7. Los primeros seis meses del mensaje

1 0 0
                                    

Los primeros seis meses del mensaje presagiaron lo que estaba por venir. Día tras día el número de creyentes aumentaba, empezando por la esposa del Profeta (que la paz y las bendiciones de Alá sean con él) Khadija. No podemos mencionar este hecho sin aludir al simbolismo que esto encierra, la importancia de la mujer en el Islam. Ella fue la primera musulmana, la primera en rezar, la primera en postrarse ante Alá. La mujer es un pilar que merece respeto y debe ocupar un lugar destacado en la religión y en la sociedad.

El segundo musulmán fue su primo de diez años, Ali, hijo de Abu-Talib, del que Mahoma (que la paz y las bendiciones de Alá sean con él) se hizo cargo junto a Khadija ya que su tío era pobre. Una noche, mientras el Profeta (que la paz y las bendiciones de Alá sean con él) y Khadija estaban rezando, el pequeño oyó ruidos, se levantó de la cama y fue hacia donde ellos se encontraban. Al entrar, los vió y se quedó a un lado observándolos con curiosidad. Al cabo de un rato, después de darle muchas vueltas a la cabeza, se dirigió a ellos:

-¿Qué estáis haciendo? - les preguntó confundido.


-Rezamos a Dios, el Dios del mundo entero. - respondió cariñosamente el mensajero (que la paz y las bendiciones de Alá sean con él).


-¿Quién es ese Dios? - continuó dirigiéndose al Profeta (que la paz y las bendiciones de Alá sean con él) lleno de curiosidad y clavando sus ojos en él.


-Alà es el Dios de la tierra y de los cielos, el único, el absoluto, el eterno...


Ali lo miraba concentrado, sin saber qué hacer o qué pensar.

-¿Quieres seguirme? ¡Soy el mensajero de Alá! - le reveló con seguridad el Profeta (que la paz y las bendiciones de Alá sean con él).


-Déjame pensarlo - contestó sabiamente el niño.


Y con esto la conversación se dio por terminada. Resulta llamativa la sagacidad de este chico y el hecho de que no se precipitara al tomar una decisión. Al día siguiente fue en busca del Profeta (que la paz y las bendiciones de Alá sean con él) y le comunicó la conclusión a la que había llegado: "Doy testimonio de que no hay más dios que Alá y que Mahoma es su Mensajero."

La manera en la que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Alá sean con él) habló con Ali nos sirve de lección para aprender a comunicarnos con los jóvenes. Mahoma (que la paz y las bendiciones de Alá sean con él) fue comprensivo y en todo momento se mostró respetuoso con él, de ninguna manera intentó imponer su criterio ni lo trató de forma despectiva o degradante. Este hecho afectaría al futuro del Islam, pues Alí se convertiría en uno de los personajes más relevantes de la Historia.

La tercera persona en convertirse al Islam fue Abu-Bakr, el mejor amigo del Mensajero (que la paz y las bendiciones de Alá sean con él). El Profeta (que la paz y las bendiciones de Alá sean con él) nos contó que cada vez que transmitía el mensaje a alguien éste necesitaba al menos un instante para pensarlo. La única excepción fue Abu-Bakr que tenía confianza absoluta en su amigo. Era una persona pura, leal y buscaba la iluminación. Por lo tanto, no se debe subestimar el papel que juegan los amigos en nuestra vida, tenemos que elegirlos con cuidado.

Después se presentó al siguiente musulman, Zaid, hijo de Hariza, el sirviente del mensajero (que la paz y las bendiciones de Alá sean con él). Lo siguieron las cuatro hijas del Profeta (que la paz y las bendiciones de Alá sean con él). Recapitulemos: entre los primeros musulmanes encontramos cinco mujeres, un niño, un hombre y un sirviente.

¿Quién es Mahoma?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora