Audrey
-¡Que te quites la camisa! -Me gritó Eiden.
No tenía otra opción, firmé ese contrato.
Empecé a desabrocharme la camisa, al quitármela, la puse sobre el escritorio a mi lado.
No me atreví a ni siquiera a verlo a los ojos, sentía mucha vergüenza, no quería que me viera vulnerable.
Con todas mis fuerzas alcé la mirada hacia él.
No me veía a los ojos como suele hacer, veía mis brazos y muñecas. Su mirada se veía como una mezcla entre ira y sorpresa.
-Fue Gael, ¿verdad? -Preguntó a la vez que apretaba con más fuerza sus puños.
No podía responder, no hallaba la manera de librarme de esta situación.
-Y me dices a mí el ilógico -Ríe este.
Mi enojo empezó a elevarse.
-¿Por qué insistes en meterte en mi vida?
Acababa de confesarle a Lia que Eiden fue el padre del bebé que perdí, ya tuve suficiente por hoy y ahora él viene a hacer un escándalo cuando es lo que menos necesito.
-No eres nadie para decirme ilógica.
-Sabes, por un instante creí que eras la misma de antes. ¡Pero no! Lo único que haces es reprimirte y dejar que te hagan lo que quieran. -Luego susurró- Que cobarde.
-¿Cobarde? Mira quien lo dice, cuando el único cobarde aquí eres tú.
-¿Cómo te atreves a llamarle así a un Windsor? ¡¿Por qué seria yo un cobarde?! ¿Por lo que ocurrió hace años?
-¡Me atrevo de la misma manera en la que me has faltado al respeto! -Azoté ambas manos en el escritorio- Y no te atrevas a sacar ese tema, te recuerdo que fuiste tú quien huyó en cuanto los problemas empezaron a surgir.
-¿Huir? No quieras sacar conclusiones haciéndote la víctima aquí, yo sé qué clase de persona eres -La rigidez en su cuerpo era evidencia de tensión.
-No digas incoherencias Eiden y no digas que me conocías bien. Tú no sabes nada. -Respondí mientras sentía cómo una lágrima caía sobre mi mejilla.
-¡Mírate Audrey! ¡Te la pasas defendiéndote de mí como si fuera un monstruo y a él no le dices nada mientras te hace mierda!
Me colmó la paciencia.
-¡¿Por qué eres tan...tan... -Dudé en terminar la pregunta.
Pasé mis manos sobre la cabeza, no podía perder la cordura.
-¡¡¿Tan qué?!! -Gritó.
-¡¡TAN IMBECIL!! -Grité de vuelta.- Solo eres un egocéntrico con dinero, todos aquí tienen que agachar la cabeza ante ti. Estas acostumbrado a tener el mundo a tus pies, jamás te has dejado ver de una forma más humana.
-¿De qué sirve? Si cuando lo hice me hiciste pedazos Audrey.
Eso me dejó atónita.
-Eso no es cierto...-Respondía mientras me le acercaba más- Tú objetivo con las mujeres es solo buscar satisfacción en ellas, te vale un comino lo que son en verdad.
-Te equivocas -Respondió acercándose más a mi cara.- Yo sí daba todo mi mundo por una sola persona. . .y me fallaste.
En eso se escuchó a alguien llegar.
-Cariñooo -Cantaba una mujer rubia al acercarse a la oficina de Eiden.- Te traje una sorpresa.
Traía puesto un saco abierto en la que se lograba ver su sostén y bragas.
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Alba: Una Luz de Amor
Romance¿Alguna vez te han roto tan profundo hasta el alma? ¿Qué sería lo primero en tu mente si hubieran pruebas de que nada fue como creías que había sucedido? ¿Qué pasaría, si descubres que tu pasado está más presente que nunca? Amor. Dolor. Perdón. Exis...