22 | Un ebrio no entiende una mierda

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Capitulo veintidós

Alexa:

Char me dirigió a la habitación de mamá antes de irse a arreglar, y ahí estaba ella con Tamara con un montón de cosas encima de mi tocador.

Y después de darme una rápida ducha pusieron manos a la obra. Me hicieron un maquillaje nute que hacía mis ojos resaltar, y en el cabello me hicieron un peinado sencillo. Peinaron algunos mechones delanteros hacia atrás y pusieron pinches para fijarlos y el resto del cabello lo ondularon.

—Gracias, las quiero— agradecí cuando estuve lista.

—Te ves preciosa hija, no puedo creer que estés tan grande.— habló mi primogénita con nostalgia en su voz.

—Lo sé, mamá, estoy muy vieja, ¿irás a la fiesta, verdad?

Las presentes rieron suavemente-. Linda, es una fiesta para jóvenes, nosotras estamos viejas, tú ve y disfruta de tu juventud. Haz todo lo que tengas que hacer, si te quieres equivocar, equivócate, vive, sale, viaja, no te quedes con la duda, es lo peor que puedes hacer.

—Tu madre tiene razón, bueno, las dejo hablar, feliz cumpleaños Alexa.

—Nunca me contaste de tu juventud...¿cómo fue?

Retorció sus dedos en un gesto de nerviosismo -no fue...memorable, hice cosas de las que me arrepiento totalmente. Mentiras que nunca salieron a la luz y que hasta el día de hoy la culpa me acompaña. Aunque también tuve momentos buenos, uno siempre tiene a alguien que es su luz al final del túnel.

—Yo ya tengo a ese alguien.

—¿De verdad?, ¿y quién es?

—Alex—. sonreí sin poder evitarlo —. Me gusta mamá, y mucho.

—¡Lo sabía!— aplaudió con ilusión— Sabía que había algo entre ustedes ¡carajo! debí haber apostado con Tamara.

—¡Ma! No puedo creer que querías apostar sobre mí.

—¿Tú sabes por qué te puse Alexa y Tamara Alex?

—¿Por qué?— Era algo que jamás me había planteado.

—No es la gran cosa, pero cuando éramos jóvenes, nuestro sueño era que nuestros hijos fueran mejores amigos o que fueran novios. Lo sé, es algo absurdo, pero así pensábamos antes. La cosa, es que tú estabas por nacer y no se me ocurría ningún tipo de nombre. Pero un día Tami me dijo ¿y por qué no le pones Alexa? Así serían Alexa y Alex. Y ¡tarán! de este modo, tu tía eligió tu nombre.

—Entonces esto venía planeada desde hace tiempo, ya veo, somos un experimento.- exageré.

—Tu padre quería llamarte Fiona, entre Alexa y Fiona ¿cuál prefieres?

Mi padre...

—Me quedo con Alexa.

—Sabia decisión.

—Oye de casualidad, ¿Sabes si papá— expresé con dificultad—, tenía un hermano?

Ella alzó rápidamente la vista que mantenía en el tocador—. ¿Ah? no, no que yo sepa.— evadió mi mirada a toda costa. Me estaba mintiendo.

—¿Estás segura?

—Completamente

—Porque cuando hablé con él, confirmó que tenía un hermano.

—¿Q-que?— tartamudeó—. ¿qué más te dijo?— cada vez se veía más ansiosa y supe con certeza que lo mejor era mantener la boca cerrada.

—No mucho, solo que lamentaba haberme hecho pasar por todo eso.

Alexa y AlexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora