Prem trataba de imaginarse cómo sería la casa de Boun, en qué iba a cambiar su vida después de ese día y si viviría sólo, mientras metía unas cuantas prendas de ropa en una mochila.
Subieron al coche. Boun miró a Prem de reojo.
-Ahora que... ahora que estamos solos, déjame hacerte una pregunta. Espero que no te resulté incómoda.
-Eso quiere decir que será incómoda.
-¿Por qué vives en un sitio así? Con tu trabajo puedes pagar un apartamento pequeño o una casa en la periferia, aprovechar más tu dinero y aumentar tu calidad de vida.
Prem miró por la ventana. Boun no le forzó a responder. El coche se desplazaba esquivando hábilmente el tráfico del centro de Bangkok, sin que sonara ni vibrara como los taxis. Un coche caro. Un omega rico. Si tienes todo lo que ambicionabas... ¿ por qué quieres llorar?
El pensamiento intrusivo golpeó a Prem. Había estado todo el día absorto en la espiral de conocer a su alfa destinado, del embarazo, de sus miedos, del enlazamiento.... ahora su cerebro había decidido golpearle a patadas recordándole mil conversaciones con Fluke.
Encontrar un alfa adinerado. La casi imposibilidad de conocer a su alma gemela. El pragmatismo. Un alfa rico. Sus citas con alfas que nunca le llamaban después de un sexo que le dejaba vacío y con ganas de más.
La boda de Fluke, donde había esperado encontrar a algún potencial compañero, y no poder acudir por un celo espontáneo. Quizás Boun hubiera estado allí.
Era su alma gemela, había notado el enlazamiento, le amaba sin conocerlo y le había dado el mejor regalo del mundo, su bebé. Y ahora tenía que explicarle antes de que lo supiera por otros que era un omega que no se relacionaba mucho, pero en cuyo pasado había unos pocos alfas ricos y guapos que le habían llevado a cenar, hecho regalos y dejado para casarse con alguien de su clase.
Tenía fama de interesado en el ambiente de Fluke y no podía negar lo ciego y enfadado consigo mismo que había estado, lo poco que se había valorado y lo maravilloso que era el amor, aunque el otro fuese un trabajador como él. La única vez que se había acostado con un desconocido y había encontrado al amor de su vida y concebido un bebé. Sabía que cuando fuera con Boun a algún sitio susurrarían acerca de cómo lo había engañado.
Esos últimos días, desde que había sospechado lo del embarazo, todo aquello había pasado a considerarlo una estupidez. De repente quería una vida donde hubiera más felicidad, no le importaba ya un trabajo al que no podía aspirar ni un imposible. Solo ser feliz.
-¿Estás bien? -la voz de Boun estaba ronca. Se dio cuenta de que había parado el coche y de que unas lágrimas le recorrían las mejillas.
-No soy un buen omega, no soy alguien a quien le pedirías salir. Y cuando me lleves a un sitio donde haya gente de tu clase, oirás que soy un cazafortunas y es verdad. Es verdad. Pero sabes que no te he tendido ninguna trampa.
-Lo sé. Había estado fuera un par de años y antes tenía pareja. La última vez vine a la boda de Ohm con él, pero ya hace mucho que rompimos. Si oyes hablar de él, debes saber que no siento nada por el hace mucho. Además al conocerte no podría haber otro, de ninguna manera. Mi sitio es contigo y no me importa que hayas sido antes.
-Cuando entré en la Universidad y mis notas eran buenísimas, creí que podría contra el sistema. No pagaba la residencia, y Fluke era mi mejor amigo. Él sabía la verdad y no le importaba. Me introdujo en su grupo de amigos y creí que todo sería igual después, que era uno más. Luego me gradué, llegaron los rechazos de empresas por no tener buena familia y recomendaciones . Empecé a aceptar trabajos para vivir pero me decía que era pasajero. Tendría un trabajo de ejecutivo, como era justo. No sería más dependiente de un Seven Eleven o pondría cafés . Los amigos desaparecieron, excepto Fluke. Él es mi mejor amigo y cuando se enamoró de Ohm, no me dejó de lado. Se convirtió en otro amigo.
-Es normal que quisieras trabajar...
-No, quería lujo. Quería lo que los demás tenían. Me aferré al alquiler de ese sitio porque así podía decir que vivía en un barrio caro. Me preocupaban las apariencias, mentía sobre mis trabajos...
Prem ahora lloraba sin ninguna contención. Se sentía avergonzado, tenía miedo de que Boun se horrorizase y le rechazase...
-Prem.
No respondió.
-Prem, yo no tengo que juzgar nada. Yo te contaré mi pasado, pero ten en cuenta que tú eras un omega joven y sin familia cerca ni un alfa que te protegiera un poco. Es triste, pero en nuestro mundo no existe la igualdad. Pero eso era lo que tú querías. Igualdad. Habías estudiado duro para ello.
-Pero...
-Si fuerzas un cazafortunas, hubieras tendido una trampa sobre honor o tenido un bebé con alguien a quien no quisieras. Has pagado sólo tus facturas y has cometido el error de no valorarte más que respecto a tu sueldo. Me alegro de que nadie supiera verlo. Así ahora eres mío.
El mío resonó en la sangre del omega y su corazón se aceleró. También se estaba humedeciendo.
Boun le besó. Prem recibió el beso como oxígeno un ahogado.
-Gracias -dijo Boun. Le besó los labios y le acarició el abdomen.
-No, es a ti a quien...
-Prem, calla un poco. Un poquito. Y déjate llevar.
Asintió.
-Eso sí, respecto a estar y vivir juntos hay algo que debes saber .
Trago saliva. Un amante, quizás. Normas.
-Soy rico. Rico de no mirar el precio de nada. Heredaré un conglomerado, trabajo en un buen puesto y tengo un fondo de inversión. Lo siento pero al final has cazado una fortuna.
Prem se rio.
-Que ironía. Ahora mismo eso no me importa nada.
-Pero a mi me importa que estes bien. Así que prepárate, porque los que te miraban por encima del hombro ahora están a tus pies.
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39 semanas ||Completa||BounPrem||Omegaverse||OhmFluke||
FanfictionCuando todo parecía indicar que su vida era un asco, Prem cometió un error. Acostarse con un desconocido cuando estaba entrando en celo. Cuando su vida era aburrida, monótona y tenía el corazón roto, Boun cometió un error. Dejarse llevar por el al...