Capítulo 16: Tenemos un Trato

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TENEMOS UN TRATO

—Tenemos que irnos— dice Blanca.

Gruño entre dientes, aunque sé que Blanca tiene razón. Ahora que nos descubrieron, debemos sacar a Xiao y a Jack de aquí cuanto antes. No hay manera de evitar un enfrentamiento. Pero si huimos, ¿Será posible regresar? Dino descubrió nuestro escondite en el Caribe. Dos días, ese es el tiempo que tengo antes de que las protecciones de Xiao dejen de funcionar. Eiji deberá escapar antes de que eso suceda. Si no lo logra, Dino lo lastimará para castigarme.

Todo podría resolverse fácilmente, con un cuchillo hundiéndose en su corazón, pero eso no sucederá si no encuentro la daga capaz de matarlo.

—Yo no puedo irme— respondo, sin mirar a Blanca.

—Ash, ya vienen. La información era incorrecta, si no nos vamos…

—La daga esta por aquí, ¿correcto? solo debo encontrarla. Tú puedes irte. Ve con Jack y Xiao. Protégelos. Y también protege a Eiji.

—¿Quieres que te abandone?— Blanca frunce el ceño —Es una locura.

—No lo es, porque no pueden matarme— bajo la mirada a mi brazo derecho, en donde aún reposa la horrible marca que Dino Golzine grabo en mi piel para atarme a la vida. Un hechizo, similar al suyo propio —Esta es mi decisión. Tengo que hacerlo. No puedo volver con las manos vacías.

Blanca me mira fijamente, procesando mis palabras. Él sabe cómo me siento. Lo vi en sus ojos mientras intentaba convencer a Jack de alejarse del bastardo de Frederick. ¿Entiende lo enloquecedor que es para mí estar atado a Golzine? ¿Sabe que en mis pesadillas, Dino todavía me reclama como de su pertenencia?

Escucho pasos de guardias acercándose por el pasillo, y Blanca también los oye.

Mi antiguo mentor recarga su pistola, y se, por su lenguaje corporal, que ha tomado una decisión.

—No hagas nada estúpido, chico.

Sonrió.

—Claro que no.

—Y no hagas esperar a Eiji. Xiao podrá volver a hacer un portal en veinticuatro horas. Te buscaremos.

¡Derriben la puerta!, suena un grito desde el otro lado de la puerta, seguido por un fuerte golpe.

El tiempo de hablar terminó.

—Te cubriré— le digo a Blanca.

Otro golpe. Y entonces la puerta se viene abajo con un ruidoso estruendo.

El primer guardia cae abatido por un certero disparo en la frente, cortesía de Blanca. Yo me encargo de los dos restantes, en una rápida procesión. Tres cuerpos cubren el suelo, y hay más subiendo las escaleras. El olor metálico de la sangre me aturde por un instante, y me veo tentado a beber directamente de los cadáveres. No obstante, soy capaz de apartar ese pensamiento.

Blanca y yo salimos al pasillo. Les disparo a los cuatro guardias que corren hacia nosotros, y uso mi cuerpo para evitar que sus balas alcancen a Blanca. Los proyectiles chocan contra mi cuerpo y caen al piso con un tintineo agudo. Inconscientemente, sonrió.

No son balas de plata, y por lo tanto, son inútiles.

El carmesí se extiende por el iris de mis ojos, reaccionando a la emoción del momento.

Asiento en dirección a Blanca. El pasillo que lleva a la habitación donde dejamos a Jack y Xiao está despejado. Aunque por cuanto tiempo lo estará, no estoy seguro.

Veo a Blanca desaparecer por la puerta. Lo escucho hablar apresuradamente con Xiao y Jack. Como esperaba, hay resistencia, pero eventualmente lo entienden, y siento el momento exacto en el que se marchan.

Cautivo [AshxEiji] |En Corrección|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora