Capítulo 1: Lady Whistledown y el ramo de lavanda

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Después de un largo trayecto desde Ashby House hasta Londres, Amelia y su padre llegaron a la residencia del Conde en Londres para la temporada, donde le esperaba su hermano mayor, Charles y su cuñada Isabela. Charles era seis años mayor que Amelia y se casó la temporada pasada con Isabela, de 21 años, ambos eran muy felices juntos pues se casaron por amor. Charles siempre decía que en cuanto la vio en el baile de Lady Danbury no pudo dejar de pensar en ella.


Amelia tenía pocas amigas, pero desde que conoció a Isabela sintió que tenía una hermana y que ya no sería la única mujer de su familia y eso para ella, aunque no le importaba la compañía de su padre y hermanos, era una alegría porque por fin podría hablar de cosas de señoritas con alguien.

- ¡Isabela!- dijo Amelia efusiva mientras bajaba del coche.

- ¡Amelia!- dijo su cuñada acercándose a ella rápidamente. Ambas se abrazaron durante un rato.

- Ejem.- carraspeó alguien detrás de Amelia.- Creo que tu hermano soy yo.- dijo Charles sonriente.

- No te pongas celoso hermano.- dijo sonriente la morena cuando se acercó a su hermano y éste la levantó en el aire.


- ¿Lista para deslumbrarlos a todos?- preguntó su hermano con una sonrisa divertida.

- No empieces.- dijo molesta Amelia dándole un golpe en el brazo.- Ya estoy nerviosa como para que ahora me pongas más nerviosa tú.

- Venga relájate hermanita, yo si que estoy nervioso por la de pretendientes que vas a tener.- dijo con cara de disgusto.

- No estás nervioso, estás deseando ahuyentar a todo hombre que se acerque a tu hermana, pero siento decirte que ni tu padre ni yo vamos a permitir eso, cariño.- dijo Isabela agarrándole el brazo a su marido.

- Mi padre va a estar de acuerdo conmigo, de hecho va a ahuyentarlos más que yo.- dijo besando la sien de su esposa.


- ¿Qué es lo que se supone que voy a hacer?- preguntó el Conde divertido y abrazó a su hijo y a su nuera.

- Que vas a ser el primero que ahuyente a los hombres que vengan a verla.- dijo Charles.

- Por supuesto, voy a hacerles entrevistas personales a cada uno de ellos antes de que hablen contigo.- terminó de decir el Conde dándole una sonrisa cómplice a su hijo.

- Perfecto, si hacéis eso le diré a los criados que tiren todos los puros y alcohol de la casa. ¿Sería un desperdicio verdad?.- dijo Amelia con una sonrisa de suficiencia mientras que Isabela se reía disimuladamente.

- Eres mala.- dijo Charles mirándola con los ojos entrecerrados.

- No más que tú, hermano.- dijo cuando se encaminaba a la casa.


Isabela le enseñó su habitación a Amelia. Ella ya sabía cuál era, pero no iba desde que era una niña. Era una habitación amplia con dos ventanales que daban a la calle principal, de color azul grisaceo. Se puso a pasearse por el lugar, pasando las manos por la librería, el tocador, pero se quedó quieta cuando puso la vista en la cama. Había un ramo de lavanda.

- ¿Y eso?- preguntó Amelia extrañada.- Mi padre dice que eran las flores favoritas de mi madre, ¿las has comprado tú?

- No, no he sido yo, ha sido Lady Bridgerton, se hizo muy amiga de tu madre y cuando se enteró que debutabas esta temporada insistió en regalarte un ramo. Ya verás cuando la conozcas, te caerá bien.- comentó Isabela sonriente.

- ¿Por qué tengo la sensación de que todo el mundo me conoce y yo no?- preguntó curiosa, pero empezó a ponerse nerviosa cuando a Isabela le cambió la cara.- ¿Isabela?

- Te ibas a acabar enterando de todos modos, espera aquí.- suspiró la chica mientras dejaba a la morena en medio de la habitación.- No entres en pánico.- dijo antes de tenderle un folleto.

- ¿Cómo no voy a entrar en pánico si me dices eso?

- Tú solo léelo.


Todo apunta a que esta temporada de 1814 será igual que la del año pasado, ¿no?. Ha llegado a los oídos de esta autora que el Vizconde Bridgerton planea asentarse en un buen matrimonio y dejar de ser un Mujeriego, y sí, no es lo mismo un Mujeriego que un mujeriego.

Un mujeriego (con minúscula) es un joven inmaduro que alardea y se cree peligroso para las mujeres.

Un Mujeriego (con mayúscula) es consciente de que es peligroso para las mujeres. Y eso es lo que es Lord Bridgerton. Dicen que los Mujeriegos son los mejores maridos y esta autora no pone en duda que el Vizconde tendrá una larga cola de mamás casamenteras con sus hijas detrás de ellas.

Pero no solo eso, camino a Londres se encuentra la Señorita Amelia Compton, hija del Conde de Northampton, que debutará esta temporada. La joven, será de las muchachas más mayores en debutar, ¿algo positivo o negativo? Bueno, esta autora piensa que la edad puede ser una ventaja para la Señorita Compton, esto solo hará que se le acerquen más pretendientes, sumándole a que a todos nos gusta un buen misterio, nadie sabe cómo es y esta autora apuesta a que será la mejor entre las debutantes. ¿Quién sabe? Puede ser que la hija del Conde encuentre un matrimonio bien avenido este año. ¿Quizás con cierto Vizconde?

Revista de Sociedad de Lady Whistledown,

20 de abril de 1814


- ¿Qué es esto?- preguntó estresada Amelia.

- Es la columna de Lady Whistledown, todo Londres se entera de los secretos y cotilleos de la temporada gracias a ella. Y se ha enterado que te presentas. No me preguntes cómo, lo sabe todo.

- Vale, eso da miedo.- dijo Amelia entrecerrando los ojos.- Ahora tengo más ojos encima, ¿verdad?.- preguntó a lo que Isabela asintió con una sonrisa comprensiva, pues entendía que no quería llamar mucho la atención.- ¿Y Lord Bridgerton? ¿Es el Hijo de Lady Bridgerton?

- Si, se lleva bien con tu hermano, pero si quieres mi opinión, creo que Lady Whistledown tiene algo de razón.- dijo Isabela con delicadeza.

- Isabela, puedo cuidarme perfectamente de un hombre, sea "peligroso" o no como dice Lady Whistledown. No voy a caer en los trucos de un hombre.- comentó restándole importancia.

- Tú tenlo en mente por si acaso.- dijo Isabela.- Bueno, vamos a la modista a por ese vestido para la Presentación a la Reina, estarás preciosa.


Mientras tanto, cerca de la casa del Conde, en Grosvenor Square, Anthony Bridgerton se encontraba en su despacho cuando llamaron a la puerta, asomándose su madre.

- ¿Ocurre algo, madre?- preguntó Anthony extrañado, pues su madre no solía entrar con asiduidad en el despacho.

- ¿Has leído la columna de Lady Whistledown?- preguntó con una sonrisa que reconoció al instante y no le gustó nada.

- ¿Has añadido a otra Señorita en tu lista?- preguntó sin dejar de mirar el libro de cuentas.

- Lady Whistledown habla de ti y de la Señorita Compton, la hija del Conde de Northampton.- dijo emocionada.

- No tengo el placer de conocerla. Es la hermana del Señor Compton, ¿no?

- Me he tomado la libertad de enviarle un ramo de lavandas para darle la bienvenida, su madre y yo éramos muy amigas, falleció al dar a luz a la pobre chica. Me ha dicho la esposa del Señor Compton que es un encanto.

- ¿Qué me quieres decir con esto, madre?- preguntó Anthony entre divertido y exasperado.

- ¿Yo? Nada, nada, querido. Ya la conocerás en la Presentación a la Reina.- dijo saliendo del despacho riendo.


Su madre había conseguido lo que no había conseguido con ninguna otra Señorita, que le diera curiosidad. Conocía a todas las Señoritas aunque fuera de vista, pero la Señorita Compton era un misterio. Misterio le gustaría resolver.

¿Tenías que ser tú? - Anthony Bridgerton (Hermanos Compton 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora