36

957 90 51
                                    

—No pudiste hacer una simple cosa, lo arruinaste todo aún sin antes tratar de comenzar Emilian, no sirves para nada. -lo regañaba su padre por milésima vez en el mes.

Max se colocaba el mono alistándose para las prácticas del primer round de esa temporada. Tratando de ignorar a su padre que seguía molestándolo desde lo ocurrido con Checo.

—Solo tenías que hacer una maldita cosa, una simple cosa y lo arruinaste.

Max rodaba los ojos sin más.

—Respóndeme cuando te hablo maldición. -su padre golpeó la mesita para llamar la atención del neerlandés.

—¿Que demonios quieres que te diga? Ya lo dije todo maldita sea -espetó Max desesperándose.

—Ni siquiera tuviste la grandiosa idea de conseguir pruebas irrefutables entre Hamilton y Pérez para poder manipularlos. Nada, no haces nada bien.

—Da igual -bufó levantándose después de terminar de abrochar sus zapatos.

—No puedo creer que no consiguieras nada que nos sirva después de follarte el culo de Pérez. -su padre seguía negando con enfado.

Max suspiró ya harto. Estaba por salir de allí hasta que recordó esa noche con Checo.

Había visto una cicatriz en el vientre bajo de Checo, una muy rara que no tenía sentido lo que le había respondido el mexicano cuando lo mencionó.

Le parecía muy extraño. Pensó en varias teorías pero ninguna cuadraba.

Menos esa última estupidez que le pasó por la cabeza.

—JA, imposible -negó sin más, abriendo la puerta para salir pero su padre lo detuvo tomándolo por la muñeca.

—¿Que estás diciendo? -preguntó el hombre.

Max volvió a cerrar la puerta.
—Es solo una estupidez.

—Habla ya. -ordenó el Verstappen mayor.

—Esa noche noté una extraña y gran cicatriz en el vientre de Checo. -confesó el rubio.

Jos abrió los ojos de par en par.
—¿En su vientre? ¿Por qué tendría una cicatriz allí?

Preguntaba eso ya que el había conseguido información sobre qué cuando internaron al mexicano tuvieron que abrirlo para detener la hemorragia interna que había sufrido por el accidente, pero dudaba que tuviera que ver en su vientre bajo. No tenía sentido alguno que esa cicatriz se encontrara allí.

—¿Se notaba mucho?

Max asintió. —Bueno, no se veía como una cicatriz que llevaba tiempo allí, ¿entiendes? Se veía reciente.

—Tienes que investigar al respecto.

—Checo no me quiere cerca, ¿acaso no lo recuerdas?

—Me importa una mierda, trata de sacarle información, acércate cuando estén en publico y no pueda alejarte -recomendó el hombre. —Tenemos que saber a qué se debe eso. ¿Hay algo más que te dejara extrañado esa noche?

Max pensó un rato, poniéndose su mano en su mentón tratando de recordar algo que le pareciera extraño esa vez.

Ahora que lo pensaba si había algo, la insistencia de Checo en usar condon.

—Checo insistió mucho en que usara un condon.

Jos abrió los ojos de par en par y quedó boquiabierto. —¿Que? ¿Por qué mierda insistiría tanto en eso? Ni que fuera una puta mujer que pudiera embarazarse -se carcajeó.

Golden hour; chewis.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora