Capítulo 12

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Eiden

~ Recomendación para el lector/a: Escuchen "Orbit" de Hwasa para entender mucho mejor el aura y la tensión en este capítulo;) ~

Golpee la puerta al llegar a casa de Audrey.

- ¡Livette! ¡Soy Eiden! - No recibí respuesta.

La angustia se apoderaba cada vez más en Dylan y en mí, ni siquiera esperamos a que John nos trajera hasta aquí por la prisa. Audrey encerrada y Livette no abría la puerta, no quedó de otra más que forzar la puerta.

- ¡Apártate! - Me dijo Dylan, sacó su pistola y le dio un tiro a la cerradura abriendo la puerta de una vez.

Entramos y vimos toda la sala de estar un desastre, pero los rastros de sangre evidenciaban que algo muy malo había ocurrido aquí.

- ¡Liv! - Grité de nuevo mientras Dylan inspeccionaba la escena.

La puerta del dormitorio estaba abierta así que me dirigí allá y al entrar vi a la pequeña salir por debajo de la cama.

- ¡Aceituna! - Gritó la niña mientras corría hacia mí llorando para abrazarme.

Dylan entró corriendo al cuarto y Liv se apartó de mi para correr a abrazarlo. Era claro que Dylan y yo habíamos forjado una buena conexión con la pequeña, de no ser así no hubiera reaccionado como si fuéramos su salvación.

Ella se veía sana y salva afortunadamente, para ella y para Gael.

A la pequeña aceituna no se le toca.

- Liv - Me agaché ante ella - ¿Dónde está Audrey?

- Está ahí, en el armario - Apuntó al armario del pasillo - Me dijo que me escondiera pasara lo que pasara, escuché muchos gritos y llanto.

Livette empezó a llorar de nuevo, no puedo imaginarme el miedo que tuvo al estar ahí escondida. El sentimiento de no poder hacer nada por más que quisieras hacerlo todo duele, no como el típico dolor de pecho, si no tu conciencia.

Dylan cargó a Livette abrazándola para que se recostara en su hombro mientras yo corrí hacia el armario. La puerta tenía seguro. Dylan con la niña en brazos empezó a buscar la llave por toda la casa, pero mi paciencia es nula.

Apoyé mis manos en las orillas de la puerta y con una patada brusca logré abrirla.

Sentí como se me fue arrebatado el aliento, la mandíbula me empezaba a temblar, el sentimiento de ira e impotencia hacían contraste entre sí, lo que veía doblegó ese Eiden egocéntrico de siempre, el que sólo ve por sí mismo y nadie más. Ese muro de Eiden Windsor que puse ante todos fue derrumbado al verla a ella inconsciente en el suelo.

Me tiré al suelo de rodillas ante ella y la sostuve entre mis brazos, se llenaban de sangre y me asomé por su espalda. Estaba sangrando debido a varias heridas.

- ¡Audrey! - Sostuve su cara con mi mano en su mejilla - Ya estoy aquí, no volverás a estar sola.

La cargué con ambos brazos para que su cabeza quedara apoyada en mi pecho y la saqué del armario. Dylan cubrió la cara de Liv para que no viera a Audrey, incluso aquel hombre frío se quedó sin palabras al verla en ese estado.

- Hay que llevarla al hospital.

- No - No podía apartar mi mirada de su rostro - Llama a William y pídele ir a mi penthouse con el mejor equipo médico que tenga. No quiero que esté encerrada en un pequeño cuarto de hospital.

Dylan asintió y fuimos de camino a la salida hasta que llegó el hombre que tanto deseaba ver para partirle la cara.

- ¡¿Pero qué mierdas?! - Exclamó al ver la cerradura de la puerta principal destrozada.

Alba: Una Luz de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora