Tu en mi camino

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Una gran habitación perteneciente a una mansión de lujo, muebles tallados de fino cedro, un armario de triple puerta repleto de prendas, un estante de ébano de mas de 20 repisas llenos de zapatos y tenis de marca, en la pared se colocaba una pantalla de 85 pulgadas con la programación de un programa infantil al aire, daba la apariencia que ahi coexistía un soltero rico y nada humilde, el gran detalle que refutaba esta primera sentencia era el hecho de una bonita cuna blanca de madera que yacia al lado de su lecho, además de varios juguetes y conejos de felpa regados en el suelo, es decir que en esa pieza cohabitaba a tempranas horas de la mañana a un par de personas, unidos por una lazo sanguíneo.

Por la cama king, las suaves sabanas de seda se derramaban por los costados, en medio un hombre de gran altura, cabellera desordenada y dorada como el sol de primavera, nariz respingada, ojos entrecerrados por el cansancio, suspiraba dormido, por un instante abrió los labios y murmuro:

"No...no me alejes de mi hija, te lo ruego"

En ese sueño que poco a poco se tornaba en gris pesadilla, la figura de una mujer de agradable rostro se retrataba, sonriendo maquiavélicamente a través de esos labios rojos y sensuales, le daba la espalda y se alejaba con un bebé en brazos.

" ¿Cómo puedes ser tan cruel?"

Y en vez que la voz se articulara, solo un grito escapo de la profundidad de su garganta, estallo por la habitación y provoco que una nena de rizos rubios rompiera en llanto desde el interior de su cuna.

Kyojuro se levanto de sobresalto y tambaleo un poco al ponerse de pie, las largas noches cobraban la salud de su piel, un par de ojeras oscuras adornaban su bonito rostro de adulto, la fatiga imposible de disimular porque es un padre soltero.

Con sumo cuidado, como si estuviera hecha de cristal, acogió a su retoño en brazos, una mirada de amor genuino se formo para ella, susurrándole calma...

Y nada de eso ocurrió.

La niña rechazo la leche, estaba con la muda limpia, pero el llanto incesante comenzaba a poner nervioso al joven padre.

- Umiko, por lo que mas quieras ¡Cálmate!-

Suplico lo que en un inicio del tormento sugería con dulce voz a la niña, el pataleo no cesaba, necesitaba ayuda a gritos, pero el no contaba con la presencia de la madre...De reemplazo soplo tenia a sus amigos, con la niña en brazos y aun en pijama, marco desde su celular ultimo modelo a uno de ellos.

"Tu-Tu-Tu, el numero al que usted ha marcado no se encuentra disponible"

En la pantalla del celular se leía el nombre de Uzui Tengen, Kyojuro chequeo de reojo el calendario, marcaba un domingo, saco cuentas y aun con la niña rompiéndole los tímpanos se dio cuenta que Uzui se iba de fiesta cada fin de semana, asi como el religioso va a misa, ese hombre no se perdía una noche de antro.

Marco a su mejor amiga, seguro que ella no le fallaría y contestaría de la mejor manera, con una felicidad enorme desbordándole por los poros.

- Alo, Kanroji!- Se comunico enérgico y del otro lado un joven de cabello largo del color de las algas alejo el celular por el tono tan alto que Rengoku había usado.

- ¿Por que la llamas tan temprano?, búho desgreñado- 

- ¿Muichiro?, Oh lo siento, no fue mi intención, es que yo...- Intento explicarse y para su mala suerte no se lo permitieron.

- Bla, bla, bla, ella esta dormida, trabaja y estudia a la vez, ten consideración con mi...hermanastra- Pauso con un leve suspiro de decepción y colgó sin remordimiento alguno en ese rostro de niño aburrido, abstraído de toda realidad.

BabysitterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora