Abogada del Diablo (#9 Hijos de la Mafia)

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*Kira en multimedia*

Valeria:

—Nadie sabe dónde se encuentra Kira Volkova...—Me asegura el oficial, paso los nuevos expedientes hoja por hoja en la sala de interrogatorio.

Todo lo que tengo a la mano cerca de esa chica.

—Aquí dice que ha desaparecido desde la muerte de su padre.

—Eso es... clasificado.

Alzo una ceja.

El oficial jala la silla a su lado y toma asiento junto a mí, señalando los datos de Nicolai Volkov.

—Nicolai Volkov. —Pronuncia. —Perteneciente a la mafia, jamás arrestado, su hija. —Señala la fotografía de la chica. —Y su esposa, huyeron lejos de él intentando tener una mejor vida, hace unos años tuvieron un altercado donde Gregori Romanov resulto muerto. —Me muestra la fotografía, un hombre mayor y rubio, de porte militar. —Un año más tarde encontraron muerto al padre de Kira, lo que hizo que ella tomara medidas drásticas después de buscar protección. Ahora vive tranquila con su madre o no lo sé, ese último dato ya no lo tenemos, se dejó de seguir el caso cuando la vigilia termino y se demostró que ella estaba fuera de peligro.

—Aquí dice que en Samara fue su último lugar de residencia

—Es el protocolo, no duran mucho en un solo lugar.

—¿Y sigue ahí? —No responde e insisto. —¿Hace cuánto tiempo perdieron contacto con ella?

Suelta un suspiro. —Seis meses, cuando se cumpla un año, la agencia ira a comprobar que todo está bien.

—Bien, saben dónde está o me pueden otorgar la información de su última residencia, no importa, yo la encontrare.

El duda.

—No puede desenterrar este caso, al mínimo descuido.

—Ya me he acercado bastante. —Niego con la cabeza. —No me detendré ¿No me lo dirás?

Me pongo de pie dejando los documentos.

—Señorita Valeria, no sabes que esta el juego.

—Se equivoca, si lo sé.

Empezando por mi tía, mi vida...

(***)

Kira Volkova...

Me tomo la molestia en buscar el nombre en la lista de cada hogar en Samara, pero era obvio que la probabilidad era mínima.

—No debe ni llamarse igual. —Me muerdo el dedo y cierro la laptop, la dejo sobre la cama y apago la lámpara, echándome a dormir.

Sin embargo, no tarda en sonar el móvil sin rastreo que me dieron.

—Hola. —Contesto adormila.

—Sera a mi modo. —Me asegura la voz del oficial Edmon.

Trago saliva y me siento sobre la cama.

—Yo decido como y cuando, pero quiero recordarte que, si ella no acepta, no se hará.

—Oficial...

—La he encontrado, a Kira volkova.

(***)