Aquí Y En Otra Vida

15

Vaya manera de sobrellevar los ataques de ansiedad...

Pedro estuvo prácticamente todo el día junto a mi, mi corazón, el páncreas o lo que sea, me decía que no me alejara de él. Puede que esté exagerando, pero aún así, después de lo del centro comercial, ya no quiero separarme.

Mis pensamientos han sido tan repetitivos que creo que me estoy volviendo loco...

Jajajaja

¿Por qué estaría loco? Solo es la persona que me gusta. Además, querer estar con tu novio es normal ¿No?...

🔸🔶🔸🔶🔸

— Jorge ¿Estás bien? — preguntó al terminar de hablar acerca de... La verdad no sé, pero de algo tuvo que estar hablando. Últimamente no he puesto atención a nada, mi mente esta volando por doquier y tal vez estoy siendo un poco... ¿paranoico?

— ¿Eh? Ah sí, si, estoy... Bien... — dije al volver a la realidad, bloqueada por mis propios pensamientos. Su mirada expresaba confusión, por todo lo que pasaba y como actuaba, pareciera que nunca me comporto así jaja, que loco...

— Enserio Jorge, realmente si necesitas algo, lo que sea, sabes que aquí estoy, — me miró con una hermosa sonrisa, ¿hay algo en Pedro que no se vea bien?. Correspondí su sonrisa, con un poco de timidez, me sigo preguntando por que me siento así ahora mismo — ahora, te había preguntado ¿Qué se supone que hacen esas pastillas que tomas todos los días?

La expresión en mi rostro cambio drásticamente, no tenia idea de que él lo supiera, tal vez mi mama se lo había dicho, pero si ni a mi me lo dijo, dudo que lo haya comentado a Pedro. ¿Por que las tomaba? exacto, ni la mas mínima idea. Las indicaciones solo eran: "tómatelas diario en el horario correspondiente, sin que nadie se dé cuenta, no queremos meternos en problemas por esto".

— ¿C-como sab-

— Te he visto casi diario al entrar al baño con esos frascos, — interrumpió mis propias palabras, añadiendo un tono un poco más autoritario, desviando un poco la vista hacia la ventana de mi habitación — además de que las llevas a diario en tu mochila al parecer.

— ¿Por que andas revisando mis cosas?

— no es mi culpa que, al sacar cualquier cosa mía de tu mochila, se vean los frascos. — dijo explicando con calma, se veía simplemente relajado que yo, ni siquiera escuchaba atentamente, mis oídos captaban todo el sonido y me hacia sentir un dolor de cabeza cual golpe de martillo en la misma.

— B-bueno, la-a verdad es-s que y-yo no sé. Y creo que se han a-acaba-do... — ¿tartamudear? ¿ahora? ¡¿Qué pasa conmigo?! 

— ¿Eso se supone que es bueno o malo? — preguntó expresando un poco de preocupación. No lo juzgo, si no supiera que estoy con una persona que toma ciertos medicamentos, ahora inexistentes, no me lo tomaría a juego y saldría corriendo de ahí.

y eso es lo ultimo que quiero, no quiero que se separe de mi por ahora, mi respiración se empezó a alterar al pensar en el hecho de que se puede ir ahora mismo y tal vez nunca regrese y también simplemente me abandone y yo aquí quedándome con mi horrible padre tratando de "componerme". Tenia miedo de que me deje y tenga que acostumbrarme a un vacío en mi corazón que nadie ni nada me pueda reconfortar.

—¿Jorg-

— ¡no te vayas! — grite antes de que pedro pueda terminar su pregunta, abrazándolo mientras mis brazos y piernas temblaban sin razón alguna. un escalofrío recorría mi cuerpo una, y otra, y otra vez. Pedro estaba hablando antes de que lo detenga con mis brazos ¿de que? ni idea. ¿algo acerca de que se iría? no lo sé. — necesito que estés aquí conmigo, por fa-vor..

— A-amor, m-me est-as apa-chur-rando — dijo con dificultad, no medí mi fuerza y parecía que le rompería algo. Lo solté aún temblando y Pedro, separándose ligeramente de mi, respiró profundo tratando de recuperar el aire que hacia falta.

— ay no-o no no. P-perdón perdón perdón, y-yo no quería-a... lo s-siento... no te-e vayas... — trate de convencerlo, en caso de que haya pensado en irse, mis palabras salieron en un hilo que apenas podría escuchar, mis ojos se empezaron a llenar de lágrimas para que acto seguido empezaran a deslizarse por mi rostro.

El ambiente se torno de cierta manera extraño: sentía miedo por ambos lados, yo tenia miedo por todo lo que yo provocaba sin realmente querer hacerlo, mientras Pedro emanaba una inseguridad que apenas si había podido ver cuando los bullies lo insultaron; pero esta vez era diferente, ese miedo era hacia... ¿mi?

Nuestras respiraciones eran lo único que sonaba alrededor de nosotros, o eso parecía antes de que un ruido molestamente fuerte empezara a invadir mi mente haciendo que no pudiera entender nada de lo que ocurría. Pedro trataba de hablarme con una voz nerviosamente cálida, sabia que lo necesitaba y a pesar de tenerme miedo, él estaba ahí después de todo, tratando de comunicarse conmigo...

— no te oigo, no te escucho ¡No te escucho!

— ¡...Espera! — gritó mientras mis hombros eran sujetados por él. Mis brazos me abrazaban a mi mismo y mis piernas se encontraban contraídas; ni me había dado cuenta en que momento hice que quedara en esa posición, pero ya estaba así. Este grito hiciera que me callase y dejara de moverme de un lado a otro, seguía temblando y mi respiración trataba de regularse en un intento en vano. 

Pedro se separó de mi dirigiéndose a la puerta de mi habitación, con temor y demás cosas que se notaban en sus expresiones y sus movimientos que se delataban por si solos.

— Necesito hacer una llamada...

🔸🔶🔸🔶🔸

literalmente yo en mi momento menos esquizofrénico JAHJSH

¿Cómo stan?

¿se espantaron con la cosa mental que tiene Jorge?

en fin, apenas lo agregue porque ocupaba que pasaran más cosas que solo la resolución del dilema de Israel; aparte de que necesitaba sufrimiento y cosas traumáticas muajaja

en fin tomen awa, bye wuwuw