Fernando: No eres la única que tiene cosas que hacer-Dijo mirándola serio-Comencemos por favor-Dijo fingiendo una sonrisa.

Emmanuel: No se preocupen será rápido, ya esta casi todo para finalizar la obra-Dijo mirándolos a ambos y asintieron.

Aunque al principio de la reunión había en el ambiente tensión por parte de Isabel y Fernando conforme fue avanzando todo cambio, la reunión se desenvolvía con una dinámica positiva y alentadora, desde el momento en que habíamos entrado a la sala de reuniones, se percibía una vibración de colaboración y compromiso entre los presentes dejando de lado los comentarios entre Fernando e Isabel, estaba emocionado al igual que el resto cada palabra pronunciada estaba impregnada de determinación y un deseo compartido de alcanzar la excelencia en nuestro proyecto en Mérida, nuestro progreso hasta el momento había sido significativo, los detalles clave habían sido meticulosamente revisados y refinados, estábamos a punto de cerrar esos últimos aspectos que darían el toque final para la conclusión de la construcción, las discusiones constructivas y las ideas innovadoras fluían libremente, creando una sinergia única que llevaba nuestras expectativas más allá de lo previsto, en esa atmósfera cargada de entusiasmo, se mezclaba la satisfacción palpable por el trabajo bien hecho, habíamos superado obstáculos, tomado decisiones difíciles y mantenido un rumbo firme hacia la culminación exitosa del proyecto, esta sensación de logro se combinaba perfectamente con la emoción palpable por el próximo capítulo en nuestras empresas, era como estar en el umbral de una nueva aventura, sabiendo que estábamos a punto de escribir un nuevo capítulo emocionante en nuestra trayectoria profesional. 

Cambiando el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora