Audrey
Ardor, era lo que sentía cuando vi a Eiden alejarse en su coche dejándome en medio de la lluvia en alguna parte de la ciudad. Ese ardor recorría todo mi cuerpo, era el sentimiento de una combinación de enojo, decepción y tristeza.
Por un momento creí, que él era sincero conmigo, pero la verdad es que siente un gran rencor hacia mí. Su mirada, la forma en la que me apuntaba, me rompía el corazón porque me culpaba de algo que desconocía.
Juro que me he cansado de tanto llorar, pero es difícil cuando tu mundo va cayendo cada vez que crees que puedes levantarte. Dicen que todos los golpes de la vida te hacen más fuerte, ayuda, esta guerrera ya no puede más.
¿Cómo fue que mi madre pidió dinero y nunca supe nada?
Hubiera gritado para desahogarme, pero también el silencio hace ruido. De alguna u otra forma el estar sola en esa calle me ayudaba, nadie me vería así de mal. Nadie me vería llorar en plena calle abrazándome sin saber qué hacer o a donde ir.
De pronto sentí como la lluvia seguía cayendo a mi alrededor excepto en mí, sentía una presencia a mi espalda quien era el que sujetaba un paraguas.
Al voltear a verlo no puedo ejercer alguna expresión, el silencio de mi sorpresa hace que él hable primero.
- Te enfermarás si sigues aquí parada. - Me dice Dylan. - Vamos, te llevare.
Creí que me llevaría hasta el departamento de Ian pero se detuvo en una tienda de bubble teas, me dijo que lo esperara en alguna de las mesas en lo que iba a pedir algo. Tenía puesta una toalla encima por los hombros que él me había dado para secarme. Después él llegó con dos bubble teas y me dio uno en cuanto se sentó al otro lado de la mesa.
-Es de Kiwi, te gustará.- Dice mientras empezaba a beberse el suyo.
Tenía razón, este bubble tea era lo mejor que había probado en toda mi vida.
-¿No me preguntarás nada?- Le pregunté, tenía el sentimiento que me interrogaría.
-No, puedo deducir dos cosas, o Eiden te dejó o tú lo dejaste.
-Me dejó, estaba muy enojado por. . .
- Parece ser que sacó su rencor hacia ti, no es por defenderlo pero Eiden a veces no se da cuenta de lo que hace.
-¿Tú lo sabías? Cree que yo le pedí dinero en aquellos tiempos.
- Sí, pero para serte sincero, después de escuchar tu platica con Lia el otro día, me di cuenta que no es que uno tenga la culpa y el otro no, si no que ambos tienen su lado de la historia. Si juntaran sus versiones muchas cosas se aclararían y descubrirían.
-Creo que tienes razón.- Le respondí. - Pero, antes de juntar mi versión con la de él debo terminar por descubrir la mía.
¿Qué habrá hecho mi madre con el dinero?
Muchas preguntas se me venían a la mente, si parte de ese dinero no fue gastado de alguna forma hubiera llegado a Ian y a mí. A pesar de cuestionármelo, hay algo en mi interior que me hace vincular ese dinero con una persona. Pero, si quería descubrirlo, necesitaría ayuda.
- Dylan, sé que no hemos tenido una relación muy cercana, pero necesito de tu ayuda.
Él se detuvo bebiendo su bubble tea, me miró como si se cuestionara lo que sea que le pediría hasta que al final me preguntó de qué trataba.
- Necesito encontrar a una mujer, fue enfermera de un pequeño hospital al sur de Hoboken hace unos 6 años, mismo donde estuve internada unos días después de perder a mi bebé.- Él asentía mientras se lo decía.
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Alba: Una Luz de Amor
Romansa¿Alguna vez te han roto tan profundo hasta el alma? ¿Qué sería lo primero en tu mente si hubieran pruebas de que nada fue como creías que había sucedido? ¿Qué pasaría, si descubres que tu pasado está más presente que nunca? Amor. Dolor. Perdón. Exis...