Aman
Mati me avisó que estaba afuera asique fui a saludar a papá y salí de casa.
—¡pasalo lindo, hija!.
Asomé la cabeza.—gracias papá.—volví a salir y caminé hasta el auto. Me subí a los asientos de atrás, donde veo al Colo, pero adelante hay alguien más.—hola.
—se quiso sumar alguien a último momento.—habla Mati mientras comienza a manejar.
—porque me dijiste que solo iban a ir ustedes dos, pajero.—ay, que mala onda.
—eh, tranquilo amigo, que tu novia no tiene porqué enterarse.—habla Valentín.
Por el retrovisor veo que rueda los ojos y se pone con el celular.—que mala onda es.—le susurro a Valentín.
Larga una pequeña risa mientras asiente.—solo cada vez que una chica esta cerca, porque su novia se lo prohibe.—me devuelve el susurro.
—qué hablas de mi, Colorado mufa.—se gira y veo que tiene las cejas arrugadas. Tiene un humor de mierda.
—Bah, callate gobernado.
—hey, basta, comportense como adultos que son.—Mati habla muy seguro.
—si, jefe.—hago el saludo de soldado y me pongo seria.
Un silencio grande inunda todo el interior del auto pero cuando me giro a ver a Valentín, se estaba mordiendo el labio para aguantarse la risa y la risa se me escapó a mi, por eso me tapé la boca.
—bajense.—no habla Mati mientras abre la puerta del auto.
Me bajé al mismo tiempo que el chico mala onda y atrás mio se baja Valentín mientras cierra la puerta. Nos adentramos a la cafetería que elegí yo (sonrisa orgullosa) y elegimos una mesa del medio, que son las únicas que tienen para cuatro personas.
Me senté yo, a cada lado mio Mati y Colo, y frente a mi Agustín.—tengo alto hambre, que me atiendan rápido.—Colo se toca la panza.
—que exagerado que sos Colorado.—le habla éste chico. Lo tengo de frente y puedo ver sus perfectas facciones, su bonita sonrisa, sus labios tan deseables. ¿Qué? paren, ¿ustedes escucharon lo último que dije?.
Segundos después veo a mi alrededor unos cuántos chicos que no sé en que momento aparecieron, y le pedían fotos a los chicos junto a autógrafos. Yo estaba tratando de asimilar lo que la gente estaba haciendo, y cómo yo parecía ni existir.
Habrán pasado unos minutos, ya me aburría y estaba pensando en irme porque ni bola, pero justo volvieron a sentarse a mi lado y suspiraron los tres al mismo tiempo.—cierto que son chicos famosos ustedes.—hablo irónica mientras ruedo los ojos.
—envidiosa.—habla el chico estúpido y cuando lo miro, tenia la vista fija en mi.
—a vos justamente te voy a tener envidia.
Parece que iba a decir algo pero la mesera nos interrumpe.—hola, ¿qué van a pedir?.
Cada uno pide lo suyo y luego pedí yo, un zumo de naranja y dos medialunas dulces. Se despidió y un silencio enorme e incómodo inunda nuestra mesa.
Mati carraspea.—ahmm...bueno, Aman ¿cómo te va en el colegio?.
Dejé de mirar mal disimuladamente a Agustín y pasé mi vista a Mati.—bien, creo. No me gusta ir pero me va bien de cualquier modo.
—sos una traga.—escuché el susurro del estúpido ese.
junté mis manos y me mordí el labio para aguantarme las ganas de levantarme y pegarle en la cabeza.
Pero veo que los otros dos no escucharon.—pero mejor que te vaya bien, porque sino ni te dejarían salir tus padres.—habla Colo.
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ɢɪʀᴏ ɪɴᴇꜱᴘᴇʀᴀᴅᴏ - ᴀɢᴜꜱᴛÍɴ ɢɪᴀʏ
FanfictionAman asiste por primera vez a un entrenamiento del equipo de su padre, y de ahí su vida da un giro de 360°. Amor, amistades nuevas, corazón roto, diversión. Todas esas cosas se acercan a su vida, aunque ella no lo espere. "-¿es muy pronto si te digo...