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E M M A.
Muevo mi brazo y logro sentir una bola de pelos bajo este. Abro los ojos para confirmar lo que ya se; Sandy está durmiendo plácidamente a mi lado. Reparo y todo está bien en el y en mi. Tengo la misma ropa que tenía y todo está tal cual. No se cómo llegué, pero supongo que el chico de ojos verdes me debió de haber traído. No se que paso con Nate, pero espero este bien, porque necesito llegar al fondo de esto.
Me incorporo en la cama con cuidado de no despertar a mi gato, tiene el sueño pesado, pero aún así se puede despertar y si lo hace se pone muy estresante, por ello siempre espero que el se despierte solito y duerma tranquilo, para así evitar que me llene de mas marcas de las que ya hacen en mi piel.
Bajo de la cama sigilosamente cuidando de no hacer un ruido por error y me dirijo al baño. Tomo una larga ducha mientras formuló preguntas en mi mente. La que más me envuelve es si en realidad me trajo el chico de ojos verdes, o que fue lo que pasó, aunque podría apostar que así fue. Y es que después de mi plática con el doctor Blakely pude llegar volando yo sola.
No conozco mucho a Nate y hay muchas razones por las que no debería de preocuparme su estado, pero me preocupa un poco, no se veía bien y me sigo preguntando porque se desmayo tan rápido por un solo roze de la bala.
Haber estado con esos dos en el coche y sin conocerlos puede ser un poco loco para algunos, pero lo cierto es que llega un punto en el que no te importa si mueres o no. Llegas a ese punto en el que la vida da tan igual que estar en una situación de riesgo no enciende tus alarmas. Cuando llegas a ese punto no hay retorno y creo que llegue a el. Morir no me asusto el otro día, estuve entre la vida y la muerte y me dio exactamente igual. La vida no tiene sentido, y por lo tanto tampoco tiene caso seguir viviendola.
Se que está situación le puede causar conflicto a muchas personas, pero también se que otras se sienten identificas. La vida no me da igual porque quiera llamar la atención, la vida me da igual porque ya perdí todo lo bueno que tenía en ella. Y cuando eso pasa, nada tiene sentido.
La idea de sanar y vivir no me agrada porque la persona con la que quiero hacerlo ya no está a mi lado y eso arde muy profundo. Una daga se me entierra profundamente en el pecho cada que pienso que estoy sola y mi destino siempre será ese. No es que me moleste la soledad, porque después de tanto aprendí a vivir en ella.
Hay personas que dicen que tengo amigos, a Sandy y Sara, pero por más que quiera a los dos primeros jamás se sentirá igual, y es jodidamente difícil porque ellos merecen una mejor amistad que la mía. Nadie merece cargar con el peso de mis problemas y es una de las razones por las que preferiría morir en cualquier momento.
Se supone que estoy en los años dorados y debería vivir y cumplir mis metas y sueños, pero no lo estoy haciendo. El mundo sigue avanzando y yo me quedé atrás.
Termino durando 20 minutos bajo el agua caliente que me brinda la regadera y después salgo para encontrarme a Sandy sobre el retrete mirándome fijamente. Acomodo mi toalla y me voy hasta el para acariciarlo, pero se aparta enseguida, lo miro extrañada y el sale del baño. Algo me dice que quiere que lo siga, así que eso hago.
Terminamos junto a mi mesa de noche y puedo ver una nota sobre está. Me acerco y miro a mi gato confundida. Tomo y abro el papel para leer lo que dice.
"Tienes el sueño muy pesado, ojos azules
Atte: Desconocido."
Tiro la nota a la basura una vez confirmo que fue el chico quien me trajo, no se cómo lo hiso ya que la ventana está como debería de estar y solo cierra por dentro. La puerta tiene un sistema de seguridad avanzado y no habría podido entrar por ella, mis llaves las escondí en mi ropa y las acabo de ver cuando me la quite para ducharme. Así que es un gran misterio como entro.
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Bajo Un Eclipse Lunar #1
Ciencia FicciónEmma había escuchado miles de veces sobre esas leyendas, y tambien visto muchas películas sobre ellos. Aunque claro, jamás se imagino que nada de eso fuera realidad, y tampoco es como que tuviera mucho tiempo para imaginarlo. Pues cuando vives con r...