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E M M A.
Jamás me había sentido de esta manera y debo admitir que no es un sentimiento desagradable, de hecho me gusta, y una parte de mi quisiera que ese sentimiento fuera el único que tuviera espacio dentro de mi, pero se que no es así y ese momento solo fue efímero, ya que ahora me levanto, y hay algo, pero no es lo mismo que ayer.
Me quedo viendo el mar desde aquí, todo se ve precioso y me hace recordar a los buenos momentos que pase ayer apesar de como me sentía, pero ahora ya no están. Me hace sentir un poco triste, pero es algo irrelevante, ya que ahora lo que más siento es ese vacío en el pecho de saber que mañana es mi cumpleaños, y nisiquera lo voy a disfrutar un poco.
Llevo esperando todos estos días que mis amigos solo lo tomen como un día mas y no le den tanta importancia. No quiero sentirme mal por extrañar tanto a mi familia, me sentiría mal porque ellos no estarán en mi cumpleaños número 21, así como no estuvieron en el 15, 16, 17, 18, 19, y en el 20. En ninguno, y eso realmente es una mierda.
Me meto a bañar y me tardo lo necesario ahí dentro. Cuando salgo decido bajar por una taza de café ya que Cassie me dijo que compraron unas cosas para poder comer aquí, incluyendo café porque ella sabe que yo amo la cafeína, ya que creo que Mía se lo dijo. Antes de bajar tomo mis audífonos de diadema y le subo a máximo volumen mientras suena Getaway Car de Taylor Swift.
Cuando estoy en la cocina siento a alguien tras de mi y creo saber quién es, por eso no volteo y me concentro en la canción que suena mientras hago lo necesario para hacer mi bebida. Y cuando termino volteo y veo a Aysel parado aún lado de mi, de brazos cruzados y viéndome fijamente. Me es imposible detallar lo guapo que se ve; lleva el cabello despeinado y mojado, por lo que es ovbio que acaba de salir de la ducha, al igual que yo. Lleva un conjunto de Pans y suéter, pero aún así se ve muy guapo. Y es que no importa lo que lleve, el siempre destila esa masculinidad perfecta.
Lo miro más tiempo del necesario hasta que me empiezo a sentir nerviosa y entonces salgo de la cocina y me dirijo a las escaleras, antes de subirlas siento una mano tocar mi hombro y entonces volteo para ver a Mia parada frente a mi, enseguida me relajo ya que no es quien creía que podía ser.
—¿Café? Es la 1 de la tarde.
—Nunca es tan tarde para una taza de café, además sabes que me encanta.
—Si, lo sé.
—¿Ibas a decirme algo más o era todo?
—Bueno, ehh —se muerde el labio un poco nerviosa.
—No le des tantas vueltas, solo dime y ya.
—Mira, Emm, yo sé que no te gusta mañana así que no planeamos nada, solo queremos que salgas con nosotros mañana a algún bar de aquí.
—Gracias.
—¿Eso es un gracias no iré o un gracias si iré?
—Es un gracias por no hacer lo que saben que odio.
—Jamas te haría sentir mal, pero, ¿Un regalo está mal?
Ruedo los ojos. Conozco tan bien a Mia que ya me lo veía venir.
—No lo pusiste evitar, ¿Cierto?
—Sabes que no —sonrie dulcemente.
—Esta bien, mañana estaré con ustedes.
Asiente y sonríe, yo sigo con mi camino y cuando voy a entrar a mi habitación veo la puerta de la habitación de Aysel abierta, su cuarto es realmente grande, pero eso no es lo que me llama la atención, si no el hecho de que todo sea negro y ahí luzca tan oscuro, cómo una maldita cueva. Si no lo hubiera visto ayer bajo el sol pensaría que le molesta o que le lástima, lo cual es una tontería.
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Bajo Un Eclipse Lunar #1
Science FictionEmma había escuchado miles de veces sobre esas leyendas, y tambien visto muchas películas sobre ellos. Aunque claro, jamás se imagino que nada de eso fuera realidad, y tampoco es como que tuviera mucho tiempo para imaginarlo. Pues cuando vives con r...