¿Tenías que ser tú? - Anthony Bridgerton (Hermanos Compton 1)

Capítulo 20: Una corona más

Por fin llegó la Navidad a Londres y se hizo notar en la Casa Bridgerton. Amelia estaba emocionada por celebrar las festividades, le encantaba esa época del año, la casa estaba repleta de guirnaldas, flores de pascua y coronas de flores. Y estaba aún más contenta de poder celebrar las primeras Navidades de su sobrino, Louis, que había nacido algo después del cumpleaños de Anthony y le habían puesto ese nombre en honor a la madre de los Compton.

- A Francesca no le gustan las coles de bruselas y sinceramente, a mí tampoco. Así que si puede ser, las dejamos fuera del menú. Y el resto del menú lo dejo en sus manos, tengo plena confianza en que todo saldrá perfecto. Ah, casi se me olvida. Recuerde que tiene que hacer comida también para los niños del Hospicio de Westminster y sus trabajadores. - dijo Amelia cuando terminó de hablar con la Señora Jones, la cocinera.

- No sé preocupe, Lady Bridgerton. La cena de Nochebuena saldrá a pedir de boca. Gracias por la confianza.- dijo la cocinera llena de orgullo.

- No se merecen, el mérito será todo suyo.- dijo Amelia sonriente.

- No tendría que haber bajado hasta aquí, podría haberme hecho llamar y así no se habría manchado el vestido.- dijo la Señora Jones apurada.

- Así no la interrumpo en sus quehaceres, y el vestido se puede lavar sin problema.- respondió Amelia sin perder la sonrisa.

- ¿Me permite hacerle una pregunta algo impertinente?.- preguntó con curiosidad la cocinera.

- Adelante.- dijo Amelia con cierta duda.

- Últimamente he hecho varias infusiones de manzanilla. Y sé que no son para Lord Bridgerton. ¿Se encuentra mal?.- preguntó preocupada.

- Llevo unas semanas con mucho cansancio y dolores de tripa ocasionales, pero nada más. Seguro que se me pasa.- dijo Amelia restándole importancia.

- A mi la manzanilla me ayudaba con los dolores de tripa al no retener comida cuando estaba embarazada de mis hijos.- dijo la cocinera mirando con una leve sonrisa a la Vizcondesa.- ¿La ha visto un médico?

- No se preocupe, Señora Jones. Si se queda más tranquila avisaré a un médico. Que tenga un buen día.

- Hágame caso, Lady Bridgerton. Llame a un médico y se alegrará.- dijo mientras Amelia se marchaba con una risa nerviosa.

La morena subió a su habitación a cambiarse de vestido y no podía dejar de pensar en lo que le había dicho la Señora Jones. ¿Y si realmente estaba embarazada?

- Sarah.- dijo Amelia llamando la atención de su doncella mientras le abrochaba el vestido limpio.- ¿Podrías avisar a un médico? A ser posible el médico de mi cuñada, me ha dicho que era muy bueno.

- Por supuesto, Señora. ¿Quiere que avise a Lord Bridgerton?.- preguntó Sarah preocupada.

- No, no. Está en el White's.

- Pero podría mandarle un lacayo para avisar que viene un médico.- comentó Sarah.

- Mejor que no. Si es algo importante, yo misma se lo haré saber cuando vuelva. No te preocupes.

Una vez llegó el médico que había tratado a Isabela durante todo su embarazo, Sarah lo condujo hasta la habitación de los Vizcondes.

- ¿No se encuentra aquí Lord Bridgerton?.- preguntó el médico confundido.

- Me temo que no, pero no será ningún inconveniente, pues Sarah estará presente.