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Sebastian lo había dejado conversar un rato con Checo, pero no pudo darles más tiempo porque el doctor que atiende al mexicano llegó de repente y mandó a Lewis de vuelta a su habitación porque no debería estar allí sino con su catéter intravenoso puesto para mejorar su salud y descansando.

Lewis se despidió de Checo dejando un casto beso sobre sus labios.
—Nos vemos pronto cariño, solo hay que esperar a que nos den de alta.

Checo asintió sonriéndole levemente.

...

Lewis ya se encontraba en su habitación, lo habían revisado y vuelto a colocar el catéter.

—¿Por qué tan pensativo? -le preguntó Sebastian confundido.

—Lo que nos enteramos sobre Checo, estoy tratando de encontrarle sentido para comenzar a conseguir pistas.

—¿Como que?

—Seb, es que... solo puedo pensar en una persona, porque me ocurrió algo parecido hace tiempo, cuando pasó el malentendido con Checo, ¿lo recuerdas?

—Te refieres a Rosberg, ¿no es así?

Lewis asintió.

—¿Crees que haya tenido algo que ver?

—Si, Nico me drogó en ese entonces, también con una droga sexual fuerte que hizo que no tuviera control de mi mismo.

—Cierto, pero, ¿y si solo es una casualidad?

Lewis negó. —Lo dudo mucho. Nico es capaz de muchas cosas, necesita terapia. Pero no llegaré a esa conclusión de culparlo sin tener pruebas o algo parecido.

Seb asintió. —Tendremos que ir a poner la denuncia para que empiecen a investigar.

Lewis asintió. —¿Podrías pasarme mi móvil? Quiero marcarle a mi padre para ver cómo está Loumik.

Seb asintió y le pasó su móvil.

Lewis hizo su llamada mientras el alemán salió de la habitación para darle privacidad, aprovechó para irse por un café con Kimi.

...

—Extraño a mi bebé -fue sincero Checo mientras comía una gelatina de la comida que le habían dado en el hospital.

—Recupérate pronto para que puedan ir a ver al pequeño Lou juntos -le dijo Carlos sonriéndole. —Dame un poco.

—Sabe fea te lo juro. -en realidad no quería compartir de su gelatina, era lo único bueno de la comida de allí.

—Tío no mientas, se nota que la estás disfrutando. -hizo un puchero. —¿De qué sabor es?

—Ash bueno toma -rió pasándole el envase. —Pruébalo tú mismo.

—¿Uva? -dijo después de probarla. Carlos no quería dejarlo solo en ningún momento, quería distraerlo y que no pensara en nada de lo que le ocurrió. Se sentía tan culpable por haberlo dejado anoche solo.

Checo asintió. —Eso creo -rió un poco.

Antes de decir algo más comenzó a sonar su móvil, lo tomó y respondió de inmediato en cuanto vio que era una llamada del padre de Lewis, quien tenía a su pequeño bebé.

Era una videollamada compartida, en donde también estaba Lewis y sonrió de par en par en cuanto lo vio y también al bebé.

Carlos mencionó que estaría fuera para que conversara tranquilo, pero Checo no lo dejó irse. —No no que va, saluda a tu sobrino y después puedes irte -le sonrió.

Golden hour; chewis.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora