39 semanas ||Completa||BounPrem||Omegaverse||OhmFluke||

Capitulo 42: Omega previsor vale por dos

La doctora era comprensiva con los miedos de un padre primerizo, pero Prem estaba a punto de acabar con su paciencia labrada a base de años de experiencia.

-Todo va bien. Como habéis visto en la ecografía, todo perfecto. Quizás un poco grande, podemos adelantar una semana la fecha para que estes tranquilo.

-Ingresaré en la clínica, pero he decidido que yo no soy nadie para decidir fechas. Iré al templo para que bendigan mi embarazo y esperare a tener contracciones. Entonces haremos la cesárea.

Boun suspiró. Lo había hablado con él y no era capaz de convencerlo. El bebé nacería cuando fuera su momento, ni antes ni después.

-De acuerdo, ¿vais a mantener la boda?

-Sí -dijeron los dos. Boun se sacó un papel del bolsillo y se lo entregó sonriendo.

-De hecho, ayer fuimos a un notario. Todo muy discreto. Solo dos testigos. Estamos casados. Pero no queremos prescindir de la celebración familiar.

-Lo siento, se que estoy siendo demasiado insistente con esto, pero cuando vi como Fluke rompía aguas...

-Es comprensible. Voy a modificar sus datos a casados, pero te aseguro que no vas a tener problemas.

Prem tenía sus dudas, pero las semanas fueron pasando con espeluznante rapidez. Iba a visitar a Fluke, que parecía tan feliz con su niño que le envidiaba y quería ya a la suya.

Su vientre creció más de lo que hubiera creído posible. Su ombligo parecía un botón a punto de estallar. Su barriga se fue redondeando y la piel le tiraba mientras se extendía.

Había noches en las que la niña no la dejaba dormir. Notaba sus patadas o sus puñitos atrapada en ese receptáculo ya tan pequeño para ella.

Cuando Boun pasaba su mano por ese vientre, se relajaba. La niña parecía sentirse cómoda con las feromonas del alfa.

Y Prem también.

Llevaban unas semanas sin tener sexo. Prem había oído que podía adelantar el parto y convenció a su marido de que no faltaba tanto para la boda.

Así, con la rapidez que acompaña a las cosas que creemos que nunca van a llegar, pasaron los días.

Durmieron juntos la noche antes de la boda. No había apariencias que guardar.

Temprano, Boun fue a vestirse a casa de Ohm y Fluke y un montón de manos se afanaron en acicalar al omega.

Prem estaba feliz, pero nervioso. Echaba de menos a Fluke allí pero él estaba tan casado que iría solo a la ceremonia.

Le pusieron pigmento de color dorado en los ojos, le ayudaron a ponerse un traje de estilo clásico rojo con pequeñas flores blancas.

Se miró al espejo y se sonrió.

Estaba guapo, aunque el traje de tipo antiguo, no llevaba fajín ni pantalones ajustados. Falda tampoco.

Era un pantalón cubierto con una sobrefalda.

Incluso si se ponía de parto, era fácil de manipular a los médicos.

Se dispuso a salir. Feliz y enamorado.