D I E C I O C H O

22 1 0
                                    

E S T A P A S A N D O , O T R A V E Z

E M M A

El jadeo masculino que escucho me despierta y encuentro a Aysel sobre mi, la estocada que suelta me hace gemir alto y enseguida y me aferró a sus brazos. Sonríe el ver qué desperté y yo hago lo mismo al ver qué se jodidamente sexy sobre mi. Tiene el cabello húmedo por el sudor que le provoca el calor del momento y eso hace que me vuelva loca.

Cierro los ojos disfrutando el placer.

—Abre los malditos ojos, Yarith —me ordena—. Quiero verlos.

Hago caso y lo miro al ojos, el precioso color verde de los suyos se centra en el azul de los míos y disfruto ver su cara mientras sigue saliendo y entrando. Al parecer el también disfruta ver cómo me lleno de placer y acelera los movimientos, haciendo que en poco más lo sienta llegar. Arremete con ferocidad y entonces se corre dentro de mi, al mismo tiempo que yo.

Me pierdo en el éxtasis del momento y jadeo al igual que el. Me aferró más a sus brazos mientras termina y cuando lo hace se baja de mi y cae aún lado. Me pasó las manos por el cabello y luego lo miro, despues de haber procesado todo.

—Buenos días a ti también —le digo y suelta una risa, que me hace ver lo hermoso y sexy que se ve en estos momentos. La luz le pega en la cara y resalta sus ojos, solo me había regalado una vez una risa, y el volver a escucharla ahora hace que mi estómago sienta cosquillas.

Lo observó más tiempo del necesario y el lo nota, aparta la mirada del techo y me ve a mi.

—¿Tengo algo en la cara?

—Es solo que... Me gusta mucho tu risa. Eres muchísimo más guapo.

—Soy guapo siempre, Emma.

—Que no se te suba.

Me voltea los ojos y yo me levanto de la cama, es la primera vez que puedo mostrarle mis cicatrices a alguien sin que me diga algo o que yo tenga miedo de hacerlo, aunque debo de admitir que me surgen dudas de porque actúa así con el tema. Toda mi vida «desde que tengo las marcas» tuve miedo de lo que diría alguien al verlas, porque no importa que mi cuerpo "este bien", no puedo tener uno perfecto con esto.

—Aysel —lo miró.

—¿Si?

—¿Enserio no te causan nada mis... —se me dificulta decirlo.

—No —me mira—. Me gustas igual con o sin ellas. Si ya están ahí creo que no deberías avergonzarte de ellas, Yarith. Nadie es perfecto, todos tenemos pequeñas imperfecciones, pero eso no define nuestro nivel de belleza o la persona que somos. Bueno, eso solo aplica para ti porque los demás valen mierda.

Me saca una pequeña risa melancólica.

—Pense que si... Pensé que si alguien las veía, no se... Creía que me haría sentir mal por ello, y de verdad agradezco que no seas igual que los demás.

—Jamas te juzgaría, Myers.

Joder, y es justo por estás cosas que me obligo a perder y justamente por esto es que lo deje entrar. Aysel puede ser muy hijo de puta con todos, pero ahora me doy cuenta de que lo que dijeron Cassie y Mía es cierto; el es diferente conmigo y me dijo cuenta de ello. Aún así, creo que solo es porque le atraigo, no por otra cosa.

Aceptar estar enamorada de el es un alivio y ala vez es una mierda, porque esto de verdad me hace sentir culpable. Antes no sentía culpa por engañar a Max, pero, estar con alguien mientras estás enamorado de alguien más ws diferente. Creo que Max no se merece esto pero no sé si pueda soltarlo, ¿Amo a dos personas?

Bajo Un Eclipse Lunar #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora