15 | La confesión

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Capitulo quince


Alexa:

—Dios, yo... siento que hayas tenido que pasar por todo este infierno solo— lo rodeé con mis brazos tratando de hacerlo sentir seguro, demostrándole que no estaba solo, yo estaba con él. Era mucho que procesar, por nada del mundo hubiera imaginado todo lo que pasó Alex...

—¿Alguien más sabe sobre ésto?— pregunté mientras acariciaba su sedoso cabello, ya comenzaba a tranquilizarse y giró la cabeza de un lado a otro, negando.

Nadie más sabia de esto

Había confiado en mí y me lo había contado

Eso me daba una extraña sensación de felicidad, me tranquilizaba el saber que confiaba en mi, aunque fuera un poco.

No quería verlo así, la muerte de Violeta fue muy reciente y saber qué ha pasado por todo esto solo, sin nadie que le diera un hombro en que apoyarse; Haberse guardado todo este dolor que sufrió de niño, era demasiado, ni siquiera puedo imaginarme lo que es perder a un ser querido, no podía entender su dolor pero podía ayudarle a sanar... o por lo menos intentarlo.

¿Cómo es que nunca me di cuenta de nada? solo me centraba en odiarlo por una tontería de niños, dios santo ¿tan estúpida soy?

Jamás lo habia visto de esta manera, tan vulnerable, tan dolido, se sentía...solo, pero eso se iba a acabar hoy mismo, no iba a dejar que siguiera sufriendo en silencio, no era para nada sano.

Si pudiera quitar su dolor y pasármelo a mi, lo haría sin dudar.

──── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ────

Char pasó la noche aquí, escuchando lo que pasó Alex, por nada del mundo permitiría que le pasara algo similar a ella, así que la hice dormir en mi cuarto, sola para que tuviera más privacidad.

Alex me pidió que durmiera con él y yo acepté sin problemas.

Claro, solo era porque no quería dormir en el living

Si claro...

Pero antes de dirigirme a la habitación de Alex, fuí a la de Tamara, ella era mi consejera personal, toqué su puerta y escuché un lejano "pase".

—Hola Tamara— cerré la puerta atrás de mí.

—Cariño, ¿en qué puedo ayudarte?— dijo dejando de cepillarse su brillante cabello cobrizo

—¿Puedo hablar contigo?

—Claro cariño, soy toda oídos.

Me dirigí hacia el espejo que tenía en su tocador y me quitó la coleta que traía para comenzar a peinar mi cabello.

Siempre hacíamos eso cuando necesitábamos hablar con la otra, era una especie de tradición

—Cuéntame

—¿Cómo sabes si te gusta alguien?— pregunté sin rodeos.

Tamara me miró con ternura —¿te gusta alguien cariño?

Sentí vergüenza ante eso, esto era estúpido —La verdad, no sé, nunca me he enamorado, es algo que evito a toda costa... tu sabes, me da un poco de... miedo— dije lo último casi en un susurro.

Asintió, entendiendo lo que quería decir

—Alexa, no todas las personas son malas, tu madre fue un caso... especial, sufrió de antes y eso la llevó a pasar por todo el tema con tu padre; el la bajoneaba con cada cosa que hacía y eso comenzó a creerlo, se alejó de mucha gente por lo mismo, nos separamos un tiempo, porque no quiso escucharme, tuvo una dependencia hacía él muy tóxica, supongo que escuchaste todo eso- dijo con tristeza.

Alexa y AlexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora