Audrey
~ Esperar adentro de ese consultorio parecía eterno, los minutos solo me provocaban más ascos por los nervios, sentada en esa silla a lado de mi madre enfrente del escritorio del doctor, sin ningún sonido alrededor.
De reojo la veía a ella, estaba mirando la ventana fijamente evadiendo verme, como lo ha hecho estas últimas semanas. Ya no me golpeaba ni insultaba, aunque eso me aliviaba en gran parte su total ignorancia dolía de la misma manera. Apenas y he podido hablar con Ian, madre no me deja tener mucha comunicación ni por llamadas, le había pagado a un chico de mi escuela para vigilarme, no tenía derecho ni de hablar con mis pocas amistades por riesgo a que intentara comunicarme con Eiden, si la desobedecía, me estaría condenando a mí misma.
El silencio y la incertidumbre fueron interrumpidas con la llegada del doctor, era alto moreno con barba, quizás en sus 30's, su sonrisa me generaba aún más nervios de los que ya tenía y ni hablar de la mandíbula tensada de la mujer a mi lado.
- Bueno, tengo aquí los resultados de tu prueba Audrey - Dijo el doctor con emoción al tomar asiento, resaltando el sobre en su mano antes de abrirlo.- ¿Emocionadas?
Volteé a ver a mi madre, no respondió, solo miraba con atención en cómo el doctor abría ese tan misterioso sobre. Me regresé a verlo a él y respondí.
-Ugh s-sí - Trate de sonreír lo más que pude pero apenas y se notaba una sonrisa de lado, junté mis manos para distraerlas jugando los los dedos, no quería hacer notar mi nerviosismo.
Al leer el documento el médico deslumbró una sonrisa tan grande, y desde ahí, todo se fue al carajo.
- ¡Felicidades! Estas embarazada.
Bastantes mujeres lloran, gritan, se quedan boquiabiertas ya sea de la felicidad o no al enterarse de su embarazo, en cambio yo, vomité.
Agarre el bote de basura a mi lado y vomité tan fuerte que hasta creía que quizás eso me quitaría el gran miedo que sentía. Me aferré a ese bote, sonará ridículo pero me hacia sentir a salvo, un bote de basura nunca te haría daño.
- ¿Embarazada? ¿Está seguro? - Pregunté esperando a que se diera cuenta de que había sido un error. No era que no deseara ser madre algún día, si no que me generaba terror la reacción de mi madre.
- ¡Más que seguro! Tienes 7 semanas, puedo agendarles una próxima cita para el primer ultrasonido del bebé ya que hoy la agenda está atascada como para añadir un ultrasonido hoy.
La palabra "ultrasonido" generó que el asco desapareciera, a pesar del hecho que me tomara por sorpresa mi embarazo, ver por primera vez al bebé dentro de mi vientre me provocaba cierta emoción. Era una emoción difícil de explicar, pero lo que puedo asegurar era que nunca lo había sentido, era indescriptible.
- ¿No puede abortar? - Interrumpió mis pensamientos mi madre con su pregunta. La sonrisa del médico se borró instantáneamente expresando ahora inquietud. - Ella es muy chica para tener un hijo.
- ¿No crees que esa decisión seria mía y no tuya? - Pregunté. Quizás y no pueda defenderme por completo de ella, pero ahora se trataba de mi bebé y quería deshacerse de él.
- Eres menor de edad y yo soy tu madre.
- De hecho señora Harper, aunque ella sea menor de edad, ella es la madre, no usted. - Respondió fríamente el médico a mi madre. - En caso de que descarte ella el aborto, tendrá que permanecer con varios cuidados ya que es un embarazo riesgoso por su edad, pero no imposible.
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Alba: Una Luz de Amor
Romance¿Alguna vez te han roto tan profundo hasta el alma? ¿Qué sería lo primero en tu mente si hubieran pruebas de que nada fue como creías que había sucedido? ¿Qué pasaría, si descubres que tu pasado está más presente que nunca? Amor. Dolor. Perdón. Exis...