Capítulo 3: La lista y la tarjeta de baile

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A la edad de 30 años, Anthony Bridgerton estaba seguro que nunca superaría a su padre en nada. Y cuando decía que no le superaría en nada también incluía la edad. Edmund Bridgerton falleció a la edad de 39 años. Edmund Bridgerton, un hombre devoto a su familia, valiente y amable, había muerto de la forma más absurda del mundo. La picadura de una abeja. ¿Cómo un hombre fuerte y sano podría morir por la picadura de una abeja?

Al morir su padre, vio cómo su madre se sumió en una pena que jamás había querido presenciar y, con 18 años, se vió en la obligación de convertirse en Lord Bridgerton y encargarse de la educación de sus hermanos pequeños. Sus padres se casaron por amor, y él no pretendía seguir sus pasos, pues, si se casaba por amor y moría, no quería que su esposa sufriera por él, ni tampoco querría sufrir por dejarla. Simplemente no podía.

Su deber era continuar el linaje Bridgerton y para ello lo único que necesitaba era una esposa. Había decidido casarse para tener tiempo suficiente para preparar a su heredero cuando él no esté. Sería feliz con sus hijos, pero tenía el deber de casarse. Todos los años todas las Señoritas y madres casamenteras estaban detrás de él en todos los bailes, por suerte, este año sería el último que las tendría detrás, y a la peor de todas también, su madre.


- Hermano, ¿podrías explicarme los puntos en tu lista para encontrar esposa?- preguntó Benedict bebiendo mientras su hermano terminaba de prepararse para el baile de Lady Danbury.

- Inteligente, no quiero hijos tontos, gusto por la lectura, algún tipo de habilidad que no sea hacer bordado, agradable a la vista y según todas las mujeres, las caderas para dar a luz son importantes, pero a mí me gustan para otras cosas.- terminó de decir susurrando antes de carraspear.- Sencillo.

- Por supuesto.- se burló Colin.

- Mi esposa será la que presente a nuestras hermanas y tiene que ser la mejor de la temporada.- dijo Anthony molesto.

- ¿Te refieres a la Señorita Compton?- preguntó Benedict con una sonrisa socarrona.

- Cierto, no podías quitarle la vista de encima en la Presentación de la Reina.- dijo Colin divertido.

- Os parecéis a madre.- dijo Anthony masajeándose la sien.

- ¿Acaso mentimos?- preguntó Benedict fingiendo estar ofendido.

- Ni siquiera tú vas a poder evitarla.- dijo Colin sin parar de reír.- Ya me cae bien.

- ¿Quién te cae bien?- preguntó Hyacinth apareciendo por la puerta.

- ¿Por qué no estás en la cama?- preguntó Anthony extrañado.

- Madre me deja ver cómo se preparan Eloise y ella para el baile de Lady Danbury.- dijo mientras se acercaba a sus hermanos para darles un abrazo de buenas noches.- Pero ya han terminado.

- Buenas noches Hyacinth.- dijeron Colin y Benedict al unísono, mientras salían de la habitación.- Te esperamos abajo hermano.

- ¿Qué te pasa?- preguntó Anthony.


Hyacinth nació después de la muerte de su padre y su madre no podía ni verla, así que había intentado hacer de figura paternal para Gregory y para Hyacinth. La niña era la más curiosa, intensa y bocazas de todos los hermanos Bridgerton. Le daba dolores de cabeza constantemente con su comportamiento con las institutrices, pero para él era especial, pues siempre le hacía sentir que podía ser un buen hermano mayor.


- El otro día le dijiste a mamá que este año íbamos a ir a Aubrey Hall.- comentó con una sonrisa tímida.

¿Tenías que ser tú? - Anthony Bridgerton (Hermanos Compton 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora