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Aman - viernes 17 de junio.

Se nos hizo un poco tarde con mamá para ir al colegio porque me habia olvidado que tenía que pasar a buscar a Lucas, asique nos tuvimos que pegarla vuelta y recién ahora estamos llegando al colegio. Mamá me va a matar algún día por mi memoria a corto plazo y mi impuntualidad, pero eso es culpa de papá, él me lo pegó.

—adiós mamá, te quiero.—me bajé rápidamente junto a Lucas y entramos casi corriendo.

—para nena, ni que fuera la muerte.—habla Lucas atrás mio.

Apenas entramos al aula, suspiré cansada. Me corrí la mitad de la escuela para que cuando llegue la profesora no esté, pero la re puta madre.

—Bah ¿enserio?. Me cansé al pedo.—me senté en mi lugar y luego Lucas en el suyo.

—yo te dije, te apuraste tanto al pedo.

—no te voy a dar la razón, Lucas.—lo miré seria.

—ya lo sé, pero te lo dije.—me señala.

Miré de nuevo hacia adelante ofendida y justo aparecen mis amigas frente a mi. Me sobresalté un poco porque no las esperaba.

—era hora de que volvieras al colegio Lucas.—los bancos de adelante nuestro estaban vacios asique se sentaron ahí, y habla Cami.

—si bueno, estaba enfermo.—se rasca la nuca como incómodo.

—pero no sabes todo lo que te perdiste. El martes en especial.

—¿qué pasó?.

—Joselina se agarró con la de física y le puso un parte.—ella es una de mis compañeras, que no hablo mucho pero de vez en cuando cruzamos una o dos palabras para ayudarnos con las cosas del colegio.

—na, jodeme. ¿Por qué?.—parecia un poco sorprendido.

—porque le puso un 3 en el trabajo práctico grupal, y según ella fue la que más trabajo. Pero ni se notó que lo haya hecho.—esta vez habla Mica.

—bien merecido lo tiene, hija de mil..—le tapé la boca. Aunque lo haya dicho en un susurro, era inadecuado.

—Lucas, basta.—lo miré con las cejas levantadas.

—bueno che, no me dejan ser feliz.

Justo la profesora entra y mis amigas se van a sus lugares. Pusimos atención a la clase, pero de vez en cuando veía de reojo a Lucas, se lo notaba triste, frustrado. No lo decía, pero sus ojos lo demostraban.
Me siento tan mal por él, y porque lo voy a tener a miles de kilómetros, no va a ser lo mismo. No voy a poder contarle mis cosas como antes, no voy a presenciar sus escenas de celos por tener a otro chico cerca, no voy a poder enojarme con él porque no haga las tareas. Voy a extrañarlo muchísimo, y no me quiero imaginar cuando llegue el momento de despedirme de él.

La mañana transcurrió tranquilamente, un poco lenta, o solo porque usé más el celular que otra cosa entonces el tiempo así se me pasa lentisimo. Aunque hoy salgo 12:20 pm, de igual forma transcurrió lenta la mañana.

Veo el auto de papá a unos metros acercandose y agarro la muñeca de Lucas para ir acercandonos. Nos subimos, yo adelante y Lucas en los asientos de atrás.

—tenemos que llevar a Lucas, pa.

—hola papi, ¿cómo estas? todo bien, ¿y vos?.—habla con sarcasmo mientras comienza a manejar.

—Bueno..—rodé los ojos divertida.—hola papá, ¿cómo estas?. Tenemos que llevar a Lucas a su casa.

Se escucha la risa de Lucas atrás nuestro.—Todo bien, ¿y vos?.

ɢɪʀᴏ ɪɴᴇꜱᴘᴇʀᴀᴅᴏ - ᴀɢᴜꜱᴛÍɴ ɢɪᴀʏ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora