Bajo Un Eclipse Lunar #1

Epílogo

Narrador: omnisciente.

El veneno entro en el sistema de Emma, entonces, cualquier tipo de dolor termino. Se sintió libre, como si estuviera volando. Todo el dolor que pasó por meses, por fin había terminado. Solo que ella no lo sabía. Sus ojos se cerraron y... Su corazón solo se escuchó mínimamente, dejándolos a todos con la incertidumbre de si iba a morir o no. Absolutamente todos estaban preocupados.

Aysel se sentía devastado y traicionado, aunque de alguna forma sabía que había sido lo mejor. El no podría hacerle algo así a Emma, al menos no directamente. ¿Y como? El la amaba, aunque realmente el no podía aceptarlo. Le quería, si, pero no estaba seguro de que era amar. Después de muchos años, olvidó cómo se sentía. Esa información dejo su memoria.

Make, por otro lado, se odiaba al mismo, no por completo, pero si lo haría si le llegará a pasar algo a Emma. No podría soportar que por su culpa ella dejara la vida, simplemente no. No estaba listo para ver morir a la persona que le hizo creer que no todas las personas lo juzgarán por lo que es. Emma fue diferente con el desde siempre.

Cassie... Bueno, ella nisiquiera sabía cómo sentirse. Lo que si sabía era que no quería perder a ninguna de sus mejores amigas, pero no sabía cómo empezar a buscar a Mia y tampoco sabía cómo despertar a Emma. Solo las quería de vuelta, a ambas.

Chris, el si sabía cómo se sentía; devastado. Con Mia había pasado ya 7 años, con Emma no tantos, pero al final, eran sus mejores amigas. Con ellas había pasado miles de momentos, sin importar el genio de Emma cada que iban a aún lugar con mucha gente, y sin importar el genio de Mía cada que algo no le gustaba. El era muy feliz antes de que Max entrara a la vida de Emma. Realmente lo era. Le dolió mucho ver cómo sus dos amigas se alejaban de el todos los días. Pero lo entendió. Entendió que al final, eran chicas y que, también al final del día, siempre serían ellos tres. Solo que ahora, agregaban a tres más.

Chris no le tuvo miedo, asco o algo parecido a Cassie cuando se enteró de la verdad. Se sintió decepcionado porque ella no se lo contara antes que Aysel. Por eso se fue. Quiso buscar a Emma, pero no sabía que haría cuando la viera tan mal como Sara le había comentado cuando hablaron por telefono. Porque efectivamente, Chris llamaba todos los días a Sara para preguntarle por Emma. Se preocupaba por ella, incluso más de lo que la misma sabía. Pero Mía no se quedaba atrás, pues Chris, apesar de alejarse de ella, seguía llamando a Alex, en secreto, le preguntaba por Mía y también hablaba con el de distintos temas. Alex y Chris se habían conocido, y resulta que tenían muchos interés en común.

Pero, volviendo a Cassie y Chris, el siempre intento volver, pero también penso en qué no quería ver a Aysel. No quería porque sabía todo lo que el le había hecho a Emma, y el no podía convivir con las personas que dejaron así a su mejor amiga. Simplemente, no podía. No quería lastimar a Cassie, pero lo hiso, y por eso decidió hablar con Nate del tema. Nate no le creyó, hasta que vio como Chris daba todo por salvar a Cassie en el muelle.

En Drocks, Mía ya con cuatro a meses sola. Caminaba sin rumbo, simplemente buscando otro lugar que conocer. Después de todo, había encontrado menos aburrido hacer eso. Así, no se sentía tan sola. Dejaba hojas de árboles pegadas para marcar el camino y no perderse. También, en el fondo, tenía la esperanza de que enviaran a alguien más y así la pudiera encontrar. La esperanza la perdía con los días. Incluso cuatros meses parecían cuatro años. Un verdadero infierno.

Una noche vacía, con las aves cantando en los árboles, en el mini refugio que había creado, vio una luz a lo lejos. Enseguida, salió y con eso derrumbó la estructura que se había pasado todo el día haciendo. No le importaba, porque esa luz era la máxima esperanza que había tenido desde que había llegado a Drocks.

La luz se había visto lejos, por eso, corrió y corrió. Sus fuerzas se iban acabando ya que no había podido comer nada en todo el día. Hasta que por fin llegó, un duende se encontraba frente a ella. En ese momento, sin saber que era, cayó de culo al suelo y grito con todas sus fuerzas.