S I E T E

14 0 0
                                    

D E F E N S A B A J A.

E M M A.

Jamás pensé que lo que pasó ayer con Max podría llegar a pasar, pero ahora paso y tengo miedo, por alguna que no logro decifrar, tengo mucho miedo. Las manos me tiemblan al recordar el aullido de anoche, el corazón se me sobresalta y mi labio inferior no deja de temblar.

Disfrute cada maldito segundo pero, aún así, no se siente completamente bien, y no, no me refiero al placer que senti, si no a mis sentimientos. Siento como si alguien estuviera posando su manos sobre mi corazón y estuviese ejerciendo una fuerte presión. Se siente mal y es sofocante. No solo es sentimental, si no también en aspecto físico ahora. Me cuesta respirar y por pequeños instantes mi vista se pierde en la nada, lo cual me asusta cada vez más.

El rubio me gusta desde hace meses, pero jamás fue un crush cliché, no. Siempre fue más un simple crush, pero por alguna razón ayer que lo pude conocer un poco más, aunque fuese un poco, mi perspectiva y sentimientos sobre el cambiaron. Siento que me empieza a gustar más y tengo miedo, tengo miedo de que esto sea amor, porque siento que no lo merezco. No se cómo amar a una persona, bueno, no a una que no sea las personas que ya no están conmigo, o mi gato.

Apesar de que no creo estar lista para una relación porque no se cómo se hace, no me siento segura de mi misma. Las inseguridades son un peso extra a todos los problemas que cargo en mi cabeza día con día. Las inseguridades que tengo con mi cuerpo hacen que me hunda aún más. Y es que, apesar de todo, he intentado tener algo con alguien, porque tontamente pensé que eso ayudaría en algo, pero no lo hizo, cada intento salió mal y solo rompí en más pedazos los que ya estaban antes.

Las personas son crueles y algunos chicos me enseñaron de la manera más cruel que no puedo ser querida con todo lo que soy. Nadie puede amarme con todo lo que cargo. Jamás mencioné nada acerca de mis intentos de relaciones, pero están ahí, en mi pasado, lo cuál es algo que me sigue atormentando. Porque cada maldito chico con el que tan solo cruze una maldita palabra se encargo de hacerme sentir insuficiente.

¿Cómo alguien podría querer a una chica llena de inseguridades, miedos, problemas mentales y de salud, constantes? Y justo esa es mi mayor inseguridad, porque apesar de todo, una parte muy en el fondo de mi quisiera tener a alguien, no amistosamente, hablo más como de... Una pareja.

Veo al rubio a lo lejos y medio sonrió, el lo hace por completo y se acerca a mi. El aire que entra por las ventanas y la puerta principal hace que su aroma llegue hasta mi.

-¿Puedo besar a mi chica? -me toma de la cintura y no me hace sentir incómoda.

-¿Tu chica? -enarco una ceja.

-Si, mi chica -sonrie ampliamente mostrándome lo que más lo hace ser el. Sus ojos.. ¿Brillan? Se acerca a mi boca y me besa, ¿Frente a todos? Si, frente a todos.

Mientras me besa siento como cierta fragancia que ya conozco bien llega a mis fosas nasales. El simple aroma hace que no estómago se revuelva, lleno de emociones. No hace falta mirar para saber quién es, pero aún así, apartó a Max disimuladamente y miro a ojos verdes de reojo. No me mira, solo pasa de largo con Cassie y Nate a su lado.

-¿Pasa algo? -pregunta el rubio.

-No, está bien. ¿Vamos a comer algo?

-Claro.

Me toma de la mano y camina conmigo hasta la cafetería. Este momento se siente demasiado cliché y tengo que admitir que me hace sentir incómoda, y no solo por qué estamos caminando tomados de la mano, si no por las miradas llenas de veneno que me dedican la mayoría de las chicas con las que nos cruzamos.

Bajo Un Eclipse Lunar #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora