Capítulo 06: Dulce Propuesta

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DULCE PROPUESTA

Luego de la cena, me dejo caer pesadamente en el sofá frente a Dino. Frederick se ha ido hace aproximadamente diez minutos, ligeramente pasado de copas y sonriente, alegando que no quería hacer enojar a su esposa llegando tarde.

Estoy sorprendido ¡Nunca había considerado que Frederick tuviera esposa! Aunque, por supuesto, mantener las apariencias es importante, y una esposa le da fuerza a su imagen de multimillonario partidario del bien.

Apenas Dino y yo nos sentamos, un sirviente se acerca para servirnos té en delicadas tazas de porcelana, y se marcha en silencio.

—Planea atacar pronto— digo apenas el sirviente se marcha.

—¿Te dijo la fecha?

—No confía lo suficiente en mi como para decírmelo— me inclino para tomar la taza de té de la mesita —Ya sabe que intentaras arrebatarle el dominio de Londres.

—No esperaba menos.

—Y también dijo que, cuando llegue el momento, me vaya con él. Va muy en serio.

Dino frunce el ceño.

—Fatuo ignorante.

—Pero hay algo que no comprendo— expreso, ladeando la cabeza —Él sabe el tipo de persona que eres. Antes aceptaba hacer tratos contigo, únicamente porque no tenían que pelear por el territorio. Una vez perdiste a Nueva York, nunca debió haber permitido que te acomodaras aquí. Y sin embargo, no ha hecho nada en más de un año.

—¿Tienes alguna teoría?

—Creo que Frederick quiere algo de ti. ¿Es por la magia? o acaso…— alzo las cejas, cayendo en cuenta —Él quiere convertirse en un vampiro.

—Estas en lo correcto— Dino entrecierra los ojos, su actitud repentinamente presumida —Frederick es relativamente nuevo en nuestro negocio. Asesinó al jefe anterior hace cinco años. Es demasiado joven para tener los contactos necesarios. Eso significa que no tiene acceso al tipo de poder que yo poseo.

—El cree que puede vencerte.

Dino deja salir una corta y seca carcajada.

—Puede intentarlo, pero es inútil. No tiene lo que se necesita para desafiarme.

Fijo la mirada en el té y por un momento deseo que Frederick pueda ganar. No es mejor que Dino, pero al menos sé que él me subestima. Lo único que sabe de mi es lo que ha visto, y probablemente también los rumores que circulan de mí en las calles. Y, como la mayoría de los hombres a los que he enfrentado, es posible que no le haga caso a los rumores. 

Sé que, si ataca la mansión, tendré una oportunidad de escapar. Eso es todo lo que necesito; caos en el cual escabullirme para poder liberar a Eiji.

Dino me despacha con un gesto de la mano.

—Quiero un informe de todo lo que te dijo mañana en mi escritorio— dice Dino antes de que yo cierre la puerta detrás de mí.

Es medianoche cuando termino de hacer el informe. Me acuesto en la cama, con las manos cruzadas detrás de mi cabeza, y pienso en las posibilidades.

Tal vez ser libre no es tan imposible como parece.

Debo haberme quedado dormido en algún momento, porque lo siguiente que registro es que Eiji entra por la puerta, con un sombrero puntiagudo rojo sobre su cabeza, y una enorme sonrisa.

—¡Feliz navidad!

Me siento desconcertado por un momento. He estado tan concentrado pensando en cómo conseguir la libertad de Eiji que en ningún momento me he detenido a pensar en la fecha. Dormir durante casi un año tampoco ha ayudado en nada a ajustar mi sentido del tiempo. El clima me hubiera dado una señal, pero siendo un vampiro no soy capaz de sentirlo.

Cautivo [AshxEiji] |En Corrección|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora