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—¿Cómo se encuentra Lewis doctor? -preguntó Toto rápidamente.

—Bien, el esta fuera de peligro, no fue algo demasiado grave, simplemente sufrió una conmoción cerebral por el fuerte impacto así que sigue inconsciente, también se lesionó la muñeca derecha al momento de desmayarse ya que cayó encima de esta. Pero fuera de eso unos cuantos moretones y raspones.

Toto y los otros dos escuchaban atentamente, tranquilizándose al escuchar que estaba fuera de peligro.

—¿Despertará pronto? -preguntó Toto.

—Eso es seguro, quizás mañana en la mañana, deben dejarlo descansar pero le permitiré sólo a uno pasar a verlo -le dijo el doctor.

Toto volteó hacia atrás y le dejó a Sebastian poder verlo, después de todo era su mejor amigo.

Sebastian se levantó para caminar detrás del doctor que lo guiaría hacia la habitación de Hamilton.

Al llegar vio a su amigo allí en la camilla, con su brazo enyesado, y conectado a la máquina que ayuda a ir viendo sus signos vitales. Se acercó lentamente y tomó su mano sana con suavidad y la acarició.

—Gracias por ser fuerte amigo, ahora despierta pronto para que puedas empezar las increíbles vacaciones de las que me hablaste -decía Sebastian sintiendo lágrimas correr por sus mejillas.

Nunca antes habría imaginado ver a Lewis en esa condición, pero agradecía al cielo que realmente no hubiera sido algo demasiado grave.

Después de estar ahí un gran rato la enfermera le dijo que ya debía salir, entonces eso hizo, se despidió y salió de la habitación regresando a la sala de espera donde aún se encontraban Toto y Carlos Sainz que se mordía las uñas por la ansiedad. Se sentó junto a Carlos acariciando su espalda para tratar de tranquilizarlo.

—¿Cómo lo ves? -le preguntó Toto.

—El va estar bien, está inconsciente por la anestesia. -le respondió.

Toto asintió. —Veré si el doctor me permite verlo antes de irme -dijo levantándose para ir a buscar al doctor.

—¿Por qué no hay noticias sobre Checo? Moriré de angustia -habló Carlos. Sebastian sentía cómo temblaba.

—Trata de tranquilizarte, verás que estará bien, no te preocupes -trataba de animarlo.

Otro doctor llegó a la sala de espera.
—¿Se encuentra algún familiar de Sergio Pérez? -preguntó mirando alrededor.

Carlos se levantó de golpe. —Yo yo, soy familiar -no era del todo mentira, pero solo quería verlo y saber de él lo más pronto posible y sabía que si se hacía pasar por familiar sería más sencillo.

—El está estable en este momento, sufrió una conmoción cerebral por el ajetreo que ocurrió con su cabeza al chocar al impacto del accidente. También sufrió un esguince de tobillo grado 2, pero nada más grave, más que unos cuantos moretones en el cuerpo. Se pondrá bien, solo necesita descansar. En este momento sigue inconsciente. Esperamos que despierte dentro de estos días. -mencionó el doctor mientras el español escuchaba con atención.

—¿Puedo verlo? -preguntó esperando recibir un "si" por respuesta.

El doctor asintió. —No veo porque no, anda sígueme -le respondió.

Carlos lo siguió de inmediato, no sin antes despedirse de Vettel que probablemente no seguiría allí cuando el regresara. Después de todo ya era tarde.

Al llegar se acercó a la camilla viendo a su amigo allí acostado inconsciente pero estable y eso era lo que importaba. Su cabeza estaba vendada. Su pierna enyesada. Pero nada grave internamente.

Golden hour; chewis.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora