"¿Hablas con los muertos?"

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Miré el alma perezosa de mi hermana todavía durmiendo sobre su cama. La observaba atentamente, Johnny y Mark habían llegado a invadir su espacio escuchando sus ronquidos mientras se daban miraditas cargadas de burla.

Ellos al ver que Hestia seguiría en su papel de la bella durmiente, decidieron charlar conmigo. Ahora me sentía el doble de paranóica, alguien la estaba acosando según ellos y ya yo me estaba consumiendo por la histeria.

¿Qué querían de nosotras?

Todavía tenía en la mente aquellas palabras dichas por mi madre, incluso las había escrito para no olvidarlas.

En la entrada su nombre escrito está, no vallas al bosque, cosas sobrenaturales ocurrirán, debes encontrar la puerta ya.

Pero qué quería que hiciera con aquel acertijo. ¿El nombre de quién? Tal vez fuera la persona que estaba metida detrás de todo éste embrollo de persecución hacia nosotras.

¿Y la puerta?

La llave que me había dado Leo era muy rara, tenía símbolos dibujados que no entendía y para colmo debía abrir una cerradura extraña, que aún no encontraba.

¿A eso se refería?

La menor al fin decidió despertar y cuando por fin los chicos salieron con la intención de cambiarse para ir a clases, la intercepté en su camino al baño.

- Tenemos que hablar - fue lo primero que dije.

Ella suspiró pasándose una mano por el rostro con pesadez.

- Lo sé. Te debo una disculpa como mínimo.

Y yo no me refería a nuestra discusión, yo solo quería saber si ella estaba bien. Me iba a volver loca si la perdía.

- Eso no es necesario Hestia..

- ¡Claro que lo es! - me interrumpió con un chillido - Me comporté como una estúpida. Te lastimé por ninguna razón aparentemente, me quise hacer la madura y dije algo que no estaba a ese nivel.

No quería verla llorar, pero lo hacía y me sentí impotente por ello. Yo había comenzado aquella discusión y solo por unos tontos celos que me cegaron. Por Dios, en qué estaba pensando esa noche. Mi hermana nunca me traicionaría y yo tampoco lo haría. Amaba a esa niña con todo mi corazón, fue la única que me  apoyó desde siempre y aunque yo era la mayor, ella siempre hallaba la manera de cuidarme y hasta le debía la vida. Sabía que especialmente mi personalidad no iba con la de demostrar amor, pero yo enserio amaba a esa niña, era mi todo y si algún día nos separaran juro que moriría.

- Soy un monstruo.

La atraje a mí abrazándola fuertemente al escucharla decir aquellas palabras. Ella no era así, ninguna de las dos lo éramos.

- No eres un monstruo - susurré acariciando su cabello, sentía sus lágrimas empapar mi hombro, hacía demasiado tiempo que no la veía de ésta forma y me partía el alma.

- Eso quisiera creer - se separó del abrazo.

- Hestia...

- Voy a meterme a la ducha, luego te cuento todo.

Ella en serio me contó todo lo que había pasado, desde que decidió hablar con Jungkook aquella noche de nuestra discusión para saber sobre el cadáver que habíamos encontrado en el patio, hasta el folio con fotos de ella que le aventaron, seña de una clara amenaza. Junto a Johnny había descubierto que era Kai quien estaba detrás de ella y que por ir a revisar en su habitación había vuelto a tener una alucinación.

Me alegraba que ese chico ya no existiera, a lo mejor eso fue lo mejor que pudo pasarle.

Me precipité hasta la entrada del internado, debía averiguar algo y tenía que hacerlo ya. ¿Qué tal y si otra vez se repetía un episodio macabro en nuestra contra?

THE FATE OF THE SHADOWS [#1] // JEON JUNGKOOK; BTS [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora