¿Tenías que ser tú? - Anthony Bridgerton (Hermanos Compton 1)

Capítulo 21: La historia de una pérdida

- Sabes de sobra que no hace falta que te preocupes tanto.

- Y tu sabes que lo hago encantado.

- ¿Por qué no vamos al parque con los niños?.

- No puedes moverte demasiado en tu estado, querida.

- Aguafiestas.

- Disculpa por preocuparme por tu salud y la de mi hijo, Luisa.- comentó divertido un joven Conde de Northampton.

- Hija.- dijo Luisa acariciándose la tripa.- Estoy segura que esta vez, será una niña.

Luisa Compton era una mujer hermosa, con un espeso pelo moreno rizado y unos ojos marrones muy profundos. Era de baja estatura y complexión media. Podría parecer una mujer corriente, pero entre todas las mujeres, que eran perfectas rosas inglesas, ahí estaba Luisa, siendo un hermoso clavel español. Muchas mujeres la envidiaban porque poseía un encanto magnético y lo seguía teniendo a pesar de haber dado a luz a dos niños y estando embarazada. Era el tipo de persona que, al entrar en una habitación, aunque no lo quisiera nunca, todas las miradas se dirigían a ella.

Luisa y William eran felices, muy felices, algo bastante poco usual en la Alta Sociedad inglesa, a excepción de los Bridgerton, claro está. William se desvivía por Luisa y sus hijos, siempre les daba lo mejor y estaba tan emocionado por volver a ser padre, que cuando el médico le dijo a Luisa que guardara reposo, pasaba todos los días con ella, no pensaba separarse de su lado.

- Ya me la estoy imaginando igualita que tú.- dijo William emocionado.

- Pues ya era hora, porque después de Charles y Benjamin, creo que merezco un poco de parecido en alguno de mis hijos.- comentó Luisa rodando los ojos. Y es que, sus hijos mayores eran igual que William, con el pelo castaño y ojos verdes, a excepción de Benjamin que había sacado sus ojos.

- Benjamin tiene tus ojos.- dijo el Conde divertido.

- Solo el color, porque la forma de su cara es igualita a la tuya. Menos mal que eres guapo, porque sino dirían que nuestros hijos son "graciosos".- dijo Luisa haciendo reír a su esposo a carcajada limpia.

- ¡Mamá! ¡Mamá!.- gritó Benjamin entrando en la salita.- Charles dice que el bebé va a ser ahora el pequeño y no yo.

- Bueno, cielo... Es verdad.- dijo Luisa atrayendo a Benjamin para tenerlo cerca y tomar su pequeña carita en sus manos.- Va a ser el pequeño o la pequeña de la casa.

- No.- dijo Benjamin al borde del llanto.

- Dile a papá y mamá lo que has dicho que vas a hacer cuando nazca.- dijo Charles divertido.

- Me voy a mudar con el tío Charles.- dijo el pequeño de 4 años muy convencido con su decisión.

- ¡Benjamin, no digas eso!.- dijo Luisa molesta.- Tú no te vas a ir de esta casa.

- ¿Y si te digo que vas a seguir siendo el hermano pequeño?.- dijo William sonriente.

- ¿Cómo?.- preguntó Benjamin embobado acercándose a su padre y Charles haciendo lo mismo con la boca abierta.

- Porque vais a tener una hermana, entonces tú seguirías siendo el hermano pequeño.- terminó de decir William haciendo que Benjamin sonriera mientras Luisa y Charles le miraban con escepticismo.