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Cuando Checo recuperó la conciencia notó que tenía algo que cubría su vista y además cinta cubriendo su boca. Estaba más que asustado, también no entendía el hecho por el que querrían secuestrarlo. Se removió en su mismo lugar donde estaba amarrado pero sin lograr conseguir nada.

Escuchó pasos acercarse y se detuvo de inmediato, estaba atemorizado. También le asustaba que le hubieran hecho daño a Lewis.

—Veo que despertaste -la tenue luz de la habitación le lastimó la vista cuando el tipo le destapó el rostro con brusquedad.

Checo lo miraba mal. Estaba enfadado. El tipo tenía una máscara cubriendo su rostro, era obvio, no quería ser reconocido.

—Eres muy ingenuo, ¿cómo pudiste venir a una dirección tú solo y a horas tan tarde? -se carcajeó el tipo que le hablaba.

Lo vio sentarse frente a él.

—Cierto cierto, casi lo olvido -le arrancó de un jalón la cinta negra que cubría su boca. Se quejó de inmediato por el intenso dolor que sintió. —Eres más sexy de lo que esperaba, te ves tan increíble de cerca que siento que podría excitarme solo viéndote -el tipo lo tomó por el mentón acariciando allí.

Checo se removía en su mismo lugar, queriendo atinarle un golpe para alejarlo pero estaba amarrado de manos y brazos a esa silla.

—Tranquilo Sergio, no pienso hacerte nada, que tú no quieras claro -le guiñó mientras rozaba su pulgar con el labio inferior del mexicano.

—¿Donde está Lewis?

—¿Entonces es cierto? Lewis Hamilton y tu son folla amigos, o mejor dicho, ¿pareja? -lo tomó con fuerza por detrás del cuello para acercarlo a si mismo.

Checo se quedó en silencio, no pensaba decir nada al respecto. Cuando sintió la respiración del tipo chocar contra su cuello se removió nuevamente queriendo alejarlo.

—Sino responderás tendré que obligarte a hacerlo amor -mencionó separándose levemente después de dejarle un beso húmedo sobre el cuello.

Checo ignoró lo que le dijo. Pero cuando sintió como empezaba a meter sus manos por debajo de su camisa y lo acariciaba allí frunció el ceño. —Suéltame maldito pendejo. -espetó en español.

El tipo se carcajeó pero lo ignoró y terminó alzando su camiseta para casi quitarla por completo.

Luego pasó sus manos por su cuerpo desnudo a su antojo.

—Quítame las manos de encima maldito pervertido. -Checo estaba comenzando a hartarse.

—¿Y sino quiero que? -le tipo se quitó la máscara para luego tomar a Checo con fuerza por los cabellos detrás de su cabeza y obligarlo a exponer su cuello. —Ahora probaré esa pálida y antojosa piel tuya -dijo sin más para hacer su cometido. Checo se removía pero nada más no lograba soltar el agarre. —Que delicia, ¿a que sabrá tu polla? -se preguntó así mismo.

—Nunca lo averiguarás mierda.

Se escucharon unos extraños ruidos a lo lejos. Sintió al tipo tensarse cerca suyo. Soltó su agarre y luego le volvió a poner la bolsa en la cara para irse rápidamente de allí.

—¡Hey! ¡Ayuda! ¿Hay alguien ahí? -gritaba Checo aprovechando que no le había tapado la boca.

Pero antes de querer continuar pidiendo ayuda el tipo regresó y le volvió a colocar cinta para callarlo.

Largos minutos después de estar forcejando para tratar de soltarse y no lograrlo, además de escuchar el ruido a lo lejos que cada vez se disipaba más, pero escuchaba unos pasos cercanos decidió quedarse quieto.

Golden hour; chewis.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora