Como hemos explicado previamente, cinco años después del comienzo del Islam, los abusos y el terrible acoso de los coraichitas a los creyentes por meros intereses económicos no dejaron de aumentar. El Profeta (que la paz y las bendiciones de Alá sean con él) permaneció tranquilo, paciente y fiel a sus convicciones. En la actualidad se han levantado voces justificando estos actos malvados basándose en la idea de que los coraichitas se limitaban a proteger el sistema económico de la ciudad. Sin embargo, este sistema favorecía intereses inmorales, sin fe y sin ley. Su lema era el dinero por encima de todo. El Mensajero (que la paz y las bendiciones de Alá sean con él) encarnaba enteramente la mentalidad opuesta. Los beneficios que obtenía eran simplemente el fruto de los principios de justicia y honestidad que él seguía. Es decir: cosechas lo que siembras. Este concepto está intrínsecamente vinculado a las relaciones personales. Una pareja basada en el interés, sin amor, sin compasión y sin compromiso no llegará a ningún lado. Esto mismo ocurrirá con las empresas. Puede que una compañía funcione algunos años pero tarde o temprano se hundirá si se desvía de estos principios. Es la razón por la cual existe "el código de ética" empresarial. La codicia llevó a los coraichitas a acudir a la violencia en lugar de renunciar a sus prácticas corruptas y a los abusos cometidos contra los fieles. Como contrapunto, la generosidad del Mensajero (que la paz y las bendiciones de Alá sean con él) lo condujo por el camino de la paz. Durante estos años cargados de conflictos y animosidad, el cambio de fe de dos individuos, Hamza y Omar, hijo de Al-Katab marcaron un hito.
Los dos hombres eran nobles y poderosos. Hamza, el tío del Mensajero (que la paz y las bendiciones de Alá sean con él), era un caballero y cazador carismático que disfrutaba de la admiración y el respeto de todos. Otro datos es que era un hombre poderoso que representaba a su tribu. Omar, por otro lado, formaba parte de una de las tribus de Quraysh y asumía las funciones de lo que en la actualidad entendemos como un ministro de relaciones exteriores. Era conocido por su firmeza y rigidez. Estas dos figuras emblemáticas se convirtieron al Islam el mismo mes. Si esto no es considerado un acontecimiento fundamental, no sé qué podría serlo. Pero no nos precipitemos, vamos uno por uno.
Hamza tenía apenas dos años más que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Alá sean con él). Uno tenía 47 y el otro 45. Además, como hemos mencionado en el tercer capítulo, eran hermanos de leche.
En los primeros cinco años del Islam se convirtieron 50 personas. Durante este periodo Hamza no tomó parte en el conflicto, se mantuvo alejado observando de reojo lo que estaba pasando y en este tiempo su sobrino en ningún momento le insistió en que se convirtiera. Sin embargo, su conversión llegaría como una grata sorpresa y todo cambiaría en un instante.
Un día de calor de justicia la mezquita santa estaba abarrotada de gente. El Mensajero (que la paz y las bendiciones de Alá sean con él) estaba caminando pensativo, cuando Abo-Jahl se presentó justo delante de él con los ojos llenos de ira. Sin ningún preámbulo empezó a lanzarle insultos delante de todo el mundo. El Profeta (que la paz y las bendiciones de Alá sean con él) se sobresaltó pero al ver que el ataque no cesaba, aguardó con paciencia y no le respondió. En un rincón de la escena, una esclava musulmana estaba siendo testigo de este acoso y se llenó de rabia pero no podía hacer nada para defenderlo. Cuando no pudo soportar la furia ante la injusticia de lo que estaba presenciando, agachó la cabeza y salió de allí. Fue entonces cuando vio en el horizonte a un hombre a caballo. En principio no lo reconoció y no sabía por qué, pero se acercó hacia este misterioso individuo. En cuanto descubrió que era Hamza que estaba regresando de una de sus excursiones de caza, la esclava se puso roja de ira y una ola de coraje la impulsó a hablar:
¡Qué bien que vayas a cazar! - dijo en tono irónico- Mientras Abu-Jahl insulta y acosa a tu sobrino. -Se dio cuenta de la gravedad de lo que acaba de decir y el tono que acaba de utilizar.
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¿Quién es Mahoma?
SpiritualEste libro está inspirado por la serie de Amr Khalid sobre el Profeta (que la paz y las bendiciones de Alá sean con él), basado en ella y elaborado más por nosotras. Escrito por: Somayh Naseef Editado por: Elena Rodriguez