Golden hour; chewis.

10

La temporada en 2012 había transcurrido todo dentro de lo normal para los dos pilotos que ahora no cruzaban palabra alguna. Aunque lo que mas deseaban era volver a lo de antes, realmente se extrañaban mucho, pero les era imposible acercarse y ya no sólo por el problema que había sucedido entre ellos, sino también por la prohibición que les dio la FIA.

Estaban en el gran premio de Canadá de ese año, y cuando los dos quedaron en podio y tuvieron que festejar juntos no pudieron evitar sentir la emoción como la primera vez que festejaron juntos, pero ya no era lo mismo, no podían siquiera abrazarse para felicitarse mutuamente ni nada por el estilo, simplemente se empaparon de champaña y cada quien por su lado en cuanto terminó el festejo allí cada quien ir a sus respectivas entrevistas.

Nico estaba más feliz que nunca, haber filtrado esa foto realmente había servido para poder separarlos al fin.

Habría un festejo por la victoria de Lewis, pero ninguno de los dos quería asistir, ni el propio Lewis, no tenía ánimos de festejar. No cuando en su interior realmente se sentía mal. Después de su distanciamiento con el menor había vuelto a tener seguido la misma pesadilla de siempre, cuando antes que compartían tiempo juntos dejó de tenerlas, como si su mente la hubiera bloqueado por un momento gracias a Checo.

La gente no paraba de hablar de la foto filtrada de los dos pilotos, era lo único que les preguntaban en entrevistas, siempre sobre ese mismo tema. Así que la FIA comenzaba a planear algo para que ese tema terminara de una vez por todas.

Sebastian lo terminó convenciendo de que fueran juntos a la fiesta, Lewis terminó accediendo. Y cuando estaba por salir del hotel para encontrarse a Sebastian fuera hotel tuvo que recibir antes una llamada de su manager.

-Lewis tenemos que hablar, es algo que la FIA necesita que hagas desde hoy, por el bien de tu carrera. -escuchó la seriedad de su manager y eso lo asustó.

-Iré a una fiesta, ¿no puedes decirme mañana en la mañana? -le preguntó el británico.

-De hecho es grandioso que vayas a esa fiesta, allí la conocerás y una foto de los dos deberá filtrarse para mañana en la mañana. -le contó.

Lewis sintió su corazón estrujarse, le lastimó escuchar eso, entender a que se refería lo que la FIA planeaba con su vida privada. Una supuesta relación arreglada para el, solo para que el tema con Checo se apagara. Obviamente el no quería aceptar, ¿por que tendría? Lastimaría a Checo si es que el menor pensaba que era algo real.

-Lewis no solo es por tu bienestar, sino también por el de Perez, hazlo por el si en verdad te importa -su manager no quería obligarlo a nada, y menos a algo así, Lewis era especial para el.

-Esta bien entiendo, haré lo que pueda -respondió sin más suspirando rendido.

-Lo siento mucho -admitió la mujer.

-No te preocupes, no tienes la culpa de nada, yo tengo que sobrellevar las consecuencias de mis acciones -respondió y luego se despidió. Al colgar se dejó caer en la cama de golpe, no quería salir por esa puerta porque ya no habría vuelta atrás después de lo que ocurriría esa noche.

No supo ni en que momento empezó a llorar en completo silencio. Pero cuando sintió los brazos de alguien rodearlo alzó la mirada al instante esperando que fuera Checo (que era imposible), aunque en realidad era su mejor amigo que había logrado que le abrieran la habitación porque se había preocupado por el.

—Sebas, mi vida se arruinará mas de lo que ya esta -rió nerviosamente, sollozando y dejándose abrazar con suavidad.

—Lewis, recuerda que al final de cada tormenta hay un arcoíris, entonces se paciente y verás que todo se podrá arreglar; cuando todo esto se calme yo te ayudaré con Checo, yo se todo lo que pasó así que no pienso dejar que la luz que Checo creó en tu mundo al conocerte se apague. Eres mi mejor amigo y no quiero verte así, ahora acabemos cuanto antes con la mierda que la FIA quiere que hagas, mientras más pronto mas rápido todo terminará -las palabras de su mejor amigo lo ayudaron a tranquilizarse.