ɢɪʀᴏ ɪɴᴇꜱᴘᴇʀᴀᴅᴏ - ᴀɢᴜꜱᴛÍɴ ɢɪᴀʏ

28

Aman - miércoles 5 de diciembre.

Esperé por este día toda la noche. Dormí para el orto, me tomé una botella de agua, usé mi compu para mirar nuevamente el video hasta que volví a largarme a llorar y ahí pude dormirme.

Necesitaba que llegue el momento en el que me despierte, pasen las horas y Agus aparezca detrás de la puerta de mi casa, poder abrazarlo y obviamente que le voy a decir que está perdonado. Lo extraño tanto y no me importa cómo terminamos, yo necesito volver a verlo.

Y ahora me levanté porque mamá me llamó para el almuerzo. Sobre el colegio, tengo faltas suficientes asique ya pude dejar y oficialmente estoy de vacaciones.
Ayer justamente fue mi último día, y cómo dormí anoche no pensaba ir hoy.

Me puse los lentes y antes de bajar fui al baño a lavarme la cara porque necesito reaccionar. Una vez que hice eso bajé hasta el comedor.

—¿qué hay de co...—me quedé callada cuando veo a Agus sentado a un lado de mi lugar.

Me mira cuando entré y me sonríe.—feliz cumpleaños Aman, aunque un poco atrasado.—se para lentamente mientras se acerca a mi.

Yo seguía en shock, no podía creer que Agus esté acá, en mi casa, y frente a mi. Lo esperé toda la noche para poder verlo apenas me desperté.

—no-no puede ser...Gracias.—mis ojos se empezaron a aguar pero quería ocultarlo.

—¿me das un abrazo?.—me extiende sus brazos y yo ni dude en aceptarlo.

Ahí ya no pude contener las lágrimas, estaba muy feliz de verlo. Lo extrañaba y no me importa nada de lo que pasó, solo necesitaba abrazarlo.

—te extrañé Agus.—le susurré en el oído mientras sentía que me abrazaba cada vez más fuerte.

—yo más hermosa.—se separa apenas.—¿podemos hablar después?.

—si, no hay problema.—le sonreí con la boca cerrada mientras él secaba con sus manos mis lágrimas.

—bueno, ¿se van a sentar a comer?.—la voz de mamá hace que la miremos.

—claro.—susurré más para mi misma y me senté en mi lugar.

En el almuerzo raramente me sentí muy feliz, como si la llegada de él me hubiera cambiado repentinamente el humor y eso hizo que la pasara mejor.

Estaba sintiendome completa, y era un momento que jamás iba a olvidar. Era mi familia y Agus, todo lo que estaba por ponerse bien.

Luego de la comida, que entre charla y charla que le sacaba papá a Agus (no se calla nunca) estuvimos como una hora para terminar de almorzar, me tocó lavar las cosas a mi mientras mamá tendía la ropa y papá se puso a hablar con Agus. Me gustaba la sensación de ver a Agus en casa charlando con papá, pero no de forma "entrenador y alumno", sino como Javier y Agus.

Cuando terminé me sequé las manos y volví al living donde ellos se encontraban.

—volví.—me miraron los dos apenas llegué.

—hija, Agustín necesita hablar con vos. ¿Pueden ir a tu cuarto?.

—ahm..si, claro.—levanté los hombros sin importancia.

—vamos.—me susurra una vez que se acercó a mi y me agarró suavemente la mano.

—con tu madre vamos a salir, volvemos cerca de la cena ¿no tienen problema en quedarse solos?.

—no papá, esta bien. /—claro Masche, no hay problema.—hablamos al mismo tiempo pero al ver la cara confundida de papá yo volví a hablar.

—no hay problema pa.—le sonreí con la boca cerrada y se va.