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—¿¡Que mierda sucedió!? -preguntó Jos en cuanto Daniel entró casi casi cargando al neerlandés a la habitación del hotel.

—Hubo una pelea -respondió Daniel mientras Jos se le acercaba para simplemente verlos en vez de tratarle de ayudar de sentar a su hijo en el sillón.

—De eso me di cuenta de inmediato en cuanto entraron -respondió con un tono grosero el hombre mayor. Se acercó a su hijo cuando Daniel se alejó para ir por un botiquín de primeros auxilios.

Lo tomó por el mentón para que alzara su vista y lo viera. —¿En que demonios te metiste ahora Max Emilian? -le preguntó enfadado al ver la condición en que se encontraba. Lo bueno de eso es que no tendría que dejarse ver sino hasta el próximo fin de semana y su rostro mejoraría un poco.

—¿Y a ti que te interesa? O, ¿acaso me dirás que estás preocupado por mi? -preguntó el neerlandés soltándose del agarre de su padre mirándolo con enojo.

—¿Quien te hizo eso? Por lo menos espero te hayas defendido y lo hayas dejado igual o peor -decía el hombre mientras caminaba de aquí para allá.

Daniel llegó con el botiquín para ayudar a curar las heridas de su amigo y Max lo agradeció mentalmente pero su padre le quitó el botiquín rápidamente.

—Es todo por hoy Ricciardo, puedes irte -dijo sin más.

A Max le molestó la forma en que su padre trató a quien lo ayudó a llegar al hotel porque sino seguramente se hubiera quedado mucho más tiempo en el frío suelo del baño.

—Gracias Daniel, nos vemos -pudo formular el neerlandés sonriéndole levemente. El australiano le sonrió de vuelta, asintió y después se alejó para salir por la puerta.

Jos dejó el botiquín a un lado de Max sin más.

—¿Me dirás quien te hizo esto? -le preguntó mientras veía a su hijo empezar a curarse las heridas por si mismo.

—No entiendo para que rayos quieres saber, ¿harás algo por mi o que? -le preguntó rodando los ojos con indiferencia. No pudo evitar soltar un quejido cuando la sustancia de la gasa hizo que le ardiera tanto la herida donde se tocó.

—Para tomar medidas al respecto Max.

—Ya pasó, da igual, ¿que harás? ¿Ir a golpearlo? -nunca había amabilidad en las conversaciones que tenía con su padre, por ninguna parte.

—Filtraré la información si hay pruebas, para que lo sancionen -le respondió.

—Eso no puede pasar porque no tuvo que ver dentro de horario laboral, estábamos en una fiesta.

—Solo dime quien carajos fue -le ordenó cruzado de brazos.

—Hamilton -dijo sin más.

El hombre sonrió de par en par al escuchar la respuesta de su hijo. Le tenía un gran desprecio a ese piloto, así que filtrar información con pruebas y todo haría que sufriera daños sociales.

—No te volverá a poner una mano encima, esto saldrá a la luz porque no pienso que pase desapercibido.

—Como sea, no quiero que lo hagas. -dijo Max porque en realidad no quería que el público se enterara al respecto, porque el británico podría hablar y decir la razón por la que sucedió de esa manera todo. Y tendría testigos para secundarlo al respecto y eso lo acabaría.

—Me da igual lo que quieras, haré lo que mejor te convenga a ti aunque no lo creas -dijo para caminar alejándose y poder salir de la habitación pero si hijo solo detuvo tomándolo por la muñeca.

—Espera, enserio no puedes filtrar nada al respecto -le admitió tratando de convencerlo aunque no quisiera contarle porque.

—¿Por qué razón? -lo miraba con curiosidad.

Golden hour; chewis.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora