Golden hour; chewis.

19

Lewis caminó hacia la habitación de Checo para darle su visita del día. Ya habían pasado 3 días desde que despertó. Al británico ya le habían dado de alta, pero no planeaba irse hasta que su pareja pudiera recordar que estaban saliendo. No había podido comentarle nada al respecto desde ese día en que despertó ya que el médico se lo había prohibido, hasta que pasaran días y fuera conveniente soltarle tanta información.

—Buenos días Checo -le saludó sonriéndole.

El mexicano sonrió de vuelta.
—Buenos días Lewis.

—¿Crees que podamos hablar sobre ya sabes? -le preguntó sentándose junto a la camilla.

Checo asintió. Realmente quería saber al respecto, aunque el médico le recomendara que no escuchara tanta información de golpe.

—Fue la semana del Gran Premio en Mexico, yo te invité a salir y tu aceptaste. Te llevé al mejor mirador de CDMX y allí fue donde te expliqué todo lo sucedido en 2012, la razón por la cual ocurrió todo. Tu me escuchaste atentamente y me diste la oportunidad de volver a estar en tu vida, yo te agradecí enormemente que me lo permitieras y desde ahí volvimos a ser inseparables como al principio cuando recién nos conocimos. -le contó. —Después fue en la semana de la última carrera de la temporada en Abu Dhabi en el Burj Khalifa donde te pedí que me dieras la oportunidad oficialmente de hacerte feliz y enamorarte día con día, te pedí que me permitieras ser tu novio y aceptaste -le contó Lewis esperando que pudiera traerle los recuerdos de vuelta de esa vez.

Checo escuchó con mucha atención todo lo que el mayor dijo. No podía recordar nada al respecto, pero debía admitir que saber que ya estaban bien y hasta ya estaban saliendo lo emocionaba mucho.

—¿Has sido un buen novio? -preguntó con diversión.

Lewis rió levemente y asintió. —Por supuesto que si.

—No puedo recordar nada sobre eso aún, pero estoy seguro que con tu ayuda podré hacerlo pronto -sonrió el mexicano.

Lewis asintió. —Tómate tu tiempo, yo seguiré a tu lado sin importar que -admitió el británico.

—Lo cursi no se te quita nunca -bromeó el mexicano. —¿Fuiste cursi la noche en que me pediste que fuera tu novio? -preguntó con curiosidad.

Lewis no pudo evitar reír. —Solo contigo me comporto de esta forma, eres el único que merece conocer mi verdadero yo ya que tu fuiste quien me ayudó a conocerme a mi mismo -le respondió.

—Es bueno saberlo, yo también pude darme cuenta de que gracias a ti he conseguido sentirme mejor conmigo mismo, sin importarme el pasado ni nada más -respondió Checo.

Lewis asintió. —Me alegra escuchar eso Checo.

—Por cierto, te dieron de alta hace unos días, ¿por qué sigues aquí? Deberías estar disfrutando de unas buenas y merecidas vacaciones -dijo Checo para comenzar a abrir la gelatina que le habían llevado.

Gracias a la fisioterapia ya podía usar sus manos para cualquier cosa como normalmente. Aunque solo había estado llevando fisioterapia en una de sus piernas porque la otra seguía enyesada.

—No me iré hasta que te den de alta, mis vacaciones son lo de menos, prefiero estar contigo -admitió el mayor pasándole la cuchara para su gelatina.

—Entonces pasemos las vacaciones juntos -sugirió Checo con brillo en su mirada.

Fue en ese momento donde Lewis se dio cuenta que no sabría que hacer si Checo lo hubiera olvidado por completo. Todo lo que habían pasado juntos, como se habían conocido y todo lo que habían logrado juntos. Realmente que ellos dos llegarán a sus vidas había sido gracias al destino porque enserio llegaron en el momento exacto en el tiempo correcto.