¿Tenías que ser tú? - Anthony Bridgerton (Hermanos Compton 1)

Capítulo 11: Aubrey Hall

Querido lector. ¡Vaya noche fue el baile de Lady Bridgerton! Fue un baile precioso, pero sin duda alguna, el baile que más captó la atención de todos fue el el baile entre Lord Bridgerton y la Señorita Compton.

Nadie podía negar que los sentimientos estaban a flor de piel, aunque para nuestra mala suerte, no hubo confesión por parte de Lord Bridgerton o de Lord Derby. Hablando de Lord Derby, parece ser que los hermanos Bridgerton sacaron a relucir su famosa unidad cuando impidieron que Lord Derby bailase con la joven Compton, la cual finalmente bailó con Lord Bridgerton.

Y tras una semana del baile de Lady Bridgerton, la familia Bridgerton ofrece este fin de semana unos días en su casa ancestral, Aubrey Hall. Un fin de semana en el campo, disfrutando del aire limpio y de la naturaleza... ¡Maravilloso! Pero más maravilloso sería si se volviera del campo con una propuesta de matrimonio. Esperemos que esta autora tenga algo que anunciar próximamente...

Revista de Sociedad de Lady Whistledown.

7 de junio de 1814

Anthony había pasado toda la semana visitando la casa del Conde de Northampton, todas las veces para ver a Amelia, pero ella se negaba a verle, y la entendía por completo, le había dejado pensar que no la amaba. Aunque Amelia también era de lo más testaruda al no querer verle, pero ella se defendía diciendo que no podía verlo, tan siquiera sabía si sería capaz de aguantar en su presencia cuando fueran a su casa de campo.

Y por fin llegó el día donde los Compton marcharon de Londres para poner rumbo a Aubrey Hall, en Kent. Amelia iba en un carruaje con su padre y su hermano Benjamin, mientras que Charles e Isabela iban en otro. Amelia no había hablado en todo el trayecto, su padre la miraba con preocupación, mientras que su hermano le miraba exasperado.

- ¿Qué diablos te pasa, metro y medio?.- preguntó sin poder aguantarlo más Benjamin.

- ¡Benjamin Compton, no maldigas delante de tu hermana!.- dijo Lord Northampton perdiendo la paciencia con su hijo.

- Como si nunca hubiera escuchado maldecir a un hombre.- dijo mirando divertido a su hermana.- ¿Por qué has evitado a Bridgerton durante toda esta semana?

- Eso no es asunto tuyo.- dijo Amelia cruzada de brazos.

- Muy bien, dile algo.- dijo Benjamin mirando a su padre.

- Algo.- dijo el Conde de Northampton haciendo reír a su hija y bufar a su hijo.- Pero ahora de verdad, Amelia. ¿Por qué no quieres verlo? ¿Se ha propasado contigo?.- preguntó enfadado.

- ¡Papá! ¡Claro que no!.- dijo Amelia escandalizada, pero se puso roja cuando recordó cómo le besó Anthony.

- Pues está claro que algo ha pasado para que no quieras verlo.- dijo Benjamin.

- Ha pasado que no va a cortejarme, ni me va a pedir matrimonio.- dijo mirando a su padre.- Así que no veo el motivo por el que tenga que recibirle en casa. ¿Estoy equivocada?.- preguntó Amelia sabiendo que no iban a rebatirle.

- ¿Y si ha cambiado de opinión?.- preguntó su padre dudoso.

- Entonces me lo dirá en estos días, al fin y al cabo vamos a estar en su casa.- dijo acariciando a Milo que estaba dormido en su regazo.

Mientras tanto, en Aubrey Hall, Anthony estaba firmando unos papeles cuando comenzó a escuchar la llegada de carruajes, se asomó a la ventana, que daba a la puerta de la casa, y la vio salir del carruaje. Anthony no podía creer lo hermosa que se veía en ese instante. Amelia estaba mirando con todo detalle la casa, no era como esas casas que desentonan en el campo, sino que se mimetiza con él. Por no hablar de lo grande que era. Anthony la miraba como si nunca la hubiera visto, llevaba un vestido vainilla que realzaba su piel dorada y el pelo en un semirecogido dejando sus rizos caer por su pecho. Ahora sí que pensaba que era el mismísimo sol del verano. Sabía que lo primero que querría hacer sería pasear por el jardín, así que se dispuso a terminar de firmar los papeles para reunirse con ella.