Eso no era ser un buen alfa. De hecho, si existía un decálogo del comportamiento del buen alfa y seguro que existía aunque estuviese descatalogado, aparecería en mayúsculas y subrayado en rojo.
"Él omega es extremadamente vulnerable a la influencia sexual del alfa durante el celo y también durante el embarazo. Las hormonas hacen que no piensen con claridad y sea potestad del alfa cuidar y respetar a un omega en estado alterado de consciencia".
Recordaba el debate que había mantenido con sus compañeros de clase y el profesor acerca de esa estupidez que todavía venía en los libros de texto sobre anatomía y comportamiento de alfas y omegas, una asignatura que aún era obligatoria desde la secundaria hasta la carrera.
Para recordar a cada uno cuál era su sitio en la sociedad.
Todos habían estado de acuerdo en lo ridículo de ese párrafo. Una minoría porque salivaba ante la posibilidad de una persona rogándole sexo aún fuera de sus cabales. Pero muchos, como Boun, hacían hincapié en los matices. El diablo está en los detalles. Un alfa debía cuidar de un omega pero del mismo modo necesitaba que un omega le cuidase de vuelta. Si había un consenso previo, si mantenían una relación, si el alfa perdía también la capacidad de control...
Unos dedos chasquearon frente a su cara.
-Estás pensando demasiado. No soy un cachorro que tengas que cuidar. Soy un adulto, estoy embarazado de tu hijo y te pido que olvides la corrección porque lo peor que podía pasar para la sociedad ya ha pasado. Aunque me niego a llamarlo error ni nada malo.
Boun volvió a mirar al omega. Había amanecido esa mañana sintiéndose solo pero animado por el nuevo trabajo.
En algún momento el aire se había vuelto pesado, cargado de aroma a deseo.
El particular aroma que ellos emitían juntos al desearse.
Si existían matices, este es uno de ellos, le dijo al Boun virgen y adolescente de su memoria.
Sus manos se empezaron a mover solas, desconectadas de su mente. Sus labios presionaron los de Prem y con la lengua empujó suavemente hasta que él omega abrió la boca y pudo besarle bien, recorriendo con su lengua su paladar y jugando con la otra lengua. Besar no era algo que él omega hubiera hecho mucho, rugió de satisfacción su lobo. Estaba torpe en eso, no era el primero en su cama pero si en su corazón.
Fue mostrándole el ritmo y mientras se arrancaban la ropa perdieron el equilibrio y cayeron en la cama. Boun maldijo lo pequeña que era. Además el colchón estaba viejo y no era cómodo.
Pero qué más daba. Solo importaba él omega desnudo y jadeante frente a él. Sintió como su cuerpo se cubría de sudor con aroma a posesividad, a almizcle, al olor de la unión de cuerpos pero también de almas gemelas.
Trató de recuperar un poco la compostura.
-¿Estás cómodo? ¿Peso demasiado?
Prem negó, quería notar su piel, su tacto, pegados completamente. Boun estaba sobre él y ahora había aprendido el ritmo, sus labios se besaban y mordían desesperados, y era maravilloso ser consciente de todo. Aquel alfa era espectacular y el no recordaba mucho de aquella noche.
Necesitaba ese segundo acto, aunque luego tuvieran que empezar a construir la relación desde los cimientos por el bien del bebé.
Boun se incorporó un poco, Prem trató de retenerlo pero éste sonrió.
-Calma...
Notó el cojín en su lumbar. Boun le abrió las piernas y le expuso ante él, completo. Se lamió un dedo y lo introdujo en su entrada, dilatando el esfínter que se abrió con facilidad.
Estaba lubricado y listo.
-¿Te hago daño?
Prem negó. Boun se apoyó en el colchón casi como haciendo flexiones, y empezó a abrirse camino con su pene en el interior de Prem. Este apretó los músculos internos, facilitando y disfrutando más la penetración. Tampoco recordaba que fuese tan considerado, atento y con un tamaño tan generoso.
Aquella noche habían follado como animales. Ahora estaban haciendo el amor como personas.
La dualidad, la dicotomía del alfa y él omega. Naturaleza y razón en lucha perpetua.
Pero benditos los momentos de tregua en esa lucha, cuando dos almas destinadas se encontraban, cuando cuerpo y mente gritan para siempre.
Aunque los gritos del omega en ese momento eran otros. Los jadeos, gemidos y suspiros de ambos rebotaban contra las paredes. Boun repetía su nombre cada vez que le embistía y Prem le devolvía gritando el del alfa cada vez que le notaba empujar dentro de él.
Demasiado pronto para el gusto de ambos sus cuerpos tomaron el control y estallaron de placer. Prem gimió cuando el líquido seminal refrescó su interior. Era lo que tanto necesitaba.
Boun se quitó de encima de él pero le abrazó.
-Ha sido increíble.
Prem asintió entré jadeos.
-Boun, tengo sueño.
El alfa se despabiló.
-Este colchón te dará dolor de espalda. Vamos a casa.
-Pero no hay agua caliente ahora.
-Vístete. Te voy a sacar de este agujero ahora mismo.
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39 semanas ||Completa||BounPrem||Omegaverse||OhmFluke||
FanficCuando todo parecía indicar que su vida era un asco, Prem cometió un error. Acostarse con un desconocido cuando estaba entrando en celo. Cuando su vida era aburrida, monótona y tenía el corazón roto, Boun cometió un error. Dejarse llevar por el al...